El almidón es uno de los azúcares más conocidos de los alimentos con un alto contenido de carbohidratos. Algunos alimentos tan consumidos en España como la patata y el arroz, son fuentes de este nutriente. Lo que no todos sabíamos es que existen, fundamentalmente, dos tipo de almidón: uno de ellos es digerible y el otro resistente. Es decir, el primero de ellos es el que se descompone en azúcares simples que pasan rápidamente al torrente sanguíneo. El segundo, sin embargo, no se degrada durante la digestión.
De todas formas, el almidón resistente puede hacerse digerible durante el cocinado. El calor de la cocción puede hacerle cambiar de forma y, de esta manera, transformarse en azúcares. Este proceso también puede darse a la inversa. De hecho, en este artículo de EL ESPAÑOL se explica un truco para reducir las calorías de un plato de arroz en casa aprovechando la transformación de estos almidones.
La importancia de consumir este tipo de almidón no sólo radica en que puede ser una ayuda para perder peso. Según el portal norteamericano de salud, Healthline, "el almidón resistente tiene funciones similares a la fibra soluble y fermentable". Por tanto, sirve de alimento para nuestra flora intestinal y contribuye a la formación de moléculas beneficiosas. El buen estado de la salud gastrointestinal repercute en general: mejora la gestión del azúcar en el cuerpo, la sensibilidad a la insulina, ayuda a la salud cardiovascular y gástrica e, incluso, previene el desarrollo de cánceres colorrectales.
A continuación, 5 alimentos con un alto contenido en almidón resistente: