Oro parece, plata no es, decía una de las primeras adivinanzas que se aprenden en la vida. Por fuera parecen lo mismo, alargados y amarillos; también guardan parentesco, ambos provienen de la familia de las musáceas y aunque por dentro también se parezcan, sus propiedades, sabor y nutrientes son distintos. Hablamos de los plátanos y las bananas, dos frutas que un ojo inexperto puede confundir.
Para diferenciarlo a simple vista, basta con observar su tamaño. La banana es más delgada y pequeña, mientras que el plátano es más grande y grueso. Los colores son similares, pasando del verde al amarillo cuando maduran y negro cuando se ponen malas. Sin embargo, cuando ambas frutas están en su punto óptimo de maduración, el plátano se torna amarillo ocre y la banana adopta un amarillo brillante.
También tienen diferente forma, el plátano es más curvo y la banana tiene una forma más recta. En cuanto a su interior, la pulpa del plátano es más amarilla y su textura es más suave y firme que la de la banana. A pesar de sus diferencias, ambos son alimentos saludables, aunque en una hipotética competición, el plátano gana a la banana por varias razones.
Fruta de proximidad
La primera razón por la que el plátano es mejor que la banana no tiene que ver con los valores nutricionales. El plátano de Canarias es el único plátano que ha conseguido el máximo reconocimiento de calidad europeo, la Indicación Geográfica Protegida (IGP). Además, tras el desastre del volcán Cumbre Vieja en La Palma, se hizo un llamamiento para aumentar el consumo del plátano de Canarias, para apoyar a las familias que viven del cultivo de esta fruta, en la segunda de las seis islas productoras que venía aportando unos 150 millones de toneladas de este alimento al año.
Asimismo, consumir productos de proximidad, es más sostenible, ya que se han tenido que consumir menos recursos naturales en el transporte. No es lo mismo traer fruta de Canarias que de Latinoamérica, por ejemplo, que es de donde vienen las bananas. De igual modo, esta reducción de costes suele tener repercusión en el precio final del producto, viéndose así beneficiado el consumidor.
Fuente de fibra dietética
"El plátano de canarias tiene más fibra, alrededor de 0,6 gramos cada 100 gramos de fibra soluble y 1,5 cada 100 de insoluble. Además, contiene más agua, ganando en jugosidad a la banana y previniendo la retención de líquidos, fomentando además la hidratación del organismo y evitando el estreñimiento", explica Concepción Álvarez, nutricionista especializada en deportes de alta intensidad. Aunque también tienen un contenido menor de hidratos de carbono respecto a la banana, algo que hace mermar su valor energético.
No engorda
A pesar de tener un aporte calórico o energético mayor que el de mucha fruta, con entre 85 kcal y 95 kcal por 100 gramos, según señala Álvarez, no ha de ser considerado como alimento que engorde. Este aporte calórico es compatible para cualquier dieta y en cómputo global, tiene una excelente relación entre los nutrientes que aporta su consumo respecto a la energía que proporciona.
Vitaminas y minerales
El plátano de Canarias tiene un cóctel de minerales superior a la banana. Zinc, hierro, manganeso o calcio son algunos de los nutrientes que puede aportar este alimento al organismo. Además, su bajo contenido en sodio lo hacen ideal para tomar todos los días y evitar la retención de líquidos propia de los alimentos con más contenido en sal.
Por otro lado, esta fruta también es rica en fósforo, fundamental para el mantenimiento de los huesos, y vitaminas del grupo B, esenciales para mantener los procesos metabólicos, la producción de glóbulos sanguíneos y el correcto funcionamiento del sistema nervioso.
Potasio
Además, el plátano es rico en potasio con entre 350 y 420 miligramos por cada 100 gramos, convirtiéndolos en aliados para la reducción de la presión arterial, ayudando además a reducir el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y cardiopatías.
Azúcares
De los carbohidratos que contiene el plátano, la mayoría están en forma de azúcar, almidón y fibra según la Base de Datos de Alimentos y Nutrición del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, por lo que, a pesar del azúcar, los beneficios que ofrece al organismo gracias a la fibra compensan. Además, los beneficios que aporta la fibra a las personas con diabetes son el retardo de la digestión, aumentando así la absorción de nutrientes, lo que reduce los picos de azúcar en sangre.