Carne roja: la nueva clasificación que te avisa de cuál es el riesgo real de cáncer e ictus al comerla
Una revisión atribuye a los riesgos alimentarios una clasificación por estrellas en función de la evidencia científica que los justifica.
23 octubre, 2022 03:22A medida que aumenta la publicación de estudios y revisiones sistémicas sobre salud y riesgos alimentarios, la confusión sobre lo que es saludable y lo que no también crece. A ojos del consumidor, un día la leche y los huevos son malos, y la semana siguiente son muy saludables. El problema, en muchas ocasiones, está en la falta de evidencia real.
Ahora, una nueva revisión masiva publicada muy recientemente ha querido evaluar la evidencia disponible sobre una variedad de temas de salud. Para ello, han presentado un sistema de calificación por estrellas. A mayor número de estrellas, más fuerte es la evidencia científica, y es menos probable que las recomendaciones sobre este alimento cambien en el futuro.
El nuevo estudio, publicado en Nature Medicine, corrió a cargo del Institute for Health Metrics and Evaluation (IHME) de Estados Unidos, una referencia mundial en estadísticas de salud. En este caso se analizaron 180 áreas para averiguar en qué medida un factor de riesgo en particular estaría relacionado realmente con un problema de salud.
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Un ejemplo sería el tabaquismo y el cáncer de pulmón, una conexión que recibió la calificación más alta: cinco estrellas. Otra relación, como es la tensión arterial elevada y la enfermedad cardiovascular, también recibió la nota más alta. Esto significaría que estas relaciones de riesgo disponen de una evidencia científica sólida, y que es poco probable que dicha relación cambie en el futuro.
Sin embargo, casi dos tercios de las relaciones de riesgo analizadas recibieron una o dos estrellas. Esto sugeriría que muchos de los consejos de salud ampliamente divulgados actualmente disponen, en realidad, de una evidencia científica más débil de lo que se piensa.
Un ejemplo sería la conexión entre comer mucha carne roja no procesada y el riesgo de ictus o accidente cerebrovascular. Esta relación solo recibió una estrella: según el criterio de la revisión, no habría evidencia suficiente como para demostrar dicha asociación.
Por su parte, las relaciones entre consumo de carne roja y cáncer de colon, cáncer de mama, cardiopatía isquémica y diabetes solo recibieron dos estrellas: hay evidencia científica disponible al respecto, pero de carácter débil.
Como explica Christopher Murray, director del IHME y autor principal de varios de los estudios analizados, "es sorprendente la cantidad de relaciones entre riesgo y resultado de la dieta que son relativamente débiles". En estos casos, valora, la mejor opción es realizar interpretaciones más conservadoras de la evidencia.
Verduras y calificación por estrellas
En la otra cara de la moneda tenemos el consumo de vegetales. Se analizaron 50 estudios que abarcaban 4.6 millones de participantes en 34 países diferentes. De este modo, se determinó que aumentar el consumo de verduras desde 0 a 4 raciones al día daba lugar a una reducción del riesgo de ictus de un 23%, con una calificación de evidencia de tres estrellas.
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Por otra parte, el vínculo entre consumo de vegetales y la diabetes de tipo 2 solo recibió una estrella. Aún así, los autores sugieren que, incluso con interpretaciones conservadoras de la evidencia científica actual, el consumo de verduras se asociaría significativamente con una reducción del riesgo de sufrir enfermedades crónicas.
Algunos autores externos, que no participaron en el estudio, han mostrado preocupación por simplificar la evidencia científica de estudios complejos hacia una simple calificación por estrellas. Así mismo, también han criticado que esta calificación no ha tenido en cuenta otros alimentos en comparación, como la carne roja procesada, como las salchichas o el bacon, que se relacionan fuertemente con la aparición de enfermedades.
En el futuro, el IHME plantea actualizar sus hallazgos a medida que se presenten nuevas investigaciones, y tienen la esperanza de que su nueva herramienta pueda mejorar las elecciones de la población y las medidas políticas de salud pública. También añadirán, próximamente, otras relaciones de salud incluyendo el alcohol, la contaminación ambiental y otros factores dietéticos específicos.