El color que tienen los vegetales tiene una gran importancia: puede revelar qué tipo de nutrientes saludables contiene. Eso sí, también afecta al aspecto general del producto y lo puede hacer más o menos apetecible. Los vegetales naranjas o rojos suelen ser los que percibimos como más apetecibles. Los verdes, aunque son muy comunes, no gustan tanto a los niños y a algunos adultos. Pero, sin duda, los más raros en España son los azulados y los morados.
La comida de estas tonalidades no es muy frecuente y quizás por ello es una de la que más recelos puede causar a la vista. De todas formas, no tenemos ninguna razón para evitarlas ya que contienen sustancias muy saludables. Los responsables de la tonalidad morada de los alimentos vegetales son los pigmentos, unas sustancias antioxidantes que ayudan a minimizar los daños derivados de la fotosíntesis de las plantas.
Concretamente, el color morado de los vegetales advierte de la presencia de antocianinas en su interior. Estos compuestos tienen un efecto antioxidante y antiinflamatorio y, por esta razón, se han observado en ellos beneficios para la salud cardiovascular e, incluso, contra el cáncer. Ahora bien, las antocianinas se diluyen fácilmente en el agua y pierden sus propiedades con el calor. Pero eso, es importante tomarlos de alimentos frescos.