No todos los yogures son iguales. Ni son todos saludables ni beneficiosos. Hasta aquí la cosa parece obvia. Sin embargo, y con toda la publicidad que recibimos a diario en España sobre yogures ¿quién sabe decir cuál es el mejor o los mejores? Por ejemplo, un yogur 0% grasa puede que no sea mejor que otro. Con tanto bombardeo, la cosa no parece nada fácil, sin embargo, al final, lo más simple y sencillo resulta (casi) siempre lo mejor.
Los yogures son, fundamentalmente, fuente de probióticos que nos ayudan a cuidar nuestra salud intestinal, pero también tienen otros beneficios que relacionan su consumo con un menor riesgo de obesidad o un menor riesgo de diabetes tipo 2, tal y como como han mostrado algunos estudios.
"Los yogures tienen lactobacilos, que son bacterias probióticas que ayudan a mejorar la salud intestinal. No es un alimento imprescindible en nuestra dieta, pero sí es un alimento saludable (siempre que elijamos un buen yogur)", afirma la a EL ESPAÑOL Elena de la Fuente nutricionista del Hospital Quirónsalud San José (Madrid). Y apto y recomendable, por supuesto, también en dietas de adelgazamiento.
Yogur natural entero
Para comprar un buen yogur, debemos fijarnos en el etiquetado nutricional. En éste "debe poner sólo leche y fermentos lácticos. Y ya está. Todo lo demás son florituras o adornos", explica De la Fuente. Ni sabores, ni edulcorantes ni nada de nada. Así, el mejor yogur sería el yogur natural, entero y sin azúcar. El yogur de toda la vida.
Y así lo comenta también la nutricionista Blanca García-Orea (@blancanutri), autora del reciente libro Dime qué comes y te diré qué bacterias tiene (Grijalbo, 2020) en uno de sus últimos posts de Instagram. "El yogur debería tomarse natural y entero". Y además de natural y entero, "si es bio mejor aún", añade esta experta.
Dentro de un yogur natural sin azúcar, podemos encontrarlos de dos tipos: el yogur natural entero (que conserva toda su grasa) y el yogur natural desnatado. Como explicaba en este artículo de EL ESPAÑOL la nutricionista Andrea Calderón, "ambos son igualmente beneficiosos, pero es más recomendable el yogur entero porque la grasa láctea no tiene ningún perjuicio para la salud, de hecho algunos estudios han mostrado que esa grasa tiene beneficios".
No obstante, es importante ver siempre las características personales de cada cual. "Si una persona tiene un exceso de peso, a lo mejor, dependiendo de cómo sea su alimentación, puede que sea mejor un yogur natural desnatado", explica De la Fuente, insistiendo en que "es importante valorar otro tipo de cosas, como los lácteos que consume al día o las grasas saturadas, que también son necesarias —no hay que eliminarlas, pero sí reducirlas—".
En cuanto a los yogures los 0% grasa (que no llevan nada de grasa) es importante decir que "el aporte de vitamina D en estos yogures ya no está (la vitamina D tipo soluble está asociada a esa parte de grasa)", explica De la Fuente. Además, "si tomamos un yogur 0% grasa en forma de tentempié y no lo acompañamos de otros alimentos como frutos secos o fruta, ese yogur no nos va a va a saciar porque el aporte de grasa es muy bajo". Y es importante recordar que las grasas del yogur natural entero son grasas buenas y no debemos temerlas.
Yogur griego
Pero también existe otro tipo de yogur que sería saludable y una muy buena opción para tomar a diario: el yogur griego. "Tomar un yogur natural o un yogur griego se considera un hábito saludable y bueno para la salud", afirma De la Fuente. De modo que las opciones más saludables del mercado serían, en primer lugar, el yogur natural entero y sin azúcar, y en segundo lugar, el yogur griego. Un yogur griego que no tenga azúcares añadidos, ni sabores, ni edulcorantes.
Una unidad de un yogur natural correspondería a media ración de lácteo y una unidad o un yogur griego se consideraría una ración de lácteo (porque tiene algo más de grasa que un yogur natural), expone De la Fuente. Aunque los lácteos en adultos no son necesarios, aunque las recomendaciones nutricionales indican tomar, en adultos, de 2 a 3 raciones diarias.
Bonus track: kéfir
No es un yogur, aunque se le parezca en forma y textura y sea un probiótico igual que el yogur, y se encuentre en el supermercado también en la zona de los yogures y lácteos. Según explica De la Fuente, "el kéfir no es un yogur sino un producto fermentado lácteo que también contiene bacterias probióticas buenas para nuestra microbiota, y es un producto muy recomendable para protegerla y cuidarla".
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