Aunque sigue habiendo multitud de defensores del consumo de alcohol en una cantidad "moderada", anunciándolo como potencial factor protector de enfermedades cardiovasculares, los nuevos estudios no dejan de criticar e incluso desterrar esta idea: cualquier cantidad de alcohol es perjudicial para el ser humano, sobre todo en cuanto a riesgo de sufrir cáncer se refiere.
Pero, además, no hay que olvidar que existen muchos otros factores de riesgos típicos de la sociedad occidental que pueden empeorar las cosas. Y que, sumándose al consumo de alcohol, pueden aumentar el riesgo exponencialmente.
Ahora, un nuevo estudio presentado en el Congreso Europeo sobre Obesidad, celebrado en Maastricht (Países Bajos), sugeriría que el sobrepeso y la obesidad amplifican los perjuicios del alcohol, y aumentan más si cabe el riesgo de sufrir cáncer.
En este caso no solo se tuvo en cuenta el IMC como factor clasificador de sobrepeso y obesidad, sino que se analizó de forma particular el porcentaje graso de las personas que participaron en el estudio. Así mismo, los investigadores destacan una clara relación dosis-respuesta entre los niveles más altos de obesidad y el mayor riesgo de desarrollar cáncer, independientemente del consumo de alcohol.
Según los investigadores, dirigidos por la Elif Inan-Eroglu, de la Universidad de Sydney (Australia), este sería el primer trabajo que observa la relación entre obesidad (porcentaje graso, circunferencia abdominal e índice de masa corporal o IMC), consumo de alcohol y su relación con todos los cánceres que se sabe que están influenciados por alcohol y obesidad.
Actualmente los consejos de salud tienen en cuenta uno u otro factor de riesgo por separado, en cuanto a cáncer se refiere, pero dichas pautas no contemplan el efecto combinado de alcohol y obesidad de forma simultánea. Esto es un problema a nivel de salud pública, dado que se calcula que a nivel mundial el 4% de los nuevos casos de cáncer solo durante el año 2020 (741.300 casos) tenían relación con el consumo de alcohol, mientras que el sobrepeso y la obesidad de relacionarían con un aumento del riesgo de al menos 13 tipos de cáncer que representarían el 40% de todos los cánceres diagnosticados ese año en EE.UU.
Los datos actuales sugieren que más de la mitad de los cánceres son prevenibles, y el alcohol sería precisamente la tercera causa prevenible de cáncer, por detrás del tabaco y la misma obesidad.
En este estudio, los investigadores analizaron datos de 399.575 participantes de entre 40 y 69 años, cuyos datos provenían del Biobanco del Reino Unido. Ningún participante sufría de cáncer cuando empezó el estudio, y fueron seguidos durante una media de 12 años. Los diagnósticos de cáncer se identificaron gracias a ingresos hospitalarios y datos de registro de cáncer.
Por otro lado, los participantes se dividieron en tres grupos según su porcentaje de grasa corporal, circunferencia abdominal e IMC, y se clasificaron también según su consumo de alcohol autoinformado en base a las pautas de Reino Unido: nunca, casi nunca, dentro de las pautas (14 unidades o menos de alcohol a la semana) y bebedores habituales (más de 14 unidades de alcohol a la semana). Con dichos datos, se examinó la asociación conjunta entre obesidad, consumo de alcohol y el riesgo de hasta 21 tipos de cáncer diferentes (13 de ellos habitualmente relacionados con la obesidad, y 8 de ellos habitualmente relacionados con el consumo de alcohol).
Tras ajustar factores como la edad, sexo, dieta, nivel educativo, actividad física, tabaquismo, sueño, nivel socioeconómico y coexistencia de otros enfermedades, se detectaron 17.617 casos de cáncer relacionados con el alcohol y 20.214 casos de cáncer relacionados con la obesidad durante los 12 años que duró el el estudio. Y, a mayores niveles de grasa corporal y mayor consumo de alcohol en conjunto, mayor era el riesgo de sufrir cáncer.
En comparación a los participantes con menores niveles de grasa corporal y nulo consumo de alcohol, aquellos con mayores porcentajes de grasa y niveles más elevados de consumo de alcohol tenían hasta un 61% más de probabilidades de desarrollar algún tipo de cáncer relacionado con el alcohol; por su parte, aquellos con mayores porcentajes de grasa que bebían de forma "moderada", según las pautas de Reino Unido, tenían igualmente hasta un 53% más de riesgo de sufrir cáncer.
Por otro lado, también se identificó una clara relación dosis-respuesta con la obesidad, independientemente del consumo de alcohol o no: a mayores niveles de grasa corporal, circunferencia abdominal e IMC, mayor era el riesgo de desarrollar algún tipo de cáncer relacionado con la obesidad: los participantes con mayor cintura abdominal y que bebían más, tenían hasta un 28% más de riesgo de desarrollar algún cáncer relacionado con la obesidad. Por su parte, aquellos que bebían de forma "moderada", pero tenían mayores niveles de cintura abdominal, tenían hasta un 17% más de riesgo de desarrollar estos tipos de cáncer.
Como conclusiones, los investigadores sugieren que las pautas de consumo de alcohol consideradas como "seguras" deberían revisarse, sobre todo en casos de sobrepeso u obesidad, dado que dos tercios de la población de Reino Unido están por encima del peso recomendado.