En España, los huevos que más se consumen son los de gallina, también a nivel global (el 92% del total, según el Instituto de Estudios del Huevo). Pero estos tienen un compañero de estantería que, aunque menos popular, también es habitual en la cocina española: los huevos de codorniz, más pequeños y con la cáscara moteada. Esta variedad no es desconocida, aunque suele verse más en pintxos y tapas que en los platos caseros del día a día. Así en este punto cabe preguntarse, ¿hay diferencias a nivel nutricional entre estos dos tipos de huevo?, ¿es esto lo que podría explicar que se consuma más una clase que otra? Para resolver estos interrogantes, a continuación, un análisis de ambos alimentos con las tablas nutricionales en la mano.
En primer lugar, analizamos las proteínas. ¿Qué huevo aporta más cantidad? Pues bien: tiene un poco más el huevo de codorniz. Mientras que en 100 gramos de huevo de gallina (aproximadamente 2 huevos) hay 12,5 gramos de proteínas, la misma ración de huevo de codorniz (aproximadamente 10 huevo) contiene 13,1 gramos. Como explicó EL ESPAÑOL en este artículo, las proteínas que aporta el huevo son de la mejor calidad ya que son las que más se parecen a las que necesita el organismo.
¿Qué hay de las grasas? En cuanto a los lípidos ambos tipos de huevo aportan la misma cantidad: 11,1 gramos. En el caso de los huevos de codorniz hay un pelín más de grasas saturadas, 3,6 gramos, frente a los 3,1 de los de gallina. Pero en rasgos generales, del total de grasas que aportan ambos tipos de huevos, alrededor del 35% son grasas saturadas y el 65% insaturadas, o sea grasas buenas. De las grasas insaturadas, la mayor parte son monoinsaturadas y el resto poliinsaturadas, que son grasas buenas para cuidar la salud cardiovascular. Po tanto, los lípidos que aporta el huevo son nutricionalmente recomendables.
En cuanto a las calorías, los huevos de codorniz pueden ser más pequeños, pero aportan un poco más de calorías: 154 kcal por cada 100 gramos. Mientras, los huevos de gallina aportan 150 kcal por la misma cantidad de alimento. O sea, una diferencia muy poco significativa entre ambos.
La yema contiene la mayor parte de los nutrientes, entre ellos las vitaminas A y la D. Respecto a estos dos nutientes, los huevos de gallina aportan una cantidad ligeramente mayor. En el caso de la vitamina A, los de gallina contienen 227 microgramos frente a los 156 microgramos de los de codorniz. En el caso de la vitamina D, 1,8 microgramos frente a 1,4 microgramos de los de codorniz.
Uno de los elementos en los que destaca el huevo de codorniz es en su contenido de hierro. Aporta 3,65 microgramos frente a los 2,2 microgramos del huevo de gallina. ¿Por qué es impotante este mineral? Pues porque la falta de hierro en el organismo puede derivar en anemia, un problema común en las mujeres y en los niños de países desarrollados. Según explican desde la Clínica Mayo, es un trastorno en el cual la sangre no tiene la cantidad suficiente de glóbulos rojos sanos, que son los que transportan oxígeno a los tejidos del cuerpo.
Más caros
El precio no lo es todo pero también importa. Mientras que una caja de 18 huevos de codorniz ronda los 1,35 euros, media docena de huevos de gallina sale más barata, por unos 0,95 euros.
Además del precio, otro asunto que puede explicar por qué se consumen más los huevos de gallina, ya que nutricionalmente son muy parecidos, es que en el caso de los huevos de codorniz se requiere más cantidad de alimento para conseguir los mismos nutrientes y energía. Es decir, mientras que con los huevos de gallina es suficiente hacer un revuelto de dos huevos, con los de codorniza habrá que cocinar unos 10 (cada unidad pesa unos 12 gramos), algo que puede ser más pesado para los consumidores.
Con todo esto, se puede concluir que el perfil nutricional de ambos productos es muy similar y que ambos son una opción saludable. Además, hace tiempo que la investigación científica confirmó que a pesar del contenido en colesterol de los huevos (que en el caso de codorniz es superior) su consumo no eleva el riesgo cardiovascular en personas sanas.