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    Algunos congelados buenos

    La sección de congelados del supermercado es para muchas personas una parada obligatoria cuando hacen la compra. Este espacio tiene fama de contener alimentos que no son nada beneficiosos para nuestra salud. De todos ellos, la reina es la pizza congelada: el segundo plato de comida más consumido en España, según un informe del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación del año 2018.

    De todas formas, a los congelados les pasa lo mismo que a los alimentos en conserva: unos son, efectivamente, perjudiciales, pero otros son saludables. Ambos tipos de producto son procesados, pero no por ello son perjudiciales. Para dar con las mejores opciones debemos observar sus etiquetados: cuanto menos procesamiento y menos ingredientes contenga un producto, más saludable será.

    Es decir, debemos evitar productos como lasañas, croquetas, pizzas o empanados. Este tipo de recetas es mejor elaborarlas en casa con pleno control de los ingredientes que incorporamos a la receta. De todas formas, esta sección del súper guarda también productos saludables que han sido congelados en su momento óptimo de consumo y que, tras descongelarse, mantienen todos sus beneficios y nutrientes.
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    El brócoli congelado

    Estos arbolitos con fama de ser muy saludables plantean un problema: es complicado comerse de una sola vez un manojo entero. Al dejarlo en la nevera es posible que observemos que se va poniendo amarillo, un signo frecuente y que no siempre significa que se está echando a perder, como se explica en esta noticia de EL ESPAÑOL.

    Tener una bolsa de esta verdura en el congelador asegura que podamos tenerlos siempre en su estado de consumo óptimo. Recordemos que los vegetales ultracongelados conservan todos sus beneficios y, por tanto, el brócoli que sale de nuestro electrodoméstico es también una fuente importante de fibra, minerales —zinc, hierro y calcio— y vitaminas —vitamina C y K—, tal y como dice la Fundación Española de Nutrición.
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    El edamame congelado

    Aunque hace poco que el edamame entró en nuestras vidas, es muy difícil que todavía haya gente que no conozca esta legumbre que se extrae de la vaina de la soja. Antes era muy difícil encontrar este aperitivo fuera de un restaurante asiático, pero ahora algunos supermercados cuentan con ellos en varios formatos: uno de los más populares, el congelado.

    El consumo de esta legumbre verde se asocia con la buena salud cardiovascular ya que es rica en antioxidantes y en isoflavonas, nutrientes relacionados con la mejora de los niveles de colesterol en sangre. Pero, además, el edamame posee un buen contenido de proteínas de origen vegetal y también de fibra alimentaria.
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    Los frutos rojos congelados

    Estas deliciosas frutas tienen fama de ser muy beneficiosas para la salud, pero tienen un inconveniente: su alto precio en comparación con otras frutas. Sin embargo, en las secciones de congelados es posible encontrar bolsas de hasta 300 gramos de estas frutas por un precio por debajo de los 2 euros. Eso sí, suelen contener una menor proporción de aquellas que son más caras, como las frambuesas.

    Si por algo destacan estas pequeñas y coloridas frutas es por ser fuente de antioxidantes, unos compuestos que combaten el daño de los radicales libres y que su consumo se ha relacionado con ciertos beneficios para la salud cardiovascular y con un riesgo menor de enfermedades oncológicas.
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    Los camarones congelados

    El pescado y los mariscos son alimentos muy típicos de la sección de congelados, pero no todos son saludables. Debemos evitar palitos de merluza, gambas en gabardina y similares y llevarnos a casa pescados crudos para cocinar nosotros mismos después. Un producto muy saludable de este apartado son los camarones congelados y que, además, son fáciles y rápidos de preparar.

    Los camarones son, según la Fundación Española de Nutrición (FEN), una buena fuente de proteínas con muy poca proporción de grasas. Además, destacan en gran medida por la cantidad de vitamina B12 que aportan, pero también contienen minerales como el yodo, el selenio y el fósforo. Los camarones tienen un valor energético bajo: 100 gramos de este producto sólo contienen 82 kilocalorías.
J. R. R.