Estas son las tres copas que tiene más calorías: ni el gin tonic ni el ron cola
La materia prima con la que se elaboran estos cócteles tiene la culpa de sus calorías y de lo que hagan engordar.
19 diciembre, 2021 02:43Noticias relacionadas
La navidad y la nochevieja están a la vuelta de la esquina. Son días en los que se relaja la dieta y el cuerpo, momentos de fiesta en los que apetece un buen vino o una buena copa. Es normal pensar que al ser preparados con bebidas alcohólicas, puede provocar resaca pero nada más. La resaca es el menor de los males cuando se habla de ciertas mezclas, ya que con mucha agua y descanso se pasa en poco tiempo, lo que quedan son las calorías que contienen.
En primer lugar, los alcoholes como el ron, whisky, tequila o vodka. No tienen ningún valor nutricional. Son un tóxico que provocan sensación de mareo, desinhibición y en grandes cantidades pueden llevar al coma y la muerte. Precisamente esa es la sensación (las primeras descritas, claro) que se busca, en muchas ocasiones, cuando se consumen bebidas alcohólicas.
Actúan como conector social, se las vincula a la diversión y a los ambientes distendidos, su publicidad está llena de estas referencias y hay que reconocer que algunas de las mejores anécdotas que contar ocurren con una copa en la mano. Daiquiri, Moscú mule, Bloody Mary, Piña colada, Mojito, destornillador, Gin Tonic, Manhattan, Ruso Blanco, Pisco Sour, la lista es grande y cada preparado tiene sus particularidades.
La materia prima con la que se elaboran estos cócteles tiene la culpa de sus calorías y de lo que hagan engordar. "El factor determinante es el azúcar, tanto la pura que directamente cuenta como un ingrediente más, como la que se encuentra en las bebidas carbonatadas que los acompañan a estos preparados", explica Nuria Sánchez, dietista nutricionista. Ambos son clave en la elaboración de estas combinaciones, básicamente son la esencia del cóctel en sí.
Long Island Ice tea
"Este combinado ha ido ganando fama en España y cada vez es más demandado entre la clientela", según relata Daniel López, que trabaja desde hace años en una de las zonas más concurridas de la noche madrileña, los Bajos de Argüelles. A pesar de su exótico nombre como de isla del Estado de Nueva York, EEUU y la palabra tea (té en castellano) que contiene su nombre, es una bomba de calorías. No sólo lleva una bebida carbonatada, también en su composición hay sirope y mucho alcohol.
Tequila, vodka, ginebra, ron blanco y Cointreau (todos en una proporción simétrica de 15 mililitros), se suma al zumo de limón (30 mililitros) y alrededor de 20 mililitros de sirope; azúcar a paladas que rematan la faena con refresco de cola hasta llenar el vaso. Una combinación que roza las 400 calorías.
La opción más sana de tomar un combinado muy similar al citado (igual no puede ser si se cambian sus ingredientes) es usar refresco de cola sin azúcar, reducir la cantidad de sirope o directamente prescindir de él y rellenar ese hueco en la composición con más zumo, por ejemplo.
Negroni
Pasamos de un cóctel bien potente en cuanto a alcoholes (y azúcar) a otro de una categoría similar que además gana con creces en fama nacional. Se trata del Negroni, un preparado de origen italiano inventado en 1919 por un barman de Florencia. Derivado de la versión americana, al sustituir la soda por ginebra, pasó a cambiar de nombre y nacionalidad.
Está compuesto por 30 miligramos de Campari, 30 de vermut rojo y otros 30 de ginebra. En ocasiones se le puede añadir unas gotas de naranja o limón con el fin de realzar las notas del vermut. Los cálculos aproximados son de unas 200 calorías vacías, ya que no contiene zumo.
Las opciones de preparar una versión sana de este cóctel son pocas, por ejemplo sustituyendo la ginebra por cava o champán, dando lugar a un Negroni Sbagliato (Negroni incorrecto, en castellano), que como bien indica su nombre, el mismo cóctel no es.
Piña colada
Para terminar, le toca el turno a una bebida de origen pirata, la piña colada. Su origen, ahogado en el mar del tiempo, se le atribuye a Roberto Cofresí, un famoso corsario puertorriqueño, que nació noble y terminó pirata. Se dice que allá por el siglo XIX, repartía entre su tripulación un brebaje hecho a base de piña, coco y ron blanco.
La receta oficial de este combinado (que no la de Cofresí, porque no sobrevivió a su enjuiciamiento), afirma que se realiza con 50 mililitros de ron blanco, 30 de crema de coco y 50 de zumo de piña. Azúcar por partida triple. 245 calorías por cada vaso.
Su opción más sana es sustituir la crema de coco, un sirope dulce lleno de azúcar, por la crema de coco alimenticia que se suele usar en la cocina y cuyo aporte calórico es menor. Utilizar zumo de piña casero y no de supermercado también es clave para reducir las calorías que suma este cóctel. Algo de lo que no se preocupaban los piratas.