Para completar cada comida, según la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard, un cuarto de la otra mitad del plato debe estar formada por granos enteros, como por ejemplo el arroz integral, un alimento que además de sano es muy económico. No obstante, aunque es saludable, en ningún caso debe desplazar la cantidad recomendada de verduras y hortalizas.
Según explicó a este diario Lucía Redondo, doctora en Ciencias y dietista-nutricionista, el arroz integral tiene un contenido mayor de vitaminas, minerales y fibra que el arroz blanco.
Sea del tipo que sea, sobre todo aporta hidratos de carbono al organismo pero, en el caso de ser integral, será de absorción lenta, o sea, que no provocará un fuerte pico de glucemia en sangre. Para que sea aún más sano y engorde menos, después de cocerlo hay que meterlo en la nevera. "Si hacemos esta operación, la respuesta de los niveles de glucosa en sangre será menor", añadió la experta.