En estos días de altas temperaturas, es importante buscar alternativas que nos permitan mantener a nuestro cuerpo en un óptimo estado de hidratación. Las bebidas, al igual que algunas frutas y verduras ricas en agua, son las mejores opciones. Sin embargo, hay que tener en cuenta que no todos los líquidos pueden ser útiles para lograr este objetivo, y el ejemplo más claro es el de las bebidas alcohólicas y algunas azucaradas.
También, durante mucho tiempo, el café y el té han estado en el punto de mira. ¿El motivo? Muy sencillo, el efecto diurético que provocan estas infusiones, que al favorecer la producción de orina y su posterior expulsión, puede incrementar el riesgo de sufrir un cuadro de deshidratación. Veamos qué hay de verdad en ello.
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Cuando una sustancia es diurética, hace que los riñones eliminen el exceso de sodio y agua del cuerpo a través de la orina. Sin embargo, en el caso de la teína y el café, se consideran que son unos diuréticos muy suaves, de modo que, cuando tomamos un café o un té, la cantidad de agua que incluyen suelen superar con creces la cantidad de líquido que expulsaremos.
En este sentido, se pronunció el Dr. Daniel Vigil, profesor clínico de la Escuela de Medicina David Geffen de la UCLA, en unas declaraciones a la revista TIME, al ser preguntado los posibles efectos deshidratantes del té o del café. Vigil afirmaba que "al beber una taza de café o un vaso de té helado, necesariamente estás tomando un volumen de líquido junto con esa dosis". Por tanto, con su consumo "no se perderá más líquido a través de la orina que el que se ingiere, ya que el cuerpo es capaz de absorber tanto líquido como necesita y expulsar el resto".
Lo que dicen los estudios
Recordemos que ambas sustancias son calificadas como diuréticas suaves, de modo que solo en cantidades altísimas, con unas dosis muy por encima de los que suele tomar cualquier persona a la que le gusten estas bebidas, podría suponer algún tipo de riesgo. En el caso del café, tal como muestran algunos estudios, sería necesario superar los 500 miligramos de cafeína al día, lo que equivaldría a, como poco, cinco o seis tazas.
En otro estudio, se investigó el efecto del café con bebedores ocasionales, usando preparados de café con agua con diferentes cantidades de cafeína. Solo en algunos casos, entre quienes tomaron las dosis más altas, dieron alguna prueba de deshidratación a corto plazo.
En cambio, quienes tomaron cantidades entre leves y medias, tuvieron efectos positivos en la hidratación. Los investigadores observaron que beber el café con más cafeína tenía un efecto diurético a corto plazo, mientras que el café con menos cafeína eran más hidratantes.
Este efecto ha sido confirmado por diversos estudios posteriores, como uno que demostró que la ingesta moderada de café -800 ml diarios durante 3 días- era tan hidratante como beber la misma cantidad de agua. En la misma línea, un análisis de dieciséis estudios descubrió que tomar 300 miligramos de cafeína en una sola sesión -unas tres o cuatro tazas- no supuso necesariamente una mayor producción de orina.
En el caso del té, lo cierto es que las investigaciones han sido menos numerosas que con el café. No obstante, sí existen estudios que pueden aportar algo de luz. En uno se comparó el nivel de hidratación entre un grupo de personas que bebieron té y otro que no. Las personas no bebieron nada más que té durante las 12 horas que duró la prueba no mostraron diferencia con las personas que bebieron la misma cantidad de agua hervida.
Si bebes mucho, mejor con hielo
En general, las entidades e instituciones dedicadas a la nutrición parecen estar de acuerdo en que tanto el té como el café no parecen tener efectos negativos sobre el nivel de hidratación. En este sentido, la Fundación Española de la Nutrición señala que "además del agua, existen otras formas de hidratación como el consumo de otros líquidos: zumos, caldos, café e infusiones".
Del mismo modo, tal y como explicamos en este artículo, solo hay dos bebidas que, según la Universidad de Harvard son saludables además del agua: el café y el té. Entre otras propiedades, según esta institución, se encuentran la de contribuir a mantener el cuerpo en un adecuado nivel de hidratación.
Solo en algunos casos, el café y el té pueden ser causa de deshidratación: cuando la cantidades son realmente abismales. Esas personas que toman más de cinco tazas al día pueden seguir un pequeño consejo para minimizar ese riesgo: tomarlo con hielos. Quienes así lo hagan, con este sencillo método, se asegurarán que cualquier efecto diurético que pueda incrementar el riesgo de deshidratación, estará más que cubierto.