Aunque estemos a dieta, el momento del postre parece tener sus propias reglas. Los azúcares y las grasas no parecen tener las mismas consecuencias. Es ese pequeño placer que consideramos que nos merecemos por el sacrificio y esfuerzo del resto de comidas.

Nos volvemos laxos o débiles, sucumbiendo a los placeres de la gula sin plantearnos una escala de grises: todo es blanco o negro, o el postre es azucarado o no cuenta como postre.

Sin embargo, el término medio existe y se puede disfrutar de un rico postre saludable y delicioso sin que sea una bomba de azúcares que desbarate el régimen. "Con fruta, yogur y semillas se pueden hacer mil combinaciones sanas y diferentes para tomar de postre”, señala Concepción Martínez, dietista-nutricionista.

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Fruta

El postre más nutritivo y saludable es la fruta. No hay discusión, es un axioma que todos reconocemos. Debería ser siempre la primera opción cuando se habla de postre, especialmente por su indispensable aporte de fibra alimentaria, aunque nos podemos permitir un capricho ocasional.

No hay que olvidar la recomendación nutricional es la de ingerir cinco raciones diarias de frutas y verduras. Sin embargo, reconociendo el hecho de que la fruta sin más puede parecer un broche final de la comida un poco soso, existen alternativas saludables más allá de los dulces industriales y azucarados.

Sorbetes de fruta

Los sorbetes y granizados de frutas, son una perfecta alternativa a los helados tradicionales, ya que prescinden de elaborarse con nata o manteca y apenas contienen grasa y calorías. Su materia prima principal la fruta con todas sus vitaminas y minerales, y el agua.

Hay que prestar especial atención al tema de azúcares añadidos, algo que puede ser común en los sorbetes industriales. Por eso es mejor mirar la etiqueta y asegurarse de que solo contienen la fructosa de la propia fruta.

A pesar de que pueda parecer un alimento saludable, el yogur helado, tenga o no fruta, no es para nada sano, revela la revista Consumer. Este contiene casi el triple de calorías que un yogur natural y el aporte de nutrientes del producto lácteo o de la fruta no compensa la cantidad de azúcar que contiene.

En una comparativa rápida, 100 gramos de un yogur natural aportan 57 kilocalorías, mientras que 100 gramos de yogur helado contienen 159 kilocalorías. Es decir, contiene cinco veces más cantidad de azúcar y el doble de grasas (5,6 gramos de grasa frente a 2,7).

Pudin frío con semillas

El pudin de chía se ha hecho cada vez más famoso gracias a sus propiedades nutricionales. Estas semillas son ricas en proteínas y ácidos grasos omega-3, y también es un postre muy saciante gracias a la fibra soluble que contienen. Además, las bebidas vegetales con las que suele elaborar le aportan un extra de nutrientes que complementan a los de la chía. Otro de los postres más famosos elaborados con semillas es el pudin de sésamo negro, muy valorado porque el regusto del sésamo recuerda mucho al del chocolate.

Esta semilla también está cargada de proteínas, fibra, minerales como el hierro, el magnesio, el calcio, el zinc y el cobre, ácidos grasos poliinsaturados y monoinsaturados, vitamina E, además de lignanos, que funcionan como antioxidantes. Algunos estudios vinculan el sésamo con la prevención de accidentes cardiovasculares, además de señalar su potencial como alimento antioxidante. También se le atribuyen propiedades antiinflamatorias y antihipertensivas.

Cuajada

La cuajada es un postre lácteo rico en proteínas (4,50 gramos de cada 100). "Esta se obtiene mediante la adición de cuajo, generalmente animal (procedente del estómago de mamíferos rumiantes), a la leche de vaca u oveja pasteurizada, a una temperatura de unos 35ºC, dejándola en reposo durante unos 30 minutos. Requiere temperaturas de refrigeración para su conservación. Contiene una parte del suero, crema y también es rica en caseínas y calcio”, indican desde la Fundación Española de la Nutrición.

Además resulta más digestiva que la leche por estar coagulada, su valor nutricional es muy similar a la misma. Contiene lactosa (azúcar propio de la leche), es rica en proteínas de alto valor biológico, calcio de fácil asimilación, vitaminas del grupo B (especialmente, B2 o riboflavina) y vitaminas liposolubles A y D. En cuanto a su contenido graso, si la cuajada procede de leche de oveja, éste es casi el doble que si la leche es de vaca, siendo la mayor parte de las mismas grasas saturadas según especifica la revista Consumer.

Requesón

Este falso queso puede ser también un postre saludable rico en proteínas magras. Este no queso es un producto lácteo que se obtiene de la fermentación del suero sobrante de la elaboración de quesos. El Decreto 2484/1967 lo define como un "producto obtenido precipitando por el calor, en medio ácido, las proteínas que existen en el suero del queso para formar una masa blanda". Al contrario que el queso, tiene mucha menos grasa y además, sus proteínas son de alto valor biológico ya que aportan todos los aminoácidos esenciales.