El calabacín (Cucurbita pepo), es una de las especies de plantas domesticadas más antiguas. Su cultivo se extendió desde México hasta Texas y Maine. Cuando españoles y portugueses llegaron a América, trajeron esta fruta, extendiendo así su cultivo por Europa. Su éxito fue tal, que desplazó a la especie dominante, la Lagenaria siceraria, más parecida a una calabaza clásica. Incluso tiene su propia festividad, cada 8 de agosto se celebra en EEUU el Día Nacional del Calabacín.
En 2019, la producción mundial de esta fruta llegó casi a los 28 millones de toneladas, unas cifras que dan fe de su popularidad, ya que es un alimento bajo en calorías, pero plagado de nutrientes. "El principal componente del calabacín es el agua, proporcionalmente le siguen los hidratos de carbono y posee pequeñas cantidades de proteínas y grasas", explica a EL ESPAÑOL María Carmen Japaz, dietista y nutricionista.
"Al tener un elevado contenido de agua y la presencia de fibra, es un alimento idóneo para las dietas de control de peso, ya que aporta saciedad; siempre y cuando lo consumamos crudo o bien empleando métodos de cocción como el hervido, el asado o a la plancha", añade la experta. Comparándolo con otras hortalizas, su contenido de fibra es moderado pero suficiente como para tener un efecto beneficioso en el organismo.
Contra el envejecimiento
El calabacín destaca por un importante aporte de ácido fólico, una vitamina B que ayuda a crear células nuevas, previene las anemias y mantiene la piel sana: y vitamina C, un nutriente fundamental en la formación de cartílagos, vasos sanguíneos y músculos, clave también para los procesos de curación. Además, facilita la absorción del hierro y protege de la pérdida de visión más común como la degeneración macular y las cataratas.
El calabacín también cuenta con vitaminas del grupo B como la B6, que ayuda al organismo a generar anticuerpos, mantiene las funciones enológicas, produce hemoglobina, descompone proteínas y mantiene la glucosa en sangre a niveles correctos.
Beneficia el tránsito intestinal
"Para aquellas personas con problemas gástricos, el calabacín les resultará de muy fácil digestión debido a su contenido de mucílagos (tipo de fibra), además de beneficiar el tránsito intestinal evitando el estreñimiento", destaca Japaz.
Reduce el colesterol
Esta fruta ayuda a reducir los niveles de colesterol en sangre y regular la glucemia (niveles de azúcar en sangre). Un efecto propiciado por la fibra dietética que contiene y las vitaminas A y C, que también se las relaciona con una disminución del riesgo de la aterosclerosis, acumulación de grasas, colesterol dentro de las arterias que puede provocar el estrechamiento de las mismas, obstruyendo el flujo sanguíneo. Estas placas de grasa también pueden reventar, formando un coágulo de sangre que puede producir un accidente cardiovascular o cerebrovascular.
Cuida la salud ocular
Otro de sus puntos fuertes son los fitonutrientes que contiene, luteína y zeaxantina, que componen el pigmento macular humano y se cree que previenen el daño que conduce a la degeneración macular relacionada con la edad, una de las principales causas de discapacidad visual y ceguera, según revelan varios estudios como el llevado a cabo por la Universidad de Tufts, Massachusetts, en EEUU.
Además, otra investigación llevada a cabo en la Clínica Universitaria de Oftalmología de Maastricht, Países Bajos, relaciona estos nutrientes con la reducción de los efectos negativos de la luz azul de las pantallas digitales en la vista, ya que estos carotenoides maculares son filtros naturales de luz azul de alta energía.
Reduce la presión arterial
Entre los minerales que contiene el calabacín, es importante su contenido en potasio y en una menor proporción magnesio, que ayuda a mantener el funcionamiento de músculos y nervios, mantiene en rangos normales los latidos del corazón y mantiene los niveles de glucosa en sangre.
En menor medida, este alimento aporta calcio, que ayuda a formar y proteger dientes y huesos, además de prevenir la osteoporosis; y fósforo, necesario para la producción de proteínas de crecimiento, conservación y reparación de tejidos y células.
Diurético
"Al ser rico en potasio y bajo en sodio, posee efecto diurético, ayudando a eliminar el exceso de líquidos del organismo", subraya la nutricionista, por lo que es muy adecuado para personas que quieran perder peso o que tengan hipertensión arterial.
Japaz advierte que este mismo aporte elevado de potasio, hace al calabacín inadecuado para personas con insuficiencia renal crónica en estadios avanzados. Recomienda que, en el caso en estos pacientes, se recurra a un preparado que evite los cuadros de hiperpotasemia (niveles elevados de potasio en sangre), aplicando las técnicas de remojo y doble cocción.