Marvel tuvo su Civil War, mientras que en España no se puede mencionar la tortilla de patatas en una sobremesa ya que los dos bandos, con o sin cebolla, tienen posturas irreconciliables. El verano viene acompañado por otra lucha encarnizada, la de la leche merengada o la horchata como la bebida reina indiscutible de este periodo estival. De hecho incluso cuenta con un hilo propio en Forocoches.
Aunque a primera vista puedan parecer dos líquidos similares, su elaboración es bien diferente, aunque las dos suelen venir acompañadas con un poquito de canela. La leche merengada se elabora a base de leche, clara de huevo y edulcorante (que suele ser azúcar), mientras que la horchata se realiza con chufas mojadas o molidas, agua y azúcar.
Ambas se sirven bien frías en horchaterías y heladerías y como mencionábamos, se suelen acompañar de canela. La horchata es un tesoro valenciano cuyo origen, según el Consejo Regular de la Denominación de Origen de Chufa de Valencia, es bastante curioso. Se dice que en el siglo XIII una joven dio a probar una bebida blanca y dulce al Rey de Aragón Jaime I, quien muy satisfecho por su sabor preguntó: "¿Qué es esto?". A lo que la joven respondió: "Es leche de chufa". Como respuesta obtuvo una frase que según el historiador Borja Sacristán, forma parte de la historia popular de Valencia: "¡Esto no es leche, esto es oro, guapa!".
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"La primera diferencia radica en que uno de los productos contiene leche y el otro no, por lo que para un intolerante será mejor la horchata, ya que no contiene ni lactosa ni caseína. También depende de si la bebida está elaborada con azúcar o un edulcorante", explica José Gallardo, dietista y nutricionista especializado en obesidad y sobrepeso. Aunque hay muchas marcas de chufa que contienen proteínas de leche así que convendría consultar el etiquetado.
La horchata
Según recoge la Fundación Española de Nutrición (FEN), un total de 100 gramos de horchata aportan alrededor de 69,7 kilocalorías, es decir, un vaso tamaño estándar lleno de horchata contiene unas 160 kilocalorías. En cuanto a grasas que contiene la horchata, gran parte son monoinsaturadas, como ácido oleico, que ayuda a regular los triglicéridos y el colesterol, además de facilitar la digestión.
Para cubrir el 15% de la cantidad diaria recomendada de calcio, habría que tomar dos vasos de horchata, según explican desde la revista Consumer. Estos dos vasos, a su vez, aportan 25 gramos de azúcar, es decir, siete cucharaditas de café colmadas de azúcar, algo nada recomendable. De igual modo, mientras que una bebida azucarada con sabor a cola tiene un 10% de azúcar, la horchata contiene una cantidad similar, y hasta un poco superior: 10,5%.
Volviendo a sus posibles beneficios, el almidón que contiene previene de padecer gases, siendo también un eficiente antidiarreico, que junto a algunas enzimas que también forman parte de su composición, favorece el correcto funcionamiento del tracto intestinal. La horchata también es rica en minerales, como el fósforo, el calcio, el magnesio y el hierro, y en vitaminas, entre las que destacan las vitaminas C y E. Además es baja en sodio, por lo que es compatible en las dietas para las personas que padecen hipertensión.
Leche merengada
Realizar una comparativa entre la horchata y la leche merengada es complicado teniendo en cuenta que influye el tipo de leche que se use, entera, semidesnatada, desnatada o sin lactosa. Teniendo en cuenta que en muchos establecimientos de España se utiliza leche entera para elaborar leche merengada, el valor nutricional se centrará en esta variedad.
Según la Fundación Española del Corazón (FEC), la leche merengada es un plato con un gran aporte energético, bajo en grasa y alto en hidratos de carbono. Que uno de sus ingredientes sea la leche hace que su aporte de calcio sea mayor. En caso de hipertrigliceridemia, diabetes u obesidad, recomiendan sustituir el azúcar por edulcorante y la leche entera por leche desnatada para reducir el aporte calórico y de azúcar. Para los hipercolesterolémicos también se recomienda que el consumo de este postre sea ocasional.
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En cuanto al valor nutricional, 100 mililitros aportan alrededor de 72 kilocalorías, 1,70 gramos de grasa (de la cual 1,2 gramos son de grasas saturadas), 11,15 gramos de carbohidratos provenientes del azúcar, nada de fibra ni de sodio y 2,95 gramos de proteínas. Al tener huevo, la leche merengada cuenta con un extra que la horchata no tiene ya que las proteínas de la clara del huevo son de alto valor biológico puesto que contienen todos los aminoácidos esenciales que el organismo no puede sintetizar.
Desde un punto de vista nutricional, podría afirmarse que la leche merengada es mucho más rica en nutrientes y en concentraciones de minerales. Contiene una mayor cantidad de calcio y fósforo, hace que se nutra el organismo con más calcio que la horchata. Además, gracias a la presencia de fósforo, facilita una mayor adherencia de calcio a los huesos, una propiedad compartida por la horchata, aunque en este caso los niveles de estos nutrientes son menores. Sumado a esto está el propio valor nutricional del huevo que se suma al de la leche.