La crema de sésamo o tahini es una pasta de la cocina tradicional de Oriente Medio elaborada a base de sésamo y aceite que se ha popularizado mucho en los últimos tiempos y ha llegado hasta supermercados como Mercadona. Su sabor es muy característico y puede consumirse como condimento, ingrediente o en un pan de pita. El uso de la semilla de sésamo en la gastronomía es algo que viene de lejos, es el fruto de uno de los cultivos más antiguos que conoce el hombre, se extendió desde África y la India hasta Asia Oriental y Mesopotamia.
En cuanto a la crema que se elabora con estas semillas, existen diferentes tipos. El blanco, elaborado con semillas de sésamo crudas y sin cáscara, que resulta menos digestivo, contiene menos calcio al no tener cáscara, pero sin embargo tiene más antioxidantes (al no tostarse). Por su parte, el integral es el más conocido en Europa, en su elaboración las semillas enteras se tuestan, lo que además potencia su sabor.
La crema de sésamo es una aliada para el mantenimiento y cuidado de los huesos, además de jugar un papel fundamental en el desarrollo de los niños y previniendo la osteoporosis, aumentando la densidad ósea. También contiene más calcio que la leche, conteniendo 426 mg por cada 100 gramos, mientras que la leche sólo llega hasta los 125 mg por cada 100. Aunque esta cifra tiene truco, ya que según explica a EL ESPAÑOL María del Mar Silva, nutricionista licenciada también en Farmacia, especialista en nutrición clínica, "nunca vamos a comer las cantidades de sésamo o crema de sésamo como para poder hacer una comparativa real con la leche".
Otro de los componentes clave de tahini es la metionina, un aminoácido que trabaja en el aumento de la masa muscular y reduce gradualmente la grasa corporal. Además, sintetiza la cisteína y la taurina, que se encargan de fortalecer la piel y desintoxicar el hígado.
El sésamo también es rico en lecitina, que ayuda a luchar contra el colesterol malo, mejorando el perfil lípido sanguíneo, además de contribuir también a la reducción de triglicéridos; fósforo, clave en el mantenimiento de dientes y huesos; magnesio, base en más de 300 reacciones bioquímicas del cuerpo y en el funcionamiento normal de nervios y músculos; hierro y potasio. Convirtiéndolo en un gran aliado para el mantenimiento de la masa muscular, previniendo además la anemia.
Entre las vitaminas con las que cuenta este alimento están la E, B1, B2, B3, B5 Y B15, que reducen significativamente la anemia y acelera el crecimiento celular. Además, contiene mucha más proteína que muchas frutas, 17 gramos cada 100 gramos, y minerales alcalinos que hacen de esta crema la combinación perfecta para las dietas de pérdida de peso.
Antioxidantes que protegen el hígado
En concreto, los antioxidantes que contiene el tahini, llamados lignanos, se los aporta el sésamo. Estos previenen el daño de los radicales libres en el organismo, además de contar con otros beneficios como la regulación de la presión arterial debido también a su alto contenido de ácidos grasos poliinsaturados, fibra, fitoesteroles, reduciendo así la presión arterial sistólica y diastólica según una investigación.
También, un grupo de científicos reveló que la sesamina y la episesamina, dos tipos de lignanos que contiene el sésamo, podrían ser útiles para suprimir los trastornos renales relacionados con la edad. Asimismo, otro estudio, señala que estos lignanos del sésamo reducen la inflamación en el hígado inducida por dietas enriquecidas con grasas o colesterol y además, pueden prevenir la disfunción cerebral relacionada con la edad.
El tahini, al estar realizado con sésamo, contiene sesamol, un compuesto fenólico natural del que existen evidencias actúa como un regulador metabólico que posee propiedades antioxidantes, antimutagénicas, antihepatotóxicas, antiinflamatorias, antienvejecimiento y quimiopreventivas. Además, varios estudios han informado que esta sustancia ejerce potentes efectos anticancerígenos, según desvela una revisión de varios estudios que analizan el papel protector que desempeña el sesamol frente al estrés oxidativo, a través de su capacidad de captación de radicales y su potencial reductor de la peroxidación lipídica.
Estas investigaciones también describen su capacidad para regular la muerte celular. Además, en esta revisión, los científicos discuten las vías de señalización a las que parece apuntar el sesamol para ejecutar sus funciones antioxidantes, antiinflamatorias, proapoptóticas y antiproliferativas. En resumen, existe una amplia evidencia que sugiere que la sustancia derivada del sésamo posee potentes propiedades anticancerígenas in vitro e in vivo. Por tanto, la sesamina podría emplearse como agente terapéutico adyuvante eficaz contra el desarrollo y la progresión del tumor y, por tanto, podría utilizarse en la prevención y tratamiento de varios tipos de cáncer.