La ensalada es el bocado healthy por antonomasia. Ya sea en España o en la China popular, cuando uno piensa en una receta que pueda aportar beneficios a nuestro organismo y que contenga pocas calorías, siempre aparece en nuestra mente este plato frío en el que las verduras y las hortalizas cortadas, junto con un chorrito de aceite de oliva virgen, suelen ser las protagonistas. Sin embargo, no todas las ensaladas son igual de saludables. De hecho, muchas de las que podemos encontrar envasadas en los supermercados o las que se ofrecen en algunas cadenas de comida rápida son realmente insanas.
Hace sólo unos meses, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) denunciaba en un análisis que las ensaladas envasadas que podemos encontrar en el supermercado no son un producto precisamente recomendable. De las 22 variedades analizadas, sólo cuatro obtenían la máxima calificación en Nutriscore, el semáforo nutricional que indica cuán apto es es un alimento para nuestra salud. El principal problema tiene que ver con ingredientes como el pollo rebozado, el bacon, o el jamón de York o las salsas que incluyen muchas de ellas, que hacen que al final acabemos consumiendo un exceso de calorías, grasas saturadas, azúcares y sal.
"Cuando pensamos en verdura, lo primero que nos viene a la cabeza es una ensalada. Es un plato rápido, fácil y presuntamente sano", advierten el dietista-nutricionista Luis Alberto Zamora y el periodista Alberto Herrera en uno de los capítulos de Comer bien es fácil si sabes cómo (Planeta), el libro sobre alimentación que firman a cuatro manos y que acaba de ser publicado. Y dicen "presuntamente" porque hay ensaladas que, efectivamente, son "auténticas bombas contra la salud".
Una de las más populares es la ensalada césar. La receta tradicional dicta que entre sus ingredientes debe haber lechuga romana, aceite de oliva, mostaza Dijon, salsa Worcestershire, anchoas, huevos crudos, queso parmesano y picatostes. Sin embargo, la cruda realidad es que en la mayoría de los casos encontramos un plato con una base de lechuga y escarola al que se le añade pollo rebozado, pan frito, beicon y una cantidad ingente de salsa césar que elevan sobremanera el contenido calórico del plato. En algunos casos, esta ensalada aporta muchas más calorías que una hamburguesa.
"Con una apariencia sana y un sabor apetecible gracias a sus ingredientes, es frecuente que nos la ofrezcan como alternativa saludable en los restaurantes de comida rápida", escriben Luis Alberto Zamora y Alberto Herrera en su nuevo manual contra los mitos alimentarios. "Pero lo cierto es que en ese mar de lechuga nadan trozos de beicon, carne y pan fritos, queso alto en grasa y una salsa que es una auténtica bomba nutricional, así que cuidado porque puede ser una opción menos saludable que la hamburguesa con queso del mismo local", añaden.
Según los autores, una ensalada césar podría aportar unas 652 kilocalorías, con 10 gramos de grasa saturada y unos 3,5 gramos de sal, mientras que una hamburguesa con queso contiene alrededor de 480 kilocalorías, 6,1 gramos de grasa saturada y 1,3 gramos de sal. "Ensalada no es todo lo que metes en una ensaladera. Es un plato compuesto principalmente por verduras y hortalizas, cortadas en trozos y aderezadas -la mayor parte de las veces- con sal, aceite y vinagre", remachan.
La CBC denunció hace algunos años cómo algunas empresas de comida rápida, "en un intento por reinventar su imagen", lanzaron al mercado ensaladas con apariencia saludable que en realidad son lobos con piel de cordero. "McDonald’s se jacta de que la ensalada de pollo Keep Calm, Caesar On contiene 'pétalos de parmesano real' y 'una mezcla de lechuga y col rizada rica en nutrientes'", explicaba la cadena canadiense. "Una vez que se añade la salsa Asiago César que la acompaña, el perfil nutricional de la ensalada no será tan bueno. Según los propios números de McDonald’s, la ensalada tiene un máximo de 730 calorías, 53 gramos de grasa y 1.400 miligramos de sal", relataba mientras indicaba que un Big Mac doble tenía un contenido calórico algo menor (unas 680 kilocalorías).
La OMS lleva años intentando promover el consumo de frutas y verduras como estrategia a la hora de prevenir un puñado de enfermedades no transmisibles como las cardiopatías y algunos tipos de cáncer. De hecho, el organismo recomienda tomar un mínimo de cinco raciones de fruta y verdura al día. Sin embargo, no todas las ensaladas sirven de la misma manera a este objetivo, por lo que conviene elegir muy bien aquellas que contengan ingredientes saludables y huir de las que no los tienen. Nuestra salud, a largo plazo, nos lo agradecerá.
También te puede interesar...
Esta es la peor ensalada del súper según la OCU: insana y con el triple de calorías
El drama de las ensaladas envasadas: estas son las cuatro que se salvan
Los horrores de las ensaladas envasadas: de los ingredientes insanos ocultos al precio