La obesidad es uno de los problemas de salud global más preocupantes del siglo XXI. Su gravedad no solo reside en el aumento de peso, sino en las enfermedades asociadas potencialmente mortales, como la diabetes o las enfermedades cardiovasculares. De ahí que su tratamiento y la prevención sean un serio desafío de salud pública, especialmente en el caso de niños y adolescentes. Según la OMS, más de 340 millones de personas de entre 5 y 19 años tenían sobrepeso u obesidad en 2016, lo que significa que tienen un mayor riesgo de sufrir otras enfermedades más adelante e incluso de muerte prematura. Ahora, un nuevo estudio sugiere que los probióticos podrían ayudar a controlar la obesidad infantil.
Antes de profundizar en la investigación, unas pinceladas sobre los probióticos. Para empezar, la microbiota intestinal es el conjunto de millones de microorganismos que viven en el intestino y se encarga de importantes funciones como mantener la función inmunológica, el metabolismo y la protección contra patógenos. La dieta se considera un factor clave para mantener una microbiota intestinal sana y los probióticos son un buen aliado para esta tarea.
Dicho esto, se puede definir los probióticos como microorganismos vivos, que se pueden tomar a través de alimentos o suplementos, "que permanecen activos en el intestino en una cantidad suficiente como para crear la microbiota intestinal y tener un efecto beneficioso en nuestro sistema inmune". También pueden ayudar a la digestión, la producción de vitaminas y la destrucción de las células malas. Las Bifidobacterias son una de las bacterias más comunes utilizadas en los probióticos, ya que viven de forma natural en nuestros intestinos, y sobre las que se centra el citado estudio.
De vuelta a la investigación, presentada este lunes en el e-ECE 2020, el 22º Congreso Europeo de Endocrinología, la principal conclusión es que la cepa probiótica Bifidobacterium breve puede ayudar a los niños y adolescentes con obesidad a perder peso si se combina con una dieta con control de calorías. El trabajo evidenció a través de un ensayo que los menores que tomaron suplementos perdieron más peso y mejoraron la sensibilidad a la insulina en comparación con los niños que solo hicieron dieta.
Pero, ¿por qué son importantes estas bacterias para adelgazar? Se trata de bacterias probióticas que forman parte del microbioma intestinal y que ayudan a prevenir infecciones provocadas por otras bacterias, como E. coli, y también a la digestión de carbohidratos y fibra dietética. Durante su digestión, liberan sustancias químicas llamadas ácidos grasos de cadena corta, que juegan un papel importante en la salud intestinal y en el control del hambre. Así, un bajo número de Bifidobacterias puede perjudicar la digestión, afectar a la ingesta de alimentos y el gasto energético, lo que conduce a un aumento de peso corporal y obesidad.
En investigaciones anteriores se utilizaron mezclas de cepas probióticas para evaluar el efecto sobre el control de la obesidad, por lo que los autores este estudio se centraron en averiguar qué sucedía si solo se administraban Bifidobacterias.
Probióticos para controlar el peso
Para realizar la citada investigación, liderada por la doctora Flavia Prodam y su equipo de la Universidad de Piemonte Orientale, Italia, se sometió a una dieta baja en calorías a 100 niños y adolescentes obesos (de entre 6 y 18 años) y se les administró probióticos Bifidobacterium breve BR03 y Bifidobacterium breve B632, o placebo durante 8 semanas. Durante el ensayo, se llevaron a cabo análisis clínicos, bioquímicos y de muestras de heces para determinar el efecto de los suplementos probióticos sobre el aumento de peso, la microbiota intestinal y el metabolismo.
Los resultados sugirieron que los niños que habían tomado probióticos tenían una reducción en la circunferencia de la cintura, el índice de masa corporal (IMC), resistencia a la insulina y de la bacteria E. coli en su intestino. "Los suplementos probióticos se administran con frecuencia a las personas sin datos de evidencia adecuados. Estos hallazgos comienzan a dar evidencia de la eficacia y seguridad de dos cepas probióticas en el tratamiento de la obesidad en una población más joven", apunta Prodam.
Así, el estudio sugiere que los suplementos probióticos podrían modificar el entorno del microbioma intestinal y afectar de forma beneficiosa al metabolismo, lo que ayudaría a los niños o adolescentes obesos que también se sometan a una dieta baja en calorías a perder peso. No obstante, se necesitan estudios más amplios, que abarquen un período de tiempo más largo, para investigar en profundidad este asunto.
"El siguiente paso de nuestra investigación es identificar a los pacientes que podrían beneficiarse de este tratamiento con probióticos, con el fin de crear una estrategia de pérdida de peso más personalizada. También queremos descifrar más claramente el papel de la dieta y los probióticos en la composición del microbioma. Esto podría ayudarnos a comprender cómo la microbiota es diferente en los jóvenes con obesidad", matiza Prodam.