Siempre nos han dicho que picar entre horas es la principal razón por la que aumentamos de peso y tenemos mala salud, pero esto no siempre es así. En realidad, depende de lo que comamos: las patatas fritas o los dulces son, probablemente, los aperitivos que más nos gustan, pero que peor afectan a nuestra salud. De todas formas, en España contamos con aperitivos típicos que sí que son saludables como las aceitunas, los altramuces y, por supuesto, los frutos secos.
Por desgracia, no tomamos frutos secos con la frecuencia que deberíamos o elegimos algunos que tienen exceso de sal o, incluso, de azúcares. Estos alimentos son una buena fuente de grasas cardiosaludables y de proteínas, pero son muy energéticos. Por eso, debemos comerlos en la justa medida para no desplazar de nuestra dieta a otros alimentos saludables que deben formar parte de nuestra dieta. La cantidad recomendada de frutos secos al día suelen ser los que caben en un puñado.
Otra de las ventajas de comer frutos secos entre horas es que se pueden consumir en, prácticamente, cualquier sitio. En cualquier supermercado es fácil encontrar envases en los que se ofrecen frutos secos sin cáscara, al natural y sin sal que sólo debemos abrir y empezar a comer su contenido. Este es el caso de los supermercados Mercadona, donde han lanzado una novedad: una bolsa de almendras sin piel y al natural de 200 gramos que tiene un precio de 3 euros.
Buenos nutrientes
Las almendras son frutos secos con un alto contenido de calorías: en concreto, cada 100 gramos que consumimos aportan 621 kilocalorías. Por esta razón, es importante que no consumamos más de la cuenta. Sin embargo, más que su número de calorías, lo importante de estos frutos secos son los nutrientes que contiene. En este sentido, estas almendras destacan por su contenido de tres nutrientes muy saludables: los ácidos grasos monoinsaturados, las proteínas y la fibra alimentaria.
Casi el 40% de la composición de estas almendras está formado por los ácidos grasos monoinsaturados. Este tipo de grasas está considerado como cardiosaludable debido a que tienen la capacidad de reducir el colesterol malo o lipoproteína de baja densidad (LDL, por sus siglas en inglés). Los niveles altos de colesterol en sangre, o hipercolesterolemia, están considerados como un factor de riesgo de las enfermedades cardiovasculares. Las almendras también contienen un 10% de grasas poliinsaturadas, también beneficiosas.
[Esto es lo que le pasa a tu cuerpo y a tu cerebro si tomas almendras cada día]
Por detrás de las grasas, las almendras contienen una buena cantidad de proteínas: según el etiquetado de este producto de Mercadona, hasta el 21,8% de su composición está formado por ellas. Aunque no son proteínas completas —a las proteínas vegetales les suele faltar algún aminoácido esencial—, su proporción es similar a la que se encuentra en carnes y pescados. Por último, estas almendras contienen un 10,3% de fibra, que no sólo contribuye a la buena salud intestinal, sino que además contribuye a mejorar la salud cardiovascular.
Cerebro y corazón
En este artículo de EL ESPAÑOL se recoge un estudio científico realizado en el King's College de Londres que concluyó que las almendras contribuyen a "un mejor funcionamiento del nervio vago, el 'cableado' que forma la base del sistema parasimpático y que nos ayuda a mantener la calma; a mejoras en la función neurológica autónoma; o un incremento en la respuesta del tejido cardíaco a los neurotransmisores y la modulación de las hormonas durante los episodios de ansiedad".
Por tanto, estos frutos secos no sólo presentan beneficios para el corazón que, hasta ahora, eran los más conocidos. Una buena razón para tomarlos con frecuencia son los beneficios que aportan para nuestro cerebro y nuestro sistema nervioso. Aunque lo más importante es consumir más almendras, es cierto que los nutricionistas suelen recomendar que elijamos en el supermercado aquellas que se venden con piel, ya que esta capa no es un simple revestimiento, sino que contiene nutrientes muy interesantes.
Tal y como se explica en este artículo de EL ESPAÑOL, la piel de los frutos secos contiene un extra de fibra, pero, además, también aporta micronutrientes que suelen tener un efecto antioxidante. Las almendras destacan por contener cantidades importantes de minerales como el calcio —de hecho, son un sustituto perfecto para quienes no toman lácteos— y el fósforo. Pero, además, también contienen hierro, zinc, potasio y magnesio.