La alternativa saludable a la sal que ayuda a reducir el riesgo cardiovascular

Aunque cada vez son más los alimentos que parecen estar asociados a un mayor riesgo cardiovascular, destacando los ultraprocesados en general, la sal sigue siendo el condimento más asociado a estas patologías. Su reducción, o al menos un control sobre su consumo, sigue demostrando mejorías en la salud general, y en la salud cardíaca en particular.

Por eso, los sustitutos dietéticos de la sal podrían ser una opción a tener en cuenta por el beneficio de nuestra salud. De hecho, incluso podrían reducir el riesgo de infarto de corazón, ictus cerebral y mortalidad por cualquier causa, al menos según un nuevo trabajo publicado en la revista Heart, una de las cabeceras de BMJ Journals.

Actualmente, las enfermedades cardiovasculares siguen siendo la primera causa de mortalidad en todo el mundo, superando al cáncer o las enfermedades infecciosas. Por su parte, la hipertensión arterial es uno de los factores de riesgo más importantes en la mortalidad cardiovascular prematura: las dietas altas en sodio y bajas en potasio se relacionan con una mayor tensión arterial.

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Se calcula que, al menos, 1.280 millones de personas sufren hipertensión arterial en todo el mundo, aunque más de la mitad de dichas personas ni siquiera están bien diagnosticadas, según los expertos.

Las sales sustitutas

Se han pensado diversas formas de reducir el consumo de sal o, al menos, controlarlo y los sustitutos de la sal podrían ser buena opción. Se trata de condimentos con una proporción más baja de cloruro de sodio (NaCl), la cual se reemplaza por cloruro de potasio (KCl), ayudando así a reducir la tensión arterial.

En un gran estudio previo, publicado en China, los sustitutos de la sal demostraron reducir el riesgo de infarto cardíaco, ictus cerebral y muerte prematura. Sin embargo, no se pudo clarificar si dichos beneficios se aplicarían a personas de cualquier parte del mundo, dado que la población estudiada era íntegramente del gigante asiático.

Con estos datos en mente, los investigadores responsables del actual estudio han rastreado las bases de datos de investigación en busca de otros ensayos clínicos aleatorios publicados hasta finales de agosto de 2021, en los cuales se informase de los efectos de los sustitutos de la sal sobre la tensión arterial, la salud cardiovascular y la muerte prematura.

Recordemos que la tensión arterial, la cual se mide en milímetros de mercurio o mmHg, consta de dos números: tensión sistólica o "tensión alta", la cual mide la fuerza con la que el corazón bombea la sangre al resto del cuerpo; y la tensión diastólica o "tensión baja", la cual mide la tensión arterial cuando el corazón se está llenando de sangre.

Así pues, los investigadores han logrado reunir resultados de 21 ensayos clínicos internacionales, en los cuales participaron 30.000 personas procedentes de Europa, la Región del Pacífico Occidental, las Américas y el Sudeste Asiático. Los estudios duraron entre un mes y cinco años y la proporción de cloruro de sodio en los sustitutos de la sal usados variaba entre un 33% y un 75% del total, mientras que la proporción de potasio oscilaba entre un 25% y un 65%.

Resultados prometedores

Según el análisis de los datos agrupados, los sustitutos de la sal lograban reducir la tensión arterial en todos los pacientes. La tensión arterial sistólica se reducía hasta 4,61 mmHg y la tensión arterial diastólica disminuía hasta un 1,61 mmHg de media. Además, no se detectaron evidencias de que niveles más altos de potasio en la dieta se asociasen con daños en la salud.

Dichas reducciones eran constantes, independientemente de la edad, sexo, antecedentes de tensión arterial elevada, peso, IMC, tensión arterial inicial, niveles de sodio y potasio en orina e, incluso, de la zona geográfica del participante.

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Por otro lado, un análisis de datos agrupados de los resultados de cinco de los 21 ensayos clínicos detectó que los sustitutos de la sal eran capaces de reducir el riesgo de muerte prematura por cualquier causa en un 11%. También hubo una reducción de mortalidad por enfermedad cardiovascular general de un 13%, una reducción del riesgo de sufrir un infarto de hasta un 13% y una reducción del riesgo de sufrir un ictus cerebral de hasta un 11%.

Como limitaciones, los investigadores recuerdan que los estudios analizados tenían diseños diferentes y que hubo relativamente pocos datos sobre los participantes que no estaban diagnosticados de hipertensión arterial como tal. Aun así, destacan que sus hallazgos se corresponden con los resultados mencionados en el gran estudio realizado en China, el ensayo más grande realizado hasta la fecha con sustitutos de la sal enriquecidos en potasio.

Como conclusión final, los investigadores creen que es poco probable que sus hallazgos se deban al mero azar y respaldan el uso y consumo de sustitutos de la sal en la práctica clínica, además de sugerir la necesidad de que las políticas de salud pública lleven a cabo estrategias organizadas para reducir el consumo general de sodio dietético, a la par que aconsejan aumentar el consumo de potasio en la dieta.