Elimina las barritas energéticas de tu dieta: estas son las tres razones principales
A pesar de su fama de saludable, algunas variedades de este alimento contienen cantidades excesivas de azúcar y grasas trans.
9 enero, 2022 03:03Noticias relacionadas
Las barritas energéticas parecen una solución rápida y fácil a las necesidades nutricionales que pueden aparecer cuando se está fuera de casa, realizando actividades como ir en bicicleta, senderismo o escalada. A pesar de venderse como una opción saludable, algo que incluso puede aparecer en su embalaje o en el propio nombre comercial de la barrita, muchos expertos coinciden en señalar que no son tan sanas como pretenden aparentar.
"Si se echa un vistazo a su valor nutricional, más de la mitad de sus componentes son glucosa y otros azúcares. Más que alimentos saludables, son golosinas disfrazadas", explica Concepción Martínez, nutricionista deportiva. La experta señala que con solo echar un vistazo a los añadidos que a veces estas traen, como cubiertas de miel, chocolate o mermelada, se puede intuir que contienen bastante azúcar.
Un barrita con grillos (de venta en Carrefour) contiene 15,3g de azúcar, equivalente a 3,8 terrones. pic.twitter.com/sCZUB0BiQe
— sinAzucar.org (@SinAzucarOrg) April 19, 2018
No son sustitutas de las comidas
Martínez relata cómo ha llegado a encontrarse con algunas de estas barritas con un valor nutricional tan nefasto como el de reconocidos snacks de chocolate y sirope. Además, otro de los peligros de este preparado radica en el uso que se da del mismo. Por ejemplo, algunas personas las utilizan como sustitutivos de las comidas, con el fin de adelgazar. Algo nada recomendable, ya que en sí, el aporte nutricional de las barritas no es suficiente como para satisfacer las necesidades del organismo en cuestión de vitaminas y minerales.
"Puede provocar desajustes nutricionales", advierte Martínez. Problemas que se han encontrado en varias ocasiones entre los pacientes que acuden a su consulta. "Con tal de adelgazar, a veces nos agarramos a un clavo ardiendo, además, en el caso de las barritas energéticas hay mucho marketing que lo único que hace es confundir a la gente", añade.
Es mejor comer fruta y frutos secos
Comer fruta o frutos secos es más sano que cualquiera de estas barritas, además, estos alimentos son fáciles de transportar, por lo que no sería un problema llevarlos a cualquier actividad deportiva fuera de casa. Por ejemplo, el plátano o los dátiles son capaces de aportar ese chute de energía extra que se busca con estos productos, pero sin los añadidos y los azúcares de los mismos y encima aportando fibra y potasio.
Otra de las opciones más saludables son el hummus y las zanahorias, un picoteo nutritivo cargado de proteínas y apto para los atletas y los deportes más extremos. Las pipas de calabaza o los garbanzos tostados, también son una alternativa perfecta para llevar en la mochila y consumir sobre la marcha. Son una gran fuente de fibra y de proteínas vegetales, además de hierro y ácido fólico, clave en la recuperación muscular.
"Consumir barritas energéticas ricas en fibra antes de realizar deporte no es recomendable, ya que su digestión lenta puede hacer que aparezcan diarreas e hinchazón abdominal. Algunos de estos preparados contienen hasta unos 12 o 15 gramos de fibra por porción", advierte Martínez. Como comparativa, una manzana contiene unos 5 gramos de fibra, mientras que una rebanada de pan no pasa de los tres.
Grasas saturadas
"Como ocurre con otros preparados, consumir habitualmente barritas energéticas no es aconsejable, pero tampoco hay que preocuparse si se hace ocasionalmente. Yo marcaría un mínimo en cuanto a los valores nutricionales que le exigiría a una barrita energética. Por ejemplo, que contengan menos de tres gramos de grasas saturadas y como mínimo cuatro gramos de fibra", subraya Martínez.
La experta señala que habría que fijarse en si mencionan entre sus ingredientes jarabe de caña o de arroz o los alcoholes de azúcar como xilitol, eritritol y los edulcorantes artificiales como la sucralosa y el aspartamo. Estos no son perjudiciales para la salud, ya que son aditivos aprobados por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, sin embargo, señala que a algunas personas les complican la digestión, ya que no se absorben en sangre, pasan a través del intestino y allí son fermentados, provocando algo más de flatulencias y digestiones lentas.