Proveniente del norte de África, en concreto de Túnez, la harissa es un condimento especiado que, en su forma tradicional, se presenta como una pasta picante. Su principal ingrediente es la guindilla, acompañado de otros como el ajo, el cilantro, la sal, el limón, y una mezcla de aceite de oliva.
Es una mezcla muy popular en todo Oriente Medio. Según la zona, se pueden encontrar diferentes variedades, cada una de ellas con sus propias características. Por lo general, se puede encontrar no solo en forma de pasta sino también en polvo.
Su origen se remonta como pronta a mediados del siglo XVI. Y su nombre refleja con bastante exactitud en qué consiste su preparación, ya que el término harissa significa 'romper en pedazos' o 'machacar', que es lo que se hace con sus ingredientes. Sus principales atributos son un vibrante color y un potente aroma con sabor picante, caracterizado por una textura granulada.
Se le considera un acompañante ideal para el cuscús, las carnes y bocadillos, asi como algunas ensaladas y pescados. Por los ingredientes con los que se elabora, se considera que la harissa es un condimento muy saludable. Es rica en vitamina E, vitamina C, vitamina B6, hierro, manganeso, cobre, vitamina K. Entre otros efectos, ayuda a relajar los vasos sanguíneos, lo que podría disminuir la presión arterial.
Acelera el metabolismo para adelgazar
Como es bien conocido, una de las principales propiedades relacionadas con muchos alimentos picantes es que aceleran el metabolismo. En este caso, la causa de este efecto es la capsaicina que se encuentra en las guindillas, el principal ingrediente de la harissa.
Gracias a este efecto estimulante del metabolismo, y siempre en el marco de una dieta equilibrada, incorporar la harissa a la dieta es una sabrosa forma de ayudar a nuestro organismo a perder peso. No hay que olvidar, además, que tiene muy pocas calorías, unas 40 por cucharada, con una cantidad ínfima de grasas y carbohidratos.
Mejora la presión arterial
La capsaicina, además de estimular el metabolismo, también ayuda a mejorar la presión arterial. Como hemos señalado antes, este compuesto tiene entre sus efectos favorecer la relajación de los vasos sanguíneos, lo que puede redundar en una disminución de la presión arterial.
Pero no solo esto, sino que este efecto beneficioso para el sistema cardiovascular se ve potenciado por su bajo contenido en sodio, que es uno de los principales culpables de la hipertensión.
Antioxidante radicales libres
Sin duda, cualquier alimento que sea rico en antioxidantes es un buen alimento para la salud. Y la harissa no es una excepción. Al contrario, posee un alto contenido en estos compuestos, proveniente de algunos de sus ingredientes como el aceite de oliva o el ajo.
Esto hace de este condimento una buena ayuda para luchar contra radicales libres y minimizar el impacto del estrés oxidativo. Este efecto significa que, de esta forma, se pueden reducir los riesgos de sufrir varias enfermedades y dolencias, como el cáncer y los accidentes cerebrovasculares.