Aunque todavía puede sonarnos a fruta exótica, desde hace años el mango también crece en España. El mes de octubre es, de hecho, el momento óptimo para consumir esta fruta dulce y, también, muy saludable. Se trata de un bocado muy dulce, pero con muy pocas calorías. Según la Fundación Española de Nutrición (FEN), 100 gramos de esta fruta tropical cuenta sólo con 65 kilocalorías.
El mango es una fruta que cuenta con una buena colección de admiradores en España. En este sentido, la compañía de supermercados Mercadona ha anunciado en su página web que ya se prepara para una temporada fuerte de este producto. En concreto, la empresa de Juan Roig prevé comprar más de 2.500 toneladas de mangos cultivados en el sur de España —de Málaga y Granada, específicamente—.
La variedad de mango escogida es la Osteen que, según afirma Mercadona, se vende muy bien: cada día los clientes se llevan más de 40.000 kilogramos de media. El mango español "se encuentra en plena temporada y se caracteriza por ser oloroso, de sabor dulce y textura suave", tal y como explican estos supermercados. Cuenta, además, con la ventaja de ser un producto de proximidad y, por tanto, apoyan el comercio local, tiene asociada una menor huella ecológica y, en algunos casos, son más baratos.
No es la primera vez que el mango de Mercadona destaca por ser un producto exitoso. El pasado mes de julio EL ESPAÑOL publicó una noticia en la que se hacía eco de las quejas de los clientes porque el mango congelado en dados había desaparecido de las estanterías de estas superficies. Este producto había sido valorado muy positivamente por los clientes por su relación calidad-precio: una de estas bolsas de 300 gramos de mango costaba sólo 1,49 euros.
¿Qué contiene un mango?
Como es habitual en las frutas, el contenido más abundante del mango es el agua, seguido de los hidratos de carbono entre los que se cuentan azúcares como la fructosa. En total, los carbohidratos del mango equivalen al 17% de su composición, según la FEN. Eso sí, no debemos pensar que se trata de un producto dañino, sino todo lo contrario. Los azúcares que contiene se consideran intrínsecos, lo que significa que se encuentran dentro de una matriz y acompañados de fibra.
Esta característica es muy importante porque hace que el índice glucémico del mango sea más bajo. Por esta razón, es importante consumir el mango de manera íntegra y evitar los zumos y batidos elaborados con esta fruta, aunque se trate de un jugo natural. La trituración de la fruta libera los azúcares de su matriz y, de esta manera, se comportan como el azúcar añadido, que se asocia con la obesidad, enfermedades cardiovasculares y metabólicas.
Consumir el mango de forma íntegra permite aprovechar la fibra de esta fruta y que representa un 2% del total de su composición. La fibra de la fruta es mayoritariamente del tipo insoluble y tiene efecto saciante, lo que evita que hagamos un sobreconsumo de calorías. Además, absorbe las grasas, los azúcares y el colesterol, por lo que ayuda a la salud cardiovascular, y sirve de alimento para las bacterias positivas que viven en nuestro intestino.
De todas formas, el mango también es un alimento muy saludable por los micronutrientes que contiene. Cuenta con una larga lista de vitaminas y minerales: betacarotenos, provitamina A, vitaminas B, C, E y K, hierro, calcio, magnesio, zeaxantina y ácido fólico. En definitiva, el mango es una fruta muy aconsejable por su interesante perfil nutricional que alcanza su mejor estado durante el otoño en España.