Hay una frase de la película El Caballero Oscuro que ha pasado a la cultura popular: "O mueres como un héroe o vives lo suficiente para verte convertido en un villano". Sin ánimo de ponernos dramáticos, el arco argumental del movimiento 'Realfooding' ha seguido una transformación similar. El protagonista sería el nutricionista Carlos Ríos, popular y carismático en redes sociales, que transmitió a su joven audiencia la importancia de los alimentos frescos y sin procesar. Pero desde que asoció su imagen a las marcas comerciales, sus últimas iniciativas han provocado controversia.
Productos como el hummus 'realfooder', por ejemplo, gozaron de buena recepción. Con una receta que apuesta por "ingredientes reales" y rehúye los aditivos, ofrece un producto final a base de legumbres y objetivamente saludable. Las críticas, en cualquier caso, venían de una potencial 'demonización' de los conservantes: el EDTA que se añade a los garbanzos en conserva, por ejemplo, no perjudica en absoluto su calidad nutricional. Con esto en mente, argumentaban los especialistas en alimentación, no sería difícil encontrar otros hummus en el mercado que también serían saludables a pesar de no llevar el sello de 'Realfooding'.
Los productos que han abierto la caja de Pandora, sin embargo, han llegado después: cremas de cacao, helados o cruasanes. En algunos casos, la controversia está en la letra pequeña: legalmente, un alimento no se puede considerar "sin aditivos" si emplea puré de frutas como edulcorante, por muy natural que sea. En otros, sencillamente, se aprecian argucias propias de los ultraprocesados que denostaba, como presentar una "preparación a base de aceite de oliva virgen extra" en el que ese ingrediente sólo representa un 12% del total.
Hay otros problemas más profundos relacionados con una concepción de la alimentación que ha llevado a algunas personas, muy a menudo jóvenes, a la ortorexia: la obsesión por tomar únicamente alimentos sin procesar, aunque eso implique llevar una dieta incompleta. El reverso de la moneda es perjudicial igualmente: por mucho que se edulcore con fruta o se usen harinas integrales, las cremas de cacao, los cruasanes y los helados no dejan de ser de consumo ocasional. Como explicaba en un tuit Miguel Ángel Lurueña, doctor en Tecnología y Ciencia de los Alimentos, el sello 'Realfood' no convierte a todos los alimentos en saludable.
Hay más factores añadiendo combustible a las llamas, como la proliferación de productos 'Realfooder' que en nada atañen a la calidad nutricional de los alimentos -de carritos de la compra a robots de cocina- o la reacción desaforada del propio Ríos en redes, movilizando a sus seguidores para acosar a los expertos en nutrición que han planteado las críticas anteriormente expuestas. Pero, con todo, la problemática gira en torno al primer punto: si Carlos Ríos tiene razón en animarnos a comer 'comida real', la 'comida real' no nació con él. Y ciertos productos de toda la vida cumplen el requisito de ser tanto "reales" como "saludables".
Pan integral
Es cierto que el pan 100% integral ha sido difícil de encontrar en las grandes superficies hasta hace poco: o se trataba de harina refinada, o se trataba de harinas mezcladas. Sin embargo, el interés por incorporar carbohidratos complejos a la dieta, los que se encuentran en el grano que conserva la cáscara y el salvado rico en fibra, y que protegen contra los picos de azúcar en sangre poco saludables, han llevado a mejorar la oferta. En los supermercados Alcampo, por ejemplo, se puede encontrar un 'Pan integral de trigo (100%)' a 4,22 euros el kilo, por los 10,10 euros el kilo que cuesta 'Pan 100% integral Realfooding'.
Yogur
El yogur saludable tiene una receta sencilla: es, sencillamente, el natural sin azucarar, aquel que contiene únicamente leche, fermentos lácticos y opcionalmente leche en polvo o nata. El hecho de que sea desnatado o entero no afecta a su idoneidad, ya que la grasa de la leche tiene efectos beneficiosos. Y la principal diferencia entre el yogur líquido y el de "cuchara" es la forma de prepararlo. Así, en Carrefour encontramos un yogur de este tipo con leche parcialmente desnatada con 1,1% de materia grasa, leche desnatada en polvo y fermentos lácticos a 1,30 euros el kilo. Su contraparte de Realfooding sale a 4,29 euros el litro.
Salmorejo
Para empezar, ¿es el salmorejo un alimento saludable en sí? Sí, si se elabora con estos ingredientes: tomate, pan, aceite de oliva virgen extra, ajo y sal, a los que se puede añadir pimiento y vinagre de Jerez. Hacendado tiene un 'Salmorejo al estilo cordobés' con estos mismos ingredientes y sin aditivos, a un precio de 1,70 euros el litro. Su equivalente Realfooding, con una composición similar, sale a 3.00 euros el litro. A partir de aquí, es cuestión de gustos personales: será el paladar del consumidor quien decida en última instancia qué opción le conviene mejor.