La cebada es un ingrediente que tiene una gran cantidad de usos, desde la producción de cerveza hasta para elaborar algunas variedades de pan. En la mayoría de casos, el protagonismo lo tiene el grano. Sin embargo, esta planta va mucho más allá de los usos más comunes, ya que es también una nutritiva verdura.
La hierba de cebada, a veces llamada cebada verde, proviene de plantas jóvenes de cebada que no han comenzado a producir semillas. Durante esta etapa de la vida de la planta, está llena de nutrientes que la ayudan a desarrollar hojas y semillas más grandes.
Los valores nutricionales son muy interesantes. Cien gramos contienen alrededor de 350 calorías, 2,3 gramos de grasa, 12 miligramos de sodio, 452 miligramos de potasio, 73 gramos de carbohidratos, 17 gramos de fibra, 0,8 gramos de azúcar y 12 gramos de proteína. Esos mismos 100 gramos nos proporcionan un 3% de calcio, 19% de hierro, 15% de vitamina B-6 y 33% de magnesio.
Con estas características, no resulta extraño que su consumo pueda tener beneficiosas repercusiones en nuestro organismo.
El azúcar en sangre, a raya
Algunos estudios coinciden en sus conclusiones que la hierba de cebada podría ayudarnos a mantener niveles saludables de azúcar en sangre. La principal causa de este efecto es su contenido de fibra insoluble, un tipo de fibra que no se disuelve en agua.
Se cree que aumentar la ingesta de fibra podría reducir los niveles de azúcar en sangre y mejorar la sensibilidad a la insulina, facilitando que su cuerpo use esta molécula para descomponer y asimilar los azúcares de manera efectiva.
Un corazón fuerte
La hierba de cebada es un buen aliado en la batalla por mantener la salud del corazón. Según un estudio en personas con diabetes, la ingesta de 15 gramos de extracto de hoja de cebada durante 4 semanas ayuda a disminuir la oxidación del colesterol LDL (es decir, el malo), que es un factor de riesgo de enfermedad cardíaca.
En otro estudio, esta vez en animales, se comprobó que la esencia de hoja de cebada permitió reducir el colesterol total y niveles de triglicéridos, en comparación con un grupo de control.
Además, se sabe que la hierba de cebada también contiene compuestos como saponarina, ácido gamma-aminobutírico y triptófano. Todos ellos se han relacionado con la disminución de la presión arterial, la reducción de la inflamación y la mejora de la salud del corazón.
Un peso adecuado
La hierba de cebada es baja en calorías, pero, además, también muy rica en fibra. Esto la convierte en un excelente complemento para quienes tengan como objetivo perder esos kilitos de más.
Después de ingerirla, la fibra se mueve a través del cuerpo muy lento, lo que mantiene la sensación de estar saciados por más tiempo. De hecho, varios estudios han encontrado que aumentar la ingesta de fibra puede impulsar la pérdida de peso.
Por ejemplo, un estudio con 252 mujeres asoció su consumo con la pérdida de peso. De manera similar, otro estudio de 6 meses en 345 adultos con sobrepeso u obesidad mostró que aquellos que consumían más fibra perdían más peso y les resultaba más fácil seguir la dieta prescrita.
Mejor digestión
Precisamente el alto contenido en fibra es la razón por la que la cebada verde es un muy buen digestivo. Por un lado, la fibra insoluble alimenta las flora intestinal ayudando a digerir los alimentos de manera eficiente y manteniendo los intestinos sanos.
Por otro lado, la fibra dietética soluble ayuda al estómago a absorber el azúcar más lentamente, evitando que suban los niveles de azúcar y colesterol en sangre.
Una piel elástica
La hierba de cebada es rica en vitaminas A y C, que actúan como antioxidantes. Estas vitaminas ayudan a combatir los radicales libres que pueden dañar su cuerpo. Al actuar, los eliminan del cuerpo y reducen el riesgo de sufrir determinados problemas que van desde la disminución de la elasticidad de la piel hasta el cáncer de mama y de colon.
¿Y cómo la podemos tomar?
La hierba de cebada se consume típicamente líquida, en forma de jugo, porque su textura puede ser desagradable para comer. Es fácil encontrar extracto de hierba de cebada en forma de polvo, aunque hay quien prefiere cultivarla, ya que es bastante fácil. El jugo de cebada puede beberse solo, pero también agregarse a otros líquidos como zumos o batidos.