Aunque existen diversas formas de burlar el paso del tiempo, las dietas contra el envejecimiento se han hecho muy populares tanto en España como en el resto del mundo occidental. Se sabe que reducir la ingesta calórica, sin llegar a la desnutrición, sí logra alargar la vida en diversos tipos de organismos a la vez que reduce el riesgo de enfermedad. Pero no está claro qué dieta sería la mejor opción.
Ahora, un nuevo estudio publicado en la revista Science habría revisado una por una todas estas "dietas antienvejecimiento": desde la típica dieta baja en calorías, pasando por el ayuno intermitente o la dieta cetogénica, hasta aquellas dietas que restringen ciertos tipos de aminoácidos.
Según los autores del estudio, algo que comparten todas estas dietas es la restricción calórica, ya sea en cantidad de alimento o bien restringiendo el tiempo de consumo alimentario. A su vez, parece que todas estas dietas tendrían un objetivo molecular común: la vía mTOR, una vía metabólica muy estudiada por su relación con el envejecimiento y la prolongación de la vida.
Actualmente no está claro si la restricción calórica, o los efectos sobre la vía mTOR, se producirían directamente sobre el proceso de envejecimiento en sí o si todos los beneficios serían resultado de evitar el sobrepeso y la obesidad, vinculados a un peor estado de salud general, a enfermedades crónicas y a una muerte prematura.
Los autores revisaron los efectos de la restricción calórica clásica y los compararon con otras dietas como la cetogénica, el ayuno intermitente y las dietas que imitan al ayuno mediante restricciones temporales. También analizaron las dietas de restricción de proteínas y las dietas de restricción de aminoácidos específicos (dietas bajas en metionina, bajas en triptófano o bajas en BCAA).
Un apunte que tienen en cuenta los autores es que, en los estudios, el grupo que realiza la dieta antienvejecimiento no consume el mismo nivel de calorías que el grupo control. Las dietas tipo ayuno intermitente o cetogénicas, por ejemplo, suelen incluir entre un 20-40% menos de calorías en el grupo experimental respecto al grupo control, algo que hace difícil discernir si los efectos antienvejecimiento realmente se deben al tipo de dieta o a la restricción calórica como tal.
Dieta 'keto' y ayuno
Por un lado, la dieta cetogénica, caracterizada por un consumo de un 75% o más de las calorías basándose en la grasa, y siempre con un muy bajo consumo de carbohidratos, ha cobrado interes por sus potenciales efectos antienvejecimiento. Una dieta cetogénica continua no parece alargar la vida, pero de forma cíclica sí, al menos en estudios con ratones. Las dietas bajas en carbohidratos también alargarían la esperanza de vida, aunque la dieta cetogénica o muy baja en carbohidratos parece tener un efecto superior.
En la mayoría de estudios realizados en roedores se ha podido objetivar una actividad reducida de la mencionda vía mTOR, lo que a su vez se relacionaría con un aumento de la esperanza de vida. Lo que no está del todo claro es si los cuerpos cetónicos creados mediante esta dieta serían los responsables de estos efectos metabólicos, o si bien es la restricción calórica. Algunos trabajos incluso han sugerido que la suplementación con cuerpos cetónicos externos (ésteres de cetonas) tendrían efectos antiedad al actuar sobre la vía mTOR.
Por su parte, el ayuno intermitente y las dietas que imitan el ayuno también se han postulado como potenciales dietas antienvejecimiento. En este caso, el ayuno intermitente también produciría cuerpos cetónicos como la dieta cetogénica al restringir el consumo de carbohidratos y proteínas, llegando incluso a considerarse como una" dieta cetogénica intermitente". Un ayuno intermitente de 4 días cada dos meses sí han sugerido diversas mejoras para la salud, incluyendo un aumento de la esperanza de vida en ratones.
Dietas bajas en proteínas
En roedores, reducir el consumo de proteínas retrasaría el desarrollo, pero también alargaría la vida y retrasaría el envejecimiento y sus efectos. Una vez más, estos efectos parecen surgir de una reducción de la actividad de la vía mTOR y de hormonas como la hormona del crecimiento.
Pero, como también sucedería con la dieta cetogénica o el ayuno intermitente, los estudios suelen incluir un grupo de intervención con dietas bajas en proteínas pero también bajas en calorías, algo que hace difícil discernir si los efectos antiedad se deben a la restricción proteica o la restricción calórica. En los estudios donde no se ha producido una restricción calórica como tal, la relación entre proteína y esperanza de vida es compleja y parece estar influenciada por los porcentajes de los otros macronutrientes, con otras variables desconocidas.
Por otro lado, existen unos pocos estudios que sugerirían que las dietas restringidas en aminoácidos específicos, como la metionina, el triptófano o los BCAA, se relacionarían a su vez con una mayor esperanza de vida al inhibir la vía mTOR como sucede en las anteriores dietas mencionadas. De hecho, a diferencia de las anteriores dietas, cuando se restringen determinados aminoácidos los ratones estudiados llegan a comer incluso más cantidad de alimento pero no aumentan de peso.
Conclusión
Como conclusión final, los autores hacen hincapié en que su revisión se basa en estudios de modelos de laboratorio y modelos animales. En todos los casos parece que los efectos antienvejecimiento se deben a la inhibición de la vía metabólica mTOR, entre otras dianas moleculares, y por ello los autores sugieren que se debe seguir estudiando respecto a posibles tratamientos farmacológicos sobre estas vías. Por el momento siguen existiendo muchas dudas respecto a qué dieta es mejor, pero todas comparten generalmente una restricción en calorías de forma general.