El acné es una afectación de la piel que se presenta tanto en la pubertad como en la edad adulta, llegando a presentarse en el 74% de los adolescentes de 12 a 18 años y hasta el 19% de los adultos de entre 18 y 24 años en España.
Se suele decir que algunos alimentos, como los lácteos y derivados como el chocolate, pueden provocar o agravar el acné. La realidad es más compleja, según varios expertos entrevistados por el medio norteamericano Science Alert.
El acné se produce cuando los folículos pilosos bajo la piel se obstruyen y acumulan grasa. Dicha obstrucción se puede llegar a sobreinfectar por bacterias de la misma piel, agravando el problema. Aunque afecta habitualmente a adolescentes y adultos jóvenes, puede producirse a cualquier edad, siendo la cara, espalda y pecho las zonas más afectadas.
No son pocos los estudios que han relacionado la dieta con el acné, como explica el Dr. Gregory Delost, experto en dermatología. Según el especialista, una revisión sistémica donde se evaluaron 42 estudios observacionales y 11 ensayos clínicos sí determinó se vio una relación entre dieta y acné.
Sin embargo, como bien puntualiza este experto, aunque la revisión en general sí concluyó que había relación, los estudios de intervención (donde se controlaba la dieta de cada grupo, y no solo se comparaban grupos sin más) no mostraban un vínculo tan claro entre dieta y acné.
De hecho, los estudios observacionales suelen consistir en meras compacaciones entre grupos, sin más. Y suelen depender de diarios dietéticos autoinformados por los participantes o encuenstas. En ambos casos, los resultados dependen de la buena memoria de los participantes, y de que lleven a cabo un buen diario de alimentos.
En este caso, Delost también hace hincapié en el hecho de que este tipo de estudios está plagado de limitaciones, sesgos y variables de confusión: las personas tienden a subestimar los alimentos "malos" y a sobrevalorar los alimentos "buenos", sin prestar atención a ingredientes o porciones.
Alimentos relacionados con el acné
Por otro lado, la profesora Gabriella Fabbrocini, experta en acné de la Universidad de Nápoles (Italia) indica que "una dieta con alimentos de alto índice glucémico y el consumo frecuente de lácteos, como la leche entera y desnatada, son los alimentos más relacionados con el acné".
Recordemos que un alto índice glucémico o IG implica que los alimentos ricos en carbohidratos se descomponen rápidamente en el organismo: a mayor IG, mayor rapidez de descomposición y absorción. Destacan en este caso alimentos como los refrescos, pan blanco y arroz blanco, entre otros.
Por su parte, el Dr. Delost explica que, además de estos alimentos basados en carbohidratos, otros con un mayor porcentaje de grasas como el chocolate también tendrían relación con el acné. Pero, en la otra cara de la moneda, alimentos ricos en ácidos grasos poliinsaturados, frutas y verduras podrían ofrecer protección contra esta afectación de la piel.
La dieta que empeora el acné
Una de las dudas típicas sería la forma que tienen estos alimentos de agravar el acné. Según el Dr. Jerry Tan, dermatólogo de la Universidad de Western Ohio, los alimentos con un alto índice glucémico son capaces de elevar rápidamente los niveles de insulina y el factor de crecimiento similar a la insulina 1. Ambas hormonas serían capaces de aumentar la excreción de sebo o grasa de la piel y cambiar los componentes de este sebo a otros más proinflamatorios.
Por otro lado, a parte de la dieta, existirían otros factores a tener en cuenta dentro del desarrollo y agravamiento del acné, como indica la Dra. Kelly Haas, de la Universidad de Massachusetts: la fisiopatología del acné es multifactorial, lo cual quiere decir que habría múltiples causas en su desarrollo y empeoramiento.
De hecho, como indica la misma experta en microbiología, muchos de estos factores aún se desconocen. Algunos que sí tienen relación, además de la dieta, serían los niveles de diferentes hormonas a lo largo de la pubertad, y de forma específica en los ciclos menstruales y en el embarazo en el caso de las mujeres.
Así mismo, la genética, los fármacos y algunos productos cosméticos también han demostrado cierta relación. Por lo tanto, la conclusión final de estos expertos es que aún queda mucho por investigar, pero la relación entre dieta y acné es innegable.