El higo es una fruta tan sabrosa como saludable. Una bomba de nutrientes beneficiosos para nuestra salud cardiovascular y digestiva que todavía esconde muchas más propiedades. Es el fruto de la higuera, la Ficus carica, de la familia de las Moraceae. Sin embargo, técnicamente no es una fruta sino una infrutescencia, un conjunto de flores invertidas que explosionan en el interior de la vaina negra. Se cree que proviene de Oriente próximo y hay constancia de que el ser humano los recolectaba en el 9.000 a.C.; no obstante, se extendió rápidamente por el Mediterráneo y cobró una fuerte popularidad en Grecia, donde recibió el sobrenombre de la fruta de los filósofos. En España también se cultiva, mayoritariamente en Huesca, Ávila, Cáceres, Murcia, Alicante y Lleida.
El higo es un alimento dulce y muy nutritivo del que podríamos pensar que tiene muchas calorías, pero su aporte calórico no es elevado ni tampoco su porcentaje de grasas y proteínas. Esto, sumado a que es una de las frutas con más fibra y, por lo tanto, genera sensación de saciedad, hace que sea un aliado perfecto de las dietas de adelgazamiento. Su contenido fibroso también consigue que sea útil para resolver problemas digestivos como el estreñimiento y servir de probiótico. Además, según un estudio de la Universidad de Isfahan (Irán) esta fruta reduce los síntomas del síndrome del intestino irritable. Asimismo, sus fibras solubles contribuyen a regular los niveles de colesterol y glucosa en sangre, propiciando una mejora de la salud cardiovascular.
La Fundación Española de Nutrición (FEN) destaca en el higo un alto aporte de potasio y vitamina B6. El primero es un mineral que ayuda a la función de los nervios, a la contracción de los músculos y a mantener un ritmo cardíaco constante, mientras que la segunda produce anticuerpos para combatir enfermedades, mantiene la función neurológica normal y fabrica hemoglobina. Introducirlos en la dieta también aportará beneficios para mantener una piel equilibrada y joven por su efecto antioxidante. Previene, asimismo, la degeneración macular que afecta a la vista de los mayores de 60 años y por sus azúcares naturales contribuye a incrementar el nivel de energía y mejorar el estado de ánimo.
Valor nutricional del higo
El valor nutricional del higo por 100 gramos es el siguiente:
Calorías: 85 kcal
Proteínas: 1,2 g
Grasas totales: 0 g
Colesterol: 0 g
Hidratos de carbono: 16 g
Fibra: 2,5 g
Calcio: 38 mg
Magnesio: 20 mg
Potasio: 270 mg
Fósforo: 22,5 mg
Vitamina B6: 0,11 mg
Variedades de higo
Se calcula que existen unas 750 especies de higos en todo el mundo entre las que son comestibles y las que no se comen. Entre ellas se describen cuatro grandes grupos de este superalimento en función de sus características y polinización:
-Persistente o higo común. Las flores individuales son pistiladas y las frutas se desarrollan sin la estimulación de la polinización y la fertilización. Algunas con del tipo Kadota, Mission, Adriatic, Brown Turkey, Celeste y Conadria.
-Cabrahigo. Es el cultivo más primitivo, de flores pistiladas cortas y flores estaminadas funcionales. La mayoría no son comestibles, pero se cultivan porque albergan a una pequeña avispa fundamental para la polinización.
-Esmirna o higo Smyrna. Los frutos no se desarrollan si las flores no son polinizadas con polen transportadas de sus flores masculinas por la pequeña avispa Sari Lop.
-Intermedio o higo San Pedro. Su primera cosecha es conocida como breva. No requiere polinización y fertilización de flores, pero el segundo cultivo se desarrolla solo si las flores son polinizadas como en el caso del tipo Smyrna.
Cómo tomar higo
El higo es una fruta muy estacional que es todavía complicada de adquirir fresca fuera de su temporada en verano y principios del otoño. Sí se comercializa en su variedad seca o en conserva. Su sabor es muy característico, con una textura suave y pequeñas semillas comestibles. Se prestan, sobre todo, a ser degustados sin más florituras; pero lo cierto es que maridan genial en ensaladas, en tablas de quesos y embutidos, o como ingrediente principal del celebrado pan de higo.
Con ellos se puede hacer esta receta de higos en almíbar original de la abuela y una mermelada casera, pero también elaboraciones menos potentes como esta tostada de desayuno con mojama y ricotta. Asimismo, una de las rutinas que más alegría te va a dar, sobre todo si hay críos en casa, es usarlos en seco como sustitutos de las gominolas para que las chucherías sigan sabiéndoles igual de bien, pero además sean saludables.
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