En medio de estas fiestas navideñas en España, no son pocos los que se pasarán -o ya se habrán pasado- con la dosis de alcohol ingerida. El castigo será la consecuente resaca del día siguiente. A todo ello hay que sumar los mil y un "trucos" para reducir o incluso "curar" dicha resaca, algunos de los cuales ya hemos desmitificado en EL ESPAÑOL.
Ahora, un equipo de investigadores del King's College London, South London y Maudsley NHS Foundation Trust han llevado a cabo una revisión sistémica sobre la evidencia actual de posibles tratamientos contra la resaca. Sus hallazgos se han publicado en la revista Addiction.
Los especialistas aseguran que la evidencia científica encontrada es de muy baja calidad, y piden que en el futuro se realicen estudios más rigurosos para poder demostrar cierta efectividad a cargo de los remedios antiresca analizados, con el objetivo de proporcionar a profesionales sanitarios y público general información más precisa.
Hoy en día existen numerosos remedios antiresaca, que afirman ser eficaces para uno o varios de sus síntomas. Entre los 21 ensayos clínicos aleatorios analizados por esta revisión se compararon sustancias como extracto de clavo, ginseng rojo, jugo de pera coreana y otras curas tradicionales contra la resaca.
Algunos estudios sí mostraron mejoras estadísticamente significativas en los síntomas de la resaca, pero la evidencia detectada fue de muy baja calidad, sobre todo por los métodos usados en los estudios o las mediciones imprecisas. Además, ninguno de los ensayos estudió el mismo remedio, y ninguno de los resultados ha podido ser replicado en siguientes trabajos.
De los 21 ensayos clínicos incluídos, además, 8 se realizaron solo en hombres. En general, los estudios estaban muy limitados, tanto en la naturaleza del alcohol usado como las circunstancias del consumo del mismo. Además tampoco se clarifica en qué momento se ingirió el alcohol que provocó teóricamente la resaca. Para rizar el rizo, hubo diferencias considerables en el tipo de alcohol administrado, y algunos no clarifican si se tomó o no con comida asociada.
Por otro lado, a los autores de la revisión les sorprende que en ninguno de estos ensayos clínicos se ha evaluado el uso de analgésicos comunes como el paracetamol o la aspirina en comparación al placebo. En la mayoría de los casos eran suplementos alimentarios no medicamentosas, o combinaciones con antiinflamatorios u otros fármacos menos comunes.
Entre los elementos analizados podemos encontrar curcumina, probióticos, L-cisteína y N-acetil-L-cisteína, combinaciones vitamínicas (tiamina, piridoxina y vitamina C), loxoprofeno, naproxeno y fexofenadina, extracto de clavo, extracto de polisacáridos de Acantopanax, ginseng rojo, jugo de pera coreana, L-ornitina, tuna, extracto de alcachofa, Morning-Fit (una mezcla de levadura seca, nitrato de tiamina, chorhidrato de piridoxina y riboflavina), propranolol, ácido tolfenámico, clormetiazol y piritinol.
La mayoría de estos elementos contienen vitaminas del grupo B, sobre todo en forma de mezcla sin una clara pauta de dosis. Pero en muy pocos casos se han analizado fármacos. Según explican los investigadores responsables de la revisión, en futuros trabajos se deberían realizar métodos más rigurosos, incluyendo escalas validadas para evaluar los síntomas de la resaca. Así mismo, se echa en falta la participación de mujeres en los estudios.
Como bien recuerdan, los síntomas de la resaca pueden causar un malestar significativo, con afectación a nivel laboral y académico. Destacan, así mismo, la continua especulación por parte de los medios de comunicación publicitando supuestos remedios antiresaca que claramente no funcionan ni poseen una evidencia científica tras de sí.
Se trata de un tema de interés tanto a nivel de los profesionales sanitarios como a nivel de población general que sí debería estudiarse a fondo. Por el momento, los investigadores lanzan la recomendación más lógica: para evitar la resaca, la mejor opción es abstenerse totalmente de la toma de alcohol, o al menos beber con moderación estricta.