Durante el confinamiento se convirtieron en el alimento más codiciado de la cesta de la compra, pero la levadura nutricional nada tiene que ver con sus parientes indispensables para hacer pan o repostería. Va ganando popularidad en nuestro país, sobre todo para las personas que siguen una dieta vegana, pero no todo el mundo sabe qué es y para qué se usa. Se trata de un microorganismo unicelular que se alimenta de azúcares y precisa de vitaminas y aminoácidos para crecer, nutrientes que ella misma produce a través de reacciones químicas, de ahí su alto contenido en ellos. Se elabora a partir de las melazas de azúcar de caña o de la remolacha, fermentadas una semana y pasteurizadas, limpias y secas. No es, por lo tanto, ningún producto artificial, sino totalmente natural y sin ningún residuo. Se comercializa en copos, gránulos o polvo y al ser una levadura inactiva es segura para personas con candidiasis o sensibilidad a este tipo de alimentos.
La levadura nutricional es una gran fuente de fibra y contiene 16 aminoácidos y 14 minerales. Rica en riboflavina, niacina, tiamina y folatos, contiene más de un 70% de proteína pero, al contrario de lo que ocurre con otros vegetales, no tiene apenas grasas ni hidratos de carbono. Es uno de los once alimentos con más vitaminas del grupo B, esencial para el correcto funcionamiento del organismo al contribuir a la formación de los glóbulos rojos, a la transformación de la energía, al fortalecimiento del sistema inmunológico y al cuidado de la salud mental. No obstante, aunque por sí misma carece de vitamina B12, muchos fabricantes optan por añadírsela al final del proceso de elaboración y por eso está en la lista de los ocho alimentos con más contenido de este nutriente. No contiene gluten, así que es apto para personas celíacas o sensibles a esta proteína.
Entre los múltiples minerales que contiene este superalimento destaca el cromo, el cobre, el hierro, el calcio, el selenio y el zinc. Al contrario, su contenido en sodio es bajo, así que las personas que tienen problemas de hipertensión o quieren llevar una dieta preventiva en este sentido pueden consumir levadura nutricional como parte de su dieta. Su bajo contenido en grasas y su alto aporte de fibra hacen de ella una aliada perfecta en las dietas de adelgazamiento. También contiene beta-glucano, manano, trehalosa y glutatión, sustancias que contribuyen al cuidado del sistema inmunológico y, en el caso de la última, atesoran un gran poder antioxidante que actúa además regulando el colesterol y desintoxicando el hígado.
Valor de la levadura nutricional
El valor por 100 gramos de levadura nutricional es el siguiente:
Calorías: 344 kcal
Hidratos de carbono: 37 g
Colesterol: 0 g
Grasas totales: 4 g
Fibra: 22 g
Proteínas: 51 g
Zinc: 120 mg
Tiamina (B1): 45 g
Riboflavina (B2): 18 mg
Niacina (B3): 341 mg
Ácido pantoténico (B5): 34 mg
Ácido fólico: 4.400 mcg
Cobalamina (B12): 44 mcg
Biotina: 196 mcg
Cómo tomar la levadura nutricional
La levadura nutricional se puede adquirir en casi todos los supermercados y supone para las personas veganas una gran fuente de sazón que sustituye a muchos otros alimentos que no consumen. Con un potente sabor umami, ligeramente salado que recuerda al queso curado y a los frutos secos, se emplea cada vez más como sustituto de otros condimentos más calóricos y como suplemento nutritivo. En definitiva, se trata de una sustancia muy versátil en cocina que podemos añadir en salsas, gratinados, pastas, huevos revueltos, guisos, batidos, zumos, purés o verduras. Desde Cocinillas nos animan a emplearla "en todo aquello en lo que usaríamos queso rallado" y también para dar sabor a las palomitas de maíz sin grasas.
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