Alerta alimentaria en España: retiran estas populares ensaladillas y piden que no se consuman
La empresa ha detectado la presencia de un alérgeno en un análisis de autocontrol y ha solicitado a Sanidad la retirada de los estantes.
4 octubre, 2021 11:09Noticias relacionadas
La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición ha tenido conocimiento a través del Sistema Coordinado de Intercambio Rápido de Información (SCIRI), de una notificación de alerta trasladada por las autoridades sanitarias de País Vasco, relativa a la presencia de mostaza no incluida en el etiquetado en “Ensaladilla rusa” de la marca AMEZTOI.
La comunicación se realizó por la empresa que detectó la presencia del alérgeno en un autocontrol. La empresa ha enviado instrucciones a sus clientes para la retirada de la comercialización de los productos y su recuperación.
Los datos de los productos implicados son:
Nombre del producto (en etiqueta): Ensaladilla rusa con atún
- Marca: AMEZTOI
- Números de lotes:
- 73071250 en formato 1,2 kg.
- 7941260 en formato de 300g.
- 7941250 en formato 300 g.
- Producto refrigerado.
Nombre del producto (en etiqueta): Ensaladilla Rusa LZ
- Marca: AMEZTOI
- Números de lotes:
- L707912237 y L70791242 en formato de 2Kg
- Producto refrigerado
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Esta información ha sido trasladada a las autoridades competentes de las comunidades autónomas a través del Sistema Coordinado de Intercambio Rápido de Información (SCIRI) y a los Servicios de la Comisión Europea a través de la Red de Alerta Alimentaria europea (RASFF), con el objeto de que se verifique la retirada de los productos afectados de los canales de comercialización.
Como medida de precaución, se recomienda a las personas alérgicas a la mostaza que pudieran tener los productos anteriormente mencionados en sus hogares que se abstengan de consumirlos. Para las personas que no sufren esta alergia alimentaria, el consumo no presenta riesgo.
Aumentan las alergias alimentarias
En España, se estima que cerca de dos millones de personas son alérgicas a algún alimento. Los alimentos están compuestos por diferentes proteínas y algunas de ellas pueden ser potencialmente alergénicas, siendo capaces de inducir diferentes tipos de reacciones, explicaban María José Goikoetxea y Carmen D’Amelio, doctoras en el Departamento de Alergología de la Clínica Universidad de Navarra.
El desarrollo de una alergia depende, sin embargo, de diversos factores entre los que se incluyen la genética, la frecuencia de consumo de los alimentos y el momento de su introducción, entre otros. Una etapa frecuente de la vida para desarrollar estas alergias es la niñez, especialmente durante los primeros años cuando se comienzan a introducir los diferentes alimentos.
En las personas con alergia alimentaria, se produce una respuesta exagerada frente a uno o más alimentos determinados. Esto es debido al desarrollo de anticuerpos, generalmente tras un contacto previo, que, al reconocer al antígeno o alimento en cuestión, ponen en marcha una serie de reacciones inmunológicas capaces de desencadenar los síntomas típicos de la alergia: picores, ronchas, edema facial, tos, dificultad para respirar, etc. Estos síntomas generalmente se producen de forma inmediata o dentro de las primeras dos horas tras la ingesta o el contacto con el alimento.
Alergias variables
¿Es posible superar la alergia a un alimento? Depende el tipo de alimento. Hay alergias alimentarias en la edad pediátrica que se superan habitualmente con el crecimiento como la alergia al huevo y la leche. Se estima que a los cinco años, el 80% de los pacientes con alergia a la leche de vaca y más de la mitad con alergia al huevo logran superarlo de forma espontánea. Sin embargo, hay otros, como los frutos secos, que no suelen desaparecer con la edad.
En casos como la alergia al pescado se puede llevar a cabo un proceso de desensibilización. Mediante un proceso lento, pero progresivo, se va introduciendo ese alimento en la dieta. Se comienza con cantidades ínfimas hasta que la persona consigue tolerarlo. Es importante tener en cuenta la necesidad de llevarlo a cabo bajo la estrecha supervisión de un especialista. Es una técnica que se muestra más efectiva cuanto más temprano se comienza, ya que a partir de los 5 años de edad disminuyen las posibilidades de tolerar un alimento frente al que se ha vuelto sensible.
¿Ocurre solo si se consume directamente ese alimento? La reacción alérgica no depende de la cantidad ingerida sino de la sensibilidad a ese elemento. No solo hay que prestar atención a la pieza de fruta concreta o al fruto seco, sino también a aquellos productos que puedan contener trazas (cantidades muy pequeñas) del mismo, porque estén presentes en su composición o bien por contaminación accidental de otros alimentos.
Hay quienes ni siquiera necesitan ingerir ese alimento para reaccionar frente a él. Por ejemplo, los vapores del cocinado del pescado pueden desencadenar una reacción alérgica en muchos pacientes con elevada sensibilización a dicho alimento. A estos pacientes se les denomina “detectores de vapores”. En estos casos, la solución no solo pasa por evitar consumir dicho alimento, sino que no pueden estar expuestos durante su cocinado o durante el servicio del comedor del colegio.