La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan) ha emitido una nueva alerta relacionada con la presencia de alérgenos no declarados en un producto alimentario comercializado en nuestro país. En este caso, la Aesan, que depende directamente del Ministerio de Consumo, advierte de proteína de leche no declarada en el etiquetado de unas pastas artesanas de almendra elaboradas y comercializadas en España.
Las proteínas de la leche de vaca están relacionadas con las alergias a los lácteos de diverso tipo, y que en los casos más graves puede provocar reacciones potencialmente peligrosas de anafilaxia. Otras reacciones graves, como problemas cardiovasculares, hipotensión y pérdida de conciencia, no son descartables. La reacción alérgica, no obstante, es inmediata tras el consumo del alérgeno: si se producen síntomas gastrointestinales como resultado de la digestión, es más probable que se padezca una intolerancia a este alimento.
Según informa Aesan, esta nueva alerta ha sido comunicada por las autoridades sanitarias de Asturias a través del Sistema Coordinado de Intercambio Rápido de Información (SCIRI). Los datos del producto implicado figuran a continuación:
- Nombre del producto (en etiqueta): Pastas artesanas de almendras;
- Marca: Productos Blanco;
- Aspecto del producto: Caja de cartón blanco con ventana;
- Número de lote: 22123;
- Código de barras: 8436041830207;
- Fecha de caducidad: 30/06/23;
- Peso de unidad: 400 g;
- Temperatura: ambiente.
"Según la información disponible, la distribución inicial ha sido a las comunidades autónomas de Andalucía, Castilla-La Mancha y Ceuta", avisa la Agencia. "Como medida de precaución, se recomienda a las personas alérgicas a las proteínas de la leche que pudieran tener el producto anteriormente mencionado en sus hogares que se abstengan de consumirlo".
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Esta información ha sido trasladada a las autoridades competentes de las comunidades autónomas a través del Sistema Coordinado de Intercambio Rápido de Información (SCIRI) con el objeto de que se verifique la retirada de los productos afectados de los canales de comercialización.
Diferencia entre alergia e intolerancia
Los expertos diferencian entre alergia a la proteína de esta leche e intolerancia a la lactosa, que es un carbohidrato. "Cuando se habla de alergia el sistema inmune se ve involucrado y provoca diferentes reacciones como picores, rojeces o vómitos. Se diagnostica con un análisis de sangre para medir el anticuerpo involucrado (inmunoglobulina E) y se tiene que evitar consumir cualquier producto derivado de la leche de vaca", señala Anaïs Rico, investigadora farmacéutica y nutricionista del Proyecto SUN de la Universidad de Navarra y también miembro de CIBEROBN.
En el caso de la intolerancia a la lactosa, Rico explica que el sistema involucrado es el digestivo y se produce cuando una enzima (la lactasa), que se encarga de procesar la lactosa, no se produce o se hace de forma insuficiente, provocando dolor, hinchazón, flatulencias o diarrea. Se calcula que entre 10% y un 15% de la población mediterránea presenta esta intolerancia, que se soluciona consumiendo productos sin lactosa.
En España, se estima que cerca de dos millones de personas son alérgicas a algún alimento. Los alimentos están compuestos por diferentes proteínas y algunas de ellas pueden ser potencialmente alergénicas, siendo capaces de inducir diferentes tipos de reacciones, explicaban María José Goikoetxea y Carmen D’Amelio, doctoras en el Departamento de Alergología de la Clínica Universidad de Navarra.
El desarrollo de una alergia depende, sin embargo, de diversos factores entre los que se incluyen la genética, la frecuencia de consumo de los alimentos y el momento de su introducción, entre otros. Una etapa frecuente de la vida para desarrollar estas alergias es la niñez, especialmente durante los primeros años cuando se comienzan a introducir los diferentes alimentos.
En las personas con alergia alimentaria, se produce una respuesta exagerada frente a uno o más alimentos determinados. Esto es debido al desarrollo de anticuerpos, generalmente tras un contacto previo, que, al reconocer al antígeno o alimento en cuestión, ponen en marcha una serie de reacciones inmunológicas capaces de desencadenar los síntomas típicos de la alergia: picores, ronchas, edema facial, tos, dificultad para respirar, etc. Estos síntomas generalmente se producen de forma inmediata o dentro de las primeras dos horas tras la ingesta o el contacto con el alimento.