La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan) ha emitido una alerta para avisar de la presencia de alérgenos no declarados, en concreto de proteína de leche, en el etiquetado de varias bebidas alcohólicas. Los avisos por la presencia de alérgenos no declarados que emite el organismo que depende directamente del Ministerio de Consumo son relativamente frecuentes: en las últimas semanas se ha procedido a la retirada de productos como palomitas y galletas españolas en dos ocasiones por el mismo motivo.

Tal y como informa la Aesan, esta nueva alerta ha sido notificada a través del Sistema Coordinado de Intercambio Rápido de Información (SCIRI), a partir de una notificación de alerta trasladada por las autoridades sanitarias de Cataluña y relativa a la presencia de proteínas lácteas no incluidas en el etiquetado de diversas bebidas espirituosas. La empresa fabricante avisará a todos sus clientes y procederá a reetiquetar los productos adecuadamente, apunta la Agencia.

Los datos de los productos son los siguientes: CREMA DE FRESA CON TEQUILA 100 PESOS 0,7 L; CREMA DE SAFRA PAUMERA 0,7 L; LICOR CREMA ARROS EL PETONET 0,5 L; LICOR CREMA ARROS EL PETONET 0,7 L; LICOR CREMA ARROS EL PETONET 1 L; LICOR CREMA ARROS EL PETONET BIDON 10 L; LICOR CREMA ARROS EL PETONET MAGIK 0,7 L; LICOR CREMA ARROS EL PETONET MAGIK 1 L; LICOR CREMA ARROS EL PETONET MAGIK 10 L; MINIS EL PETONET 5 CL.

Según la información de la que dispone la Agencia, los productos implicados se han distribuido en España y Andorra. "Esta información ha sido trasladada a las autoridades competentes de las comunidades autónomas a través del Sistema Coordinado de Intercambio Rápido de Información (SCIRI) y a los Servicios de la Comisión Europea a través de la Red de Alerta Alimentaria europea (RASFF), con el objeto de que se verifique la retirada de los productos afectados de los canales de comercialización".

Como medida de precaución, concluye la Aesan, se recomienda a las personas alérgicas a las proteínas de la leche que pudieran tener estos productos en sus hogares que se abstengan de consumirlo. El resto de consumidores, valora la Agencia, puede tomarlos sin problema.

Diferencia entre alergia e intolerancia

Los expertos diferencian entre alergia a la proteína de esta leche e intolerancia a la lactosa, que es un carbohidrato. "Cuando se habla de alergia el sistema inmune se ve involucrado y provoca diferentes reacciones como picores, rojeces o vómitos. Se diagnostica con un análisis de sangre para medir el anticuerpo involucrado (inmunoglobulina E) y se tiene que evitar consumir cualquier producto derivado de la leche de vaca", señala Anaïs Rico, investigadora farmacéutica y nutricionista del Proyecto SUN de la Universidad de Navarra y también miembro de CIBEROBN.

En el caso de la intolerancia a la lactosa, Rico explica que el sistema involucrado es el digestivo y se produce cuando una enzima (la lactasa), que se encarga de procesar la lactosa, no se produce o se hace de forma insuficiente, provocando dolor, hinchazón, flatulencias o diarrea. Se calcula que entre 10% y un 15% de la población mediterránea presenta esta intolerancia, que se soluciona consumiendo productos sin lactosa.

En España, se estima que cerca de dos millones de personas son alérgicas a algún alimento. Los alimentos están compuestos por diferentes proteínas y algunas de ellas pueden ser potencialmente alergénicas, siendo capaces de inducir diferentes tipos de reacciones, explicaban María José Goikoetxea y Carmen D’Amelio, doctoras en el Departamento de Alergología de la Clínica Universidad de Navarra.

El desarrollo de una alergia depende, sin embargo, de diversos factores entre los que se incluyen la genética, la frecuencia de consumo de los alimentos y el momento de su introducción, entre otros. Una etapa frecuente de la vida para desarrollar estas alergias es la niñez, especialmente durante los primeros años cuando se comienzan a introducir los diferentes alimentos.

En las personas con alergia alimentaria, se produce una respuesta exagerada frente a uno o más alimentos determinados. Esto es debido al desarrollo de anticuerpos, generalmente tras un contacto previo, que, al reconocer al antígeno o alimento en cuestión, ponen en marcha una serie de reacciones inmunológicas capaces de desencadenar los síntomas típicos de la alergia: picores, ronchas, edema facial, tos, dificultad para respirar, etc. Estos síntomas generalmente se producen de forma inmediata o dentro de las primeras dos horas tras la ingesta o el contacto con el alimento.

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