La harira marroquí.

La harira marroquí. Roger Ferrer Ibáñez/flickr

Nutrición

El puchero de Marruecos que es mejor que el cocido madrileño: más sano y mucho menos calórico

Se trata de una sopa típica de Marruecos que se toma todo el año pero especialmente para romper el ayuno del ramadán, ya que es muy nutritiva. 

10 junio, 2021 00:36

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La harira, una contundente sopa típica de Marruecos, tiene cada vez más presencia en los menús del día de nuestro país. Para aquellos que aún no lo conozcan, se trata de un plato marroquí que se toma durante todo el año y uno de los favoritos para romper el ayuno en el mes del ramadán, que este 2021 ha finalizado en mayo, acompañada de dátiles o higos. Dicho esto, ¿cómo se elabora esta sopa del país vecino?, ¿es saludable? ¿ayuda a mantener un peso adecuado?

Aunque se trata de un plato que en función de la región y del cocinero puede sufrir alguna que otra variación, siempre cuenta con legumbres y tomate. En esta ocasión vamos a guiarnos por la receta de Najat Kaanache, chef de cocina marroquí del Canal Cocina. Según sus claves, se trata de un plato en el que los ingredientes principales son las verduras y horatalizas (apio, tomates, cebolla roja, jengibre), uno de los requisitos esenciales para que un guiso sea saludable, como explicó El Español en este texto

A las verduras que dan forma a esta sopa se suma el pollo, que aporta al plato proteínas de origen animal, garbanzos, que también proporcionan proteínas pero de origen vegetal, y fideos, que sobre todo aportan hidratos. Como vemos hasta ahora, esta elaboración del país vecino se parece mucho al cocido madrileño. No obstante, hay dos elementos diferenciadores entre estos platos que son clave. Veamos: 

Por un lado, la harira no cuenta con carne de cerdo (chorizo o tocino que sí se añade al cocido), ya que es un alimento prohibido por la religión islámica. Al no incorporar estos alimentos ricos en grasas, la sopa marroquí resulta más ligera y sana que el cocido que sí suma estos alimentos grasos. Por otro lado, el plato árabe incorpora una variedad de especias y hierbas aromáticas, como pimienta, cúrcuma, canela, perejil, cilantro y azafrán, que son típicas de la cocina del norte de África. 

Así las cosas, podemos decir que esta sopa marroquí es un plato nutritivo, ya que incorpora todos los nutrientes que necesita el organismo en cada comida (verduras, proteínas tanto vegetales como animales e hidratos), así como las grasas saludables del aceite de oliva. Para que nos quede un guiso bajo en calorías y lo más liquero posible la clave está en que haya una buena cantidad de verduras.

 "En un guiso saludable debe haber, como mínimo, 150 gramos de verduras en crudo por ración y persona", aconseja Erika Maestro, dietista-nutricionista y colegiada del Colegio Profesional de Dietistas-Nutricionistas de la Comunidad de Madrid.

Un guiso sano

También se concluye que la harira es un guiso sano ya que no cuenta con alimentos ricos en grasas, como chorizo, panceta o tocino, que hacen que suban las calorías del plato y las grasas saturadas. En su lugar se potencian las verduras y las legumbres, estas segundas con un bajo contenido en grasa y un alto contenido en proteínas de origen vegetal, fibra y aminoácidos esenciales. Si se busca dar sabor a los guiso, como alternativa a estos alimentos grasos será más saludable usar huesos o un poco de jamón. Otra idea para aligerar el plato es quitarle la piel al pollo y desgrasar el caldo en la medida de lo posible. 

Con todo esto podemos concluir que la harira marroquí es un guiso muy recomendable ya que cuenta con pocas calorías, aporta todos los nutrientes y además resulta muy sacientante, por lo que lo pueden comer perfectamente las personas que estén a dieta. Así las cosas, este plato marroquí es una ideal receta que incorporar más a la dieta semanal, sobre todo en invierno, en España. El cuscús, un plato tradicional bereber, cada vez gana más popularidad en nuestro país.

Hay que recordar que el Plato para Comer Saludable de la Universidad de Harvard recomienda que en casa plato hay un 50% de alimentos de origen vegetal, frutas y verduras. Un cuarto lo deben representar las proteínas saludables, tanto legumbres, huevo, carnes de ave o pescados. Y, el otro cuarto, por cereales integrales, como pan, pasta o arroz. Siempre será mejor beber agua, nada de refrescos o alcohol, y cocinas y aliñar siempre con aceite de oliva.