¿Puede un batido de chocolate ser saludable o, por el contrario, tiene tanto azúcar que tomarlo es una opción poco recomendable? En estos tiempos de ruido y confusión, el Instituto Puleva Nutrición ha promovido la campaña “Decisiones con datos”, que presenta elementos de juicio objetivos en el campo de la alimentación, para ayudar a tomar mejores decisiones.
En el caso de los batidos, el punto de partida es que no todos son iguales. Desde el punto de vista del valor nutricional, los más interesantes son aquellos con al menos un 90% de leche en su composición.
En torno a la mitad es lactosa naturalmente presente
Los batidos con un 90% de leche, como los de Puleva de chocolate, contienen 9,1 gramos de azúcares por cada 100 mililitros, pero hay que distinguir qué tipo de azúcares son. Cerca de la mitad del azúcar (4,4 g por cada 100 mililitros) está naturalmente presente en la leche. Se trata de lactosa, conocida también como el azúcar de la leche, que está naturalmente presente en esta bebida y que la Organización Mundial de la Salud excluye de sus limitaciones de consumo ya que no se considera ni un azúcar libre ni añadido [1].
El hecho de que la normativa vigente de etiquetado en la Unión Europea impida diferenciar los tipos de azúcares (cuáles son naturalmente presentes y cuáles son libres o añadidos), ha favorecido especialmente la confusión.
Bajo aporte calórico [2] y de los azúcares añadidos consumidos cada día
Otra de las cifras en torno a las que es frecuente medir el equilibrio de la alimentación que tomamos cada día es el número de calorías ingeridas. Aunque depende del peso y de las particularidades personales de cada individuo, si se toman como referencia las 2.000 calorías diarias como una media habitual, la ingesta de un batido de chocolate con un 90% de leche solo representa el 6% de la cantidad total recomendada.
Además, según pone de manifiesto el estudio ANIBES [3], los batidos representan el 6% del total de los azúcares añadidos consumidos en un día, según pone de manifiesto el estudio ANIBES, desarrollado por la Fundación Española de Nutrición.
Como se observa en la tabla adjunta, los refrescos con azúcar son los que mayor cantidad de azúcares añadidos aportan a la dieta, con algo más del 25% del total de azúcares añadidos consumidos de promedio en un día.
Otros alimentos que se mueven también en los dos dígitos en cuanto a su aporte calórico según el documento de la FEN son el azúcar, la bollería y pastelería y el chocolate con un 17,8%, un 15,2% y un 11,4%, respectivamente.
En este sentido, los datos del ‘Consumer Panel’ que elabora la consultora Kantar con los datos de consumo diario de más de 4.000 hogares representativos de la población española, permiten concluir que el aporte de azúcar de los batidos en la dieta es muy limitado. En concreto, el consumo promedio de batidos, en aquellos hogares en los que está presente -el 14,7% de los hogares, para el tramo de edad de 5 a 9 años- lo cifra en menos de 2 raciones por semana [4], en línea con los datos disponibles del estudio Aladino [5] (2019), promovido por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN).
Valor nutricional a través de momentos de placer
El 90% de un batido de chocolate como el de Puleva es leche, lo que se traduce en un elevado valor nutricional gracias al contenido de calcio, proteínas de alta calidad nutricional, fósforo y a que es fuente de vitaminas D, nutrientes que deben tenerse en consideración al evaluar su composición nutricional.
Por otra parte, que la bebida que tenga sabor a chocolate es otra ventaja, ya que favorece que los menores puedan alcanzar las ingestas recomendadas de productos lácteos y hacerlo de una forma divertida y placentera.
Teniendo a disposición todos estos datos y considerando el contexto, los batidos no dejan de ser sinónimo de riqueza nutricional, fuente de nutrientes esenciales para una correcta alimentación y todo con un limitado aporte calórico. La conclusión es que pueden formar parte de un patrón de alimentación saludable, dejando atrás los falsos mitos, y que pueden considerarse entre las opciones para cubrir las raciones de lácteos recomendadas.
Fuentes consultadas:
[1] Guideline: Sugars intake for adults and children. Geneva: World Health Organization; 2015.
[2] Food and Nutrition Board. Institute of Medicine. Dietary Reference Intakes (DRI) for energy, carbohydrate, fiber, fat, fatty acids, cholesterol, protein and amino acids. Washington: National Academy Press; 2002.
[3] Ruiz E, Rodríguez P, Valero T, Ávila JM, Aranceta-Bartrina J, Gil A, González-Gross M, Ortega RM, Serra-Majem Ll, Vera-Moreiras G. Dietary Intake of Individual (Free and Intrinsic) Sugars and Food Sources in the Spanish Population: Findings from the ANIBES Study. Nutrients, 2017;9(3):275; doi:10.3390/nu9030275.
[4] Kantar WorldPanel. Usage Panel 2021.
[5] Estudio ALADINO (2019). https://www.aesan.gob.es/AECOSAN/web/nutricion/detalle/aladino_2019.htm (Tabla 18. Frecuencia de consumo habitual de algunos alimentos)