En algunos casos, podemos rastrear la creación de un alimento hasta un lugar y un momento específicos, en los que una necesidad concreta motivó una solución para solventar dicho problema. Un ejemplo clásico de ello es el sándwich, que fue creado por los sirvientes de John Montagu, IV conde de Sandwich.
En este caso, tal era su adicción a los juegos de naipes que llegó a descuidar las comidas, lo que llevó a sus sirvientes a buscar una fórmula adecuada que le permitiera comer sin necesidad de dejar el juego.
Sin embargo, otros platos, recetas o alimentos no tuvieron un origen en una decisión consciente o como resultado de un proceso expreso de investigación. Al contrario, muchos de ellos son grandes ejemplos de serendipia, al ser creados de un modo totalmente casual o, incluso, como consecuencia de un error o accidente. Te contamos la historia de algunos de ellos.
Los polos
Este popular y frío dulce que ayuda a pasar mejor los veranos es fruto de la casualidad. En 1905, Frank Epperson, un pequeño de 11 años que vivía en San Francisco, dejó por olvido un vaso de refresco y un agitador en la calle. Esa noche, la temperatura había caído por debajo del punto de congelación, lo que allí no sucedía a menudo, por lo que el líquido se congeló con el agitador dentro.
Ni corto ni perezoso, lo probó: le pareció realmente delicioso y lo compartió con sus vecinos. Años más tarde, en 1922, solicitó la patente que le fue concedida en 1924, y abrió un kiosco en un parque de atracciones donde los vendía a 5 centavos. A partir de aquí, empujado por el éxito, el negocio continuó creciendo.
Las patatas chips
Al parecer, las chips fueron creadas en 1853 por George Crum, cocinero del restaurante Moon Lake Lodge's en la ciudad estadounidense de Saratoga Springs. En el menú figuraban patatas fritas preparadas al modo francés, cortadas con cierto grosor y que tanto alabó en el siglo XVIII Thomas Jefferson cuando era el embajador de los Estados Unidos en Francia.
En una ocasión, un cliente se quejó de que eran demasiado gruesas. Entonces, Crum frió otra remesa de patatas más finas, pero tampoco le gustaron. El cocinero, ya exasperado, decidió vengarse friendo unas patatas tan finas y crujientes que no se pudieran pincharlas con el tenedor. La sorpresa fue que al exigente cliente le entusiasmaron y otros comensales pidieron las mismas patatas.
Desde ese momento, se convirtieron en el plato estrella del menú con el nombre de Saratoga Chips. Poco después, comenzó a venderlas empaquetadas y con el tiempo, el afortunado cocinero inauguró su propio restaurante, donde fueron el plato estrella.
Los nachos
La creación de los nachos se atribuye a Ignacio “Nacho” Anaya, quien fue maître de Viceroy's Club en Piedras Negras, una ciudad fronteriza de México con Estados Unidos. Según la investigación para el Oxford Dictionary, en 1943, un grupo de esposas de militares estadounidenses se acercó al restaurante cuando el cocinero se encontraba ausente.
Anaya se puso el delantal e improvisó un plato de tostadas de maíz con queso rallado y una pizca de jalapeños. Las mujeres apreciaron mucho el plato y fue apodado como 'Especial de Nacho'. Poco a poco, la fama de la receta se extendió hasta llegar a convertirse en uno de los platos más populares de México y de gran parte del mundo.
Coca-Cola
Si hay un producto icónico del mundo occidental y popular en casi todo el mundo, este es sin duda la bebida de la etiqueta roja. Su origen también se debe a una casualidad que ocurrió en 1886. El farmacéutico de Atlanta, el Dr. John S. Pemberton, estaba experimentando con varios ingredientes para tratar dolores digestivos cuando accidentalmente elaboró un brebaje de jarabe que mezcló con agua carbonatada, resultando tener un sabor agradable.
La farmacia Jacobs fue la primera en comercializar el preparado a un precio de 5 centavos el vaso. Solo 11 años desde su creación, en 1897, Coca-Cola salía por primera vez de los Estados Unidos. En 1889, se firmó el primer acuerdo para embotellar Coca-Cola en todo el territorio estadounidense, dando inicio al futuro modelo de negocio de la compañía en todo el mundo.
Tofu
Uno de los favoritos por quienes siguen dietas vegetarianas y veganas. La historia del tofu se remonta a siglos atrás. Como muchas de las recetas y alimentos cultivados por nuestros antepasados, gran parte del proceso fue accidental y se produjo a través de prueba y error.
La versión más aceptada sobre cómo apareció el tofu dice que se descubrió en la antigua China cuando la soja molida hervida se mezclaba involuntariamente con sal marina impura, lo que finalmente provocó que la mezcla se solidificara y formara un alimento suave y gelatinoso.
Salsa Worcestershire
En 1837, los químicos William Perrins y John Wheeley Lea unieron fuerzas para producir a gran escala la receta de una salsa india que un exgobernador de Bengala les facilitó. Tras muchos intentos, el resultado no fue el esperado y la fallida producción se olvidó en un sótano.
Un tiempo después, abrieron uno de los frascos, con la sorpresa de que como consecuencia de la fermentación natural, que ocurrió de forma totalmente casual, había mejorado mucho su sabor.
Galletas con chips de chocolate
La versión más conocida sobre cómo el origen de este dulce afirma que Ruth Wakefield, copropietaria de Toll House, un popular restaurante en Whitman, Massachusetts, lo creó accidentalmente en la década de 1930 cuando se quedó con uno de los ingredientes principales, las nueces.
Para sustituir este fruto seco, decidió cambiarlo por pequeños trozos de chocolate agridulce. La sorpresa fue que al retirar las galletas del horno, los chips de chocolate no se habían derretido, sino que mantuvieron su forma. El éxito de la nueva receta fue inmensa y poco a poco se convirtió en un postre muy popular que ha llegado hasta nuestros días.
Champán
Una de las bebidas más consumidas. Se cree que su origen se remonta a finales del siglo XV, a partir del vino que se producía en la región francesa de Champagne. Un aumento inusual de la temperatura provocó cambios en el proceso de fermentación produciendo un exceso de dióxido de carbono y, con ello, la aparición de burbujas.
Las botellas que contenían este burbujeante vino explotaban de repente y durante mucho tiempo se consideró que se trataba de una bebida defectuosa e inaceptable. Fue ya en el siglo XVII cuando un monje benedictino, Dom Pierre Pérignon, introdujo algunas mejoras en esta bebida que la convirtieron en lo que es hoy.
Sacarina
Si hay un edulcorante que está casi a la altura del azúcar en popularidad, este es la sacarina. Su origen se encuentra en un error provocado por el químico Constantin Fahlberg a finales del siglo XIX. Descubrió el sabor dulce del ácido anhidroortosulfaminabenzoico al analizar los compuestos químicos en el alquitrán de hulla.
El fortuito descubrimiento ocurrió por un hecho tan trivial como no lavarse las manos tras manipular los elementos del laboratorio, lo que dio un sabor muy dulce a los alimentos que estaba comiendo. Extrañado, se dio cuenta de que el sabor procedía de la sustancia que estaba investigando. Unos años más tarde, patentó el producto y lo empezó a fabricar en Alemania con el nombre se sacarina.