Carlos Alcaraz, un chaval de 19 años nacido en El Palmar, un pueblo de Murcia, consiguió este domingo una de las mayores gestas de la historia del tenis mundial: convertirse en el tenista más joven en alcanzar el número uno de la ATP. Lo hizo tras vencer en la final del US Open al noruego Casper Ruud en tres horas y 20 minutos de partido (6-4, 2-6, 7-6(1) y 6-3) y con el público de la pista Arthur Ashe de Nueva York absolutamente volcado con el murciano.
Pero, ¿cómo ha conseguido el murciano llegar a lo más alto del tenis mundial? ¿Cuáles son los secretos que esconde su preparación? ¿Cómo es posible que no le pesaran —más de la cuenta— las piernas tras jugar haber tenido que esforzarse al máximo y jugar cinco sets en contra Marin Cilic en los octavos y contra Frances Tiafoe en las semifinales?
Lo cierto es que, tal y como desveló el doctor Juanjo López en una entrevista con EL ESPAÑOL, la preparación del joven tenista español es multidisciplinar y se trabaja desde distintas áreas para evitar que una lesión pueda frenar su reciente explosión deportiva. "Lo hacemos en conjunto todo el equipo. Desde la parte de Traumatología, Fisioterapia, Podología, Nutrición y la preparación física. Entre todos, buscamos prevenir aquellas lesiones que son evitables de tipo muscular, de tendones e inflamatorias, con un buen fortalecimiento, un buen trabajo físico y una buena propiocepción", confesaba López.
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El médico de Alcaraz explicaba se trata de un deportista que ha dado un cambio físico muy importante en los últimos años gracias a la preparación especial que ha seguido en los entrenamientos. "Está a un nivel muy alto en cuanto a la compensación muscular con la velocidad porque tiene mucha chispa y agilidad". Además, según reconocía el propio doctor, se trata de un tenista con "mucha laxitud", que puede llegar a estirarse mucho. Así consigue llegar a bolas a las que casi nadie llega. "También tiene una potencia de golpes que no es nada habitual".
¿Cómo consigue esa potencia, más allá de someterse a durísimos entrenamientos? La alimentación es una pieza fundamental en ello. De hecho, el propio Alcaraz desvelaba hace sólo unos meses, durante su participación en el programa El Hormiguero, con Pablo Motos, cuál era su secreto. "La noche antes a los partidos suelo comer algo de arroz y pescado", desvelaba el tenista murciano durante la entrevista.
Pero éste no es el único truco. "Una hora y media antes de un partido como una pasta con crema de cacao 100% —ambrosía—, dátiles y aceite de oliva para que me dé más energía". La ambrosía es una crema de cacao y avellanas que vende la marca Paleobull, que incluye los citados ingredientes y que está libre de azúcares añadidos y edulcorantes. Tampoco se utiliza para su elaboración aceites vegetales refinados como el aceite de palma o aceite de girasol.
Esta crema aporta una gran cantidad de energía al deportista en forma de hidratos de carbono (45,5 gramos por cada 100 gramos), fibra (8,1 gramos por cada 100) y proteínas (7,03 gramos por cada 100). Los hidratos de carbono son unos nutrientes imprescindibles para conseguir que un deportista que realiza un ejercicio físico de altísima intensidad pueda obtener un plus de energía.
Al margen del talento y la alimentación, el entrenamiento planificado al milímetro es, al final, la clave de todo deportista de élite. En el caso de Alcaraz, además, se prolonga a lo largo de varias horas todos los días. "Siempre estoy a las 9:30 horas en el gimnasio y hasta las 13 horas estoy entrenando sin parar. Normalmente entreno unas cuatro horas al día", reconoció el murciano en el programa de Pablo Motos.