La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que el número de personas con diabetes en el mundo se ha multiplicado casi por cuatro entre 1980 y 2014, pasando de 108 a 422 millones de diagnósticos. Solo en 2019, hasta 1,5 millones de personas murieron por causas directamente relacionadas con la enfermedad, siendo la diabetes tipo 2 o 'adquirida' la más prevalente, con un 90% de casos.
El control del azúcar en sangre, ya sea mediante dieta o fármacos, se ha convertido poco a poco en un gran problema de salud pública. Y no son pocos los estudios que han ido encontrando alimentos funcionales que podrían ayudar en este aspecto. Uno de ellos, la quinoa roja, ha sido analizada recientemente en la revista Nutrients.
Como recuerdan los investigadores, la digestión prolongada de carbohidratos ha demostrado ser beneficiosa para controlar la diabetes tipo 2. En este caso, la enzima alfa-glucosidasa secretada en el intestino delgado es esencial en el final de la digestión. Su inactivación sería una estrategia eficaz para reducir el pico de glucosa tras las comidas, asociado también al sobrepeso y la obesidad.
De hecho, ese es el funcionamiento de algunos fármacos usados contra la diabetes tipo 2, como la acarbosa, el miglitor y la vogilbosa. El problema de dichos fármacos es que a largo plazo causan molestias abdominales y flatulencia, llegando a ser abandonados por los pacientes como consecuencia.
Algunos alimentos, como la quinoa roja, contienen sustancias naturales capaces de inactivar a la alfa-glucosidasa, incluso mejor que algunos fármacos y con menos efectos adversos. Esto se lograría gracias a su riqueza en polifenoles, un tipo de fitoquímico también presente en el té, bayas y granos enteros. Todos estos alimentos también mejorarían el control del azúcar sanguíneo gracias a esta inactivación enzimática. Sin embargo, los cereales tendrían hasta un 60% más de polifenoles ligados respecto al objetivado en frutas y verduras.
Anteriormente ya se habría sugerido que las dietas ricas en polifenoles serían beneficiosas para mejorar la diabetes tipo 2, e incluso para prevenir su aparición, logrando un mejor control del azúcar tanto en ayunas como tras las comidas, y mejorando el metabolismo glucémico en general. Los mecanismos descubiertos son diversos, desde la inactivación de enzimas como la alfa-glucosidasa a la regulación de las vías metabólicas de la glucosa, pasando por la modulación de la microbiota intestinal.
Durante el nuevo estudio, los investigadores obtuvieron extractos de polifenoles libres (FPE) y extracto de polifenoles ligados (BFE) de quinoa roja. También se investigaron sus efectos antioxidantes, inactivadores de la alfa-glicosidasa, y sus mecanismos sobre la digestión del almidón, tanto in vitro como in vivo en ratones.
En la quinoa roja en especial, el contenido de polifenoles ligados sería hasta un 2.7 veces superior al de polifenoles libres. De hecho, los polifenoles ligados o BFE tendrían una mayor actividad antioxidante y un mayor potencial para inactivar la enzima alfa-glicosidasa que los polifenoles libres o FPE.
Durante el estudio, se realizó un ensayo de digestión de almidón in vitro, y una prueba de glucosa en sangre tras la comida in vivo. El ensayo de digestión de almidón demostró que tanto los polifenoles libres como los polifenoles ligados inactivaban el proceso, pero los polifenoles ligados eran los que más retrasaban la digestión en comparación. Así mismo, el ensayo realizado in vivo en ratones también demostró que los polifenoles ligados reducían significativamente el pico de glucemia.
Incluso se demostró que el extracto de polifenoles ligados a una dosis elevada (50 mg/kg) sería comparable a los efectos del fármaco acarbosa (20 mg/kg). Es decir, que estos extractos de polifenoles, según la dosis, podrían compararse incluso a determinados fármacos de uso habitual actualmente, pero sin sus efectos adversos.
Como conclusión, los investigadores hacen hincapié en el hecho de que los granos enteros de cereales - o cereales integrales- son alimentos básicos consumidos en todo el mundo, y son ricos en polifenoles ligados, los cuales se han estudiado poco y se han infraestimado sus beneficios al haberse estudiado sobre todo los efectos de los polifenoles libres en los alimentos.
Así pues, sugieren, los alimentos funcionales deberían tenerse en cuenta como parte del tratamiento global de la diabetes tipo 2, y también dentro de su prevención.