El té de hibisco, como su nombre indica, es una infusión que se elabora con partes secas de la planta de hibisco. A la vista, destaca su potente color rojo intenso. Esta bebida, a la que también se le conoce como 'agua de Jamaica', posee sabores dulces y agrios, similares al arándano, y se puede consumir caliente o helado.
A pesar de esa referencia a Jamaica, su origen se encuentra en el norte de África y el sudeste de Asia. No obstante, lo cierto es que en la actualidad es fácil encontrarlo en muchas zonas con climas tropicales y subtropicales.
Desde la antigüedad, esta planta ha sido utilizada por el ser humano. Sus hojas, tallos y flores han sido utilizados como ingredientes para cocinar o como medicina tradicional. Esto se debe a las muchas propiedades saludables que se le atribuyen, algunas de las cuáles han sido corroboradas por la ciencia moderna.
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Veámoslos a continuación.
Antioxidantes contra los radicales libres
La planta de hibisco es rica en antioxidantes como el betacaroteno, la vitamina C y la antocianina. Como es bien sabido, los antioxidantes destruyen las moléculas dañinas conocidas como radicales libres dentro del cuerpo.
Los radicales libres causan daño a las células, y contribuyen a enfermedades como el cáncer, las enfermedades cardíacas y la diabetes. Diversos estudios han demostrado el efecto positivo del hibisco en este sentido.
Disminuye la presión arterial
Los datos apuntan a que casi la mitad de la población española sufre hipertensión en algún grado, con especial relevancia en poblaciones específicas, como la que sufre diabetes. Esto supone un importante riesgo de salud para mucha gente.
Incrementa las posibilidades de sufrir un ataque cardíaco, un accidente cerebrovascular, una insuficiencia cardíaca y una enfermedad renal. Ante esto, los ensayos clínicos han demostrado que beber té de hibisco reduce la presión arterial en humanos.
En un estudio con sesenta y cinco personas que sufrían presión arterial, los que bebieron té de hibisco durante seis semanas tuvieron una disminución significativa en la presión arterial sistólica, en comparación con quienes consumieron placebo.
Unos resultados similares a los que se hallaron en una revisión en 2015 de cinco estudios, según la cual el té de hibisco demostró sus efectos sobre la tensión arterial.
Bueno para la salud hepática
Desde la producción de proteínas hasta la secreción de bilis y la descomposición de la grasa, el hígado es un órgano fundamental en el organismo, con un papel imprescindible. Cuidar de él es otro de los efectos positivos del hibisco ya que, debido a su poderosa actividad antioxidante, lo protege de la acción de varias toxinas.
Un estudio en diecinueve personas con sobrepeso encontró que consumieron hibisco durante doce semanas mejoró la esteatosis hepática. Esta condición se caracteriza por la acumulación de grasa en el hígado, lo que puede conducir a una insuficiencia hepática.
Estos hallazgos coincidían con los alcanzados por algunos estudios en animales que pudieron demostrar las propiedades protectoras del hígado del extracto de hibisco.
Ayuda a perder peso
Varios estudios muestran un impacto positivo del extracto de hibisco en la pérdida de peso. Según informa este artículo, el hibisco se relaciona con un índice de masa corporal, peso corporal, grasa corporal y proporción cadera-cintura más bajos. En esta misma línea, un estudio demostró cómo puede reducir el colesterol y los triglicéridos.
No obstante, lo cierto es que en estos casos, se utilizaron dosis concentradas, por lo que si bien es cierto que sus efectos pueden ser positivos, es difícil calibrar hasta dónde pueden llegar los efectos de tomarlo en infusión.