El zumaque es una variedad de arbusto con flores que pertenece a una familia de plantas conocidas como Anacardiaceae. Su nombre científico es Rhus coriaria y se desenvuelve bien en climas subtropicales y templados. Crece en todo el mundo, con una presencia especial en muchas zonas de Oriente Medio, Oriente Próximo y África. También en España, hasta el punto de dar nombre a una bonita ruta de senderismo que transcurre por territorio navarro.
Estos arbustos pueden llegar a medir hasta un metro y medio y en contacto con la piel puede provocar sarpullidos. De ellos brotan racimos grandes y densos de frutos rojos brillantes del tamaño de un guisante. Se pueden consumir, siempre y cuando estén maduros, poniéndolos en remojo para hacer una infusión. No obstante, lo más común es secarlos y desmenuzarlos para utilizarlo como especia o condimento, una práctica habitual en países como Líbano, Siria, Irán y Turquía, en los que sirve para aderezar pescados, carnes y ensaladas.
Aunque hoy no es demasiado conocido entre el gran público de nuestro país, lo cierto es que el zumaque ha formado parte a lo largo de la historia de la gastronomía. Fueron los romanos, que lo utilizaban como acidulante, quienes lo trajeron a la Península Ibérica. Con los árabes ganó importancia como alimento y como materia prima para producir un tinte natural de tejidos. Con todo, las propiedades que la ciencia le atribuye lo convierten en un alimento muy recomendable que no estaría de más incluir en cualquier dieta.
[El 'ibuprofeno' para la comida: las especias más antiinflamatorias según el experto Yánez de la Cal]
Grasas saludables
Existen algunas dudas sobre el perfil completo de nutrientes del zumaque. No obstante, los estudios científicos parecen estar de acuerdo en que se trata de un alimento rico en una gran cantidad de nutrientes beneficiosos, entre los que se incluyen fibra, grasas saludables y algunas vitaminas esenciales.
Un análisis de 2014 encontró que el zumaque deshidratado se compone de aproximadamente un 71% de carbohidratos, un 19 % de grasas y un 5 % de proteínas. Lo más interesante es que la mayor parte de esta grasa proviene de dos tipos particulares: el ácido oleico y el ácido linoleico.
El ácido oleico es un tipo de grasa monoinsaturada que se encuentra en otros alimentos comunes de origen vegetal, como las aceitunas y los aguacates, y que se asocia con la salud del corazón. Del ácido linoleico se pueden destacar sus beneficios para la salud de la piel y de las membranas celulares.
Rico en antioxidantes
El zumaque es rico en múltiples compuestos antioxidantes, incluidos taninos, antocianinas y flavonoides. De hecho, los expertos creen que esta es la razón principal del amplio potencial terapéutico del zumaque. Entre estas propiedades, destacan la protección de las células y la reducción del estrés oxidativo en el organismo.
Además, existen evidencias de que los antioxidantes en alimentos como el zumaque pueden desempeñar un papel en la reducción de la inflamación y las enfermedades asociadas.
Relacionado con las propiedades antiinflamatorias de los antioxidantes que contiene el zumaque, se encuentra la capacidad para reducir el dolor muscular. Eso es lo que se desprende de los resultados hallados en un estudio de 2016. Tras cuatro semanas, el grupo que recibió bebida de zumaque informó significativamente de menos dolor muscular inducido por el ejercicio en comparación con el grupo que recibió la bebida de placebo.
Control del azúcar en sangre
Algunas investigaciones sugieren que el zumaque puede ser una herramienta eficaz para controlar el azúcar en la sangre en personas con diabetes tipo 2. Un estudio de 2014 con casi medio centenar de personas evaluó el impacto de una dosis diaria de zumaque de 3 gramos en los niveles de azúcar en sangre y antioxidantes.
Al final del estudio de 3 meses, el grupo que recibió el suplemento de zumaque había mejorado significativamente los niveles promedio de azúcar en la sangre y de antioxidantes en comparación con los que tomaron un placebo.
En otro estudio similar se pidió a un grupo de personas con diabetes que tomaran una dosis de 3 gramos de polvo de zumaque todos los días durante 3 meses. El resultado fue que quienes tomaron zumaque experimentaron una reducción de hasta el 25% en la insulina circulante.