Kim Kardashian es experta en generar debate allá donde va. Esta vez ha sido a raíz de su posado en la alfombra roja de la Met Gala, a la que acudió luciendo el icónico vestido blanco con el que Marilyn Monroe cantó el cumpleaños feliz al presidente Kennedy. La polémica, no obstante, no viene por llevar una pieza histórica, sino por sus declaraciones a la prensa, a la que confesó que había perdido siete kilos en tiempo récord para poder entrar en el vestido. "¡Estoy tan emocionada!", clamaba.
La empresaria es toda una personalidad en lo que redes sociales e influencia se refiere. Por eso, muchos han cuestionado que presumiera de haber perdido tanto peso en menos de tres semanas y que, además, explicase que había sido a base de dejar de comer carbohidratos y azúcares. ¿Es saludable esto que ha hecho Kim Kardashian?
"La vía por la que nuestro cuerpo obtiene energía es a través de estos nutrientes. Por suerte, nuestro organismo tiene una enorme capacidad de adaptación y, cuando deja de obtenerlos en la dieta, activa otro mecanismo por el cual cambia los carbohidratos por la grasa para la obtención de energía. Esto supone entrar en un estado denominado cetosis", comenta a EL ESPAÑOL Daniel Ursúa, nutricionista y autor del blog Nutrihabits.
Como desgrana el experto, cuando el cuerpo no puede usar la energía procedente de la glucosa, empieza a funcionar a través de la oxidación de los ácidos grasos, dando lugar a los cuerpos cetónicos. Si esta situación se mantiene, estas sustancias se empiezan a acumular en exceso y pueden llegar a alterar el PH sanguíneo y conducir a una situación grave de cetoacidosis o acidosis metabólica, una complicación que suele estar asociada a la diabetes -aunque también se han identificado casos en pacientes seguidores de la dieta Atkins-, y que, si no se controla, puede llegar a tener consecuencias fatales.
Efectos secundarios
Además, la cetosis también se relaciona con efectos secundarios, como mareos, mal aliento, náuseas, estreñimiento, fatiga, cólicos, cefaleas, entre otros. Como matiza Ursúa, estos suelen ser de carácter leve y, además, destaca el hecho de que no hay que confundir el método de Kim Kardashian con las dietas cetogénicas, que son aquellas basadas en un aporte reducido de hidratos de carbono (entre 50 y 60 gramos, al día) y proporcionalmente altas en grasas.
Hay estudios que afirman que éstas tienen un impacto positivo en la salud, ya que mejoran el control glucémico y de concentraciones plasmáticas de triglicéridos, pero en el caso de la celebrity de lo que hablamos es que eliminó por completo carbohidratos y azúcares y sólo se alimentó a base de verduras. Además, es importante recalcar que las dietas cetogénicas deben ser prescritas por profesionales, que valoren de forma personalizada el caso que se le presenta.
Ursúa señala, como denuncian muchos de los que se someten a la dieta Dukan y otras dietas milagro de ese estilo, que la pérdida de kilos que se logra a través de métodos como el de Kim Kardashian es pasajera e, incluso, en muchos casos la persona terminará aumentado de peso. "Estos cambios tan repentinos no suelen ir acompañados de una educación nutricional, por lo que no es habitual que se mantengan en el tiempo", sentencia.
Es por eso muy importante señalar que estas dietas, lejos de conseguir el objetivo soñado, van a traer fatídicas consecuencias para nuestra salud. En primer lugar, porque se fuerza al cuerpo a un gran impacto metabólico, caracterizado por un aumento de los niveles de estrés. "Nuestro cuerpo no sabe si estamos haciendo dieta o nos estamos enfrentando a una emergencia", aclara el nutricionista. En segundo lugar, porque "se aumenta considerablemente el riesgo de desarrollar un trastorno de la conducta alimentaria".
Riesgos de TCA
¿Por qué? Ursúa lo explica así: "Mantener la adherencia a unos hábitos tan estrictos es imposible y, por lo tanto, cuando llegamos (o no) a nuestro objetivo, lo que hacemos es lanzarnos al extremo contrario". Efectivamente, en el caso de Kim Kardashian pasó exactamente eso, ya que confesó que esa noche lo primero que iba a hacer era comer pizza y donuts.
Además, está el hecho de que la empresaria tiene a su disposición una gran cantidad de recursos que no todo el mundo puede alcanzar, como nutricionistas, entrenadores personales o psicólogos, los cuales pueden entrar en juego en el caso de que necesite reconducir esta conducta alimentaria. "Al final, por ese equipo que tiene detrás, puede que lo que ha hecho no tenga un gran impacto en su día a día, pero la persona que la ve por la tele y la toma como ejemplo puede que acabe con su salud".
Cuando le preguntas al experto qué le diría a una persona que le pidiera bajar siete kilos en menos de tres semanas, éste se muestra tajante: "Le diría que hacerlo de manera saludable no es posible".
Además, hace hincapié en que "la salud no está en el peso y que la salud es lo que verdaderamente importa". Poner en práctica prácticas alimenticias como la de Kim Kardashian puede tener efectos devastadores a la larga. "Esto es lo que va a determinar que dentro de 20 ó 30 años tengamos una buena calidad de vida", sentencia.
Queda claro que someter al cuerpo a una práctica tan drástica sólo con el objetivo de entrar en un vestido no es un buen ejemplo. Como aclara Ursúa, lo que hay que promover desde posiciones de influencia es el cuidado de la salud, hacer llegar a la población que "nuestro principal objetivo debe ser ganar salud, no perder peso. Centrándonos únicamente y exclusivamente en la pérdida de peso, solemos descuidar y perder salud".