Si preguntamos a alguien si conoce el orégano, lo más probable es que responda afirmativamente. Su presencia está más que consolidada, especialmente en los platos de la gastronomía italiana, en la que es uno de los grandes protagonistas junto al parmesano, la pasta y las pizzas. La habitual es tomar esta especia triturada y añadirla por encima del plato en cuestión.
No obstante, lo cierto es que más allá de un fabuloso, sabroso y aromático condimento, el orégano (Origanum vulgare) es una planta que se ha usado desde la antigüedad. Era bien conocida en el mundo clásico como remedio para algunas dolencias. Un uso que, sin duda, encuentra en las propiedades de algunos de sus compuestos, entre los que destacan el carvacrol, el timol y el ácido rosmarínico. Pero para sacarle el mayor partido, la mejor forma es usarlo como aceite.
El aceite de orégano contiene una mayor concentración de los compuestos útiles que se producen naturalmente en la planta. Viene en forma de cápsulas y tabletas y se puede usar por vía oral, a diferencia del aceite esencial de orégano, mucho más concentrado y usado en tratamientos de aromaterapia. Veamos, por tanto, cuáles son los potenciales beneficios que nos puede brindar el aceite de orégano.
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Rico en antioxidantes
El orégano es una fuente muy rica de antioxidantes, entre los cuales se encuentran el timol, el ocimeno, el carvacrol, el terpineno, el limoneno o el cariofileno. Son conocidos los muchos beneficios que los compuestos de este tipo pueden generar al organismo, sobre todo,por sus efectos de protección ante los radicales libres, reduciendo, de este modo, el riesgo de enfermedades cardíacas y ciertos tipos de cáncer.
Antimicrobiano y antifúngico
Algunos de los compuestos que se encuentran en el aceite de orégano pueden tener propiedades antimicrobianas. Una investigación sugiere que el aceite esencial de orégano podría ayudar a evitar bacterias potencialmente resistentes a los antibióticos como E. coli y Pseudomonas aeruginosa. En otro estudio, se encontró que el aceite esencial de orégano ayudó a los ratones a sobrevivir a una infección por Staphylococcus aureus.
Pero no solo ayuda contra estas bacterias: el aceite de orégano también puede contribuir a acabar con algunos hongos. En este sentido, algunos estudios indican que el aceite esencial de orégano puede ser efectivo contra 16 cepas diferentes de cándida. Del mismo modo, en otro estudio, se halló que el carvacrol también era muy efectivo contra la cándida oral.
Antiinflamatorio
Los interesantes compuestos del orégano también podrían ayudar a calmar la inflamación. Así lo afirma el resultado de una revisión de investigación anterior de 2010. Una línea que parecen confirmar otros trabajos como este estudio realizado con ratones también encontró que las concentraciones de carvacrol en el aceite esencial ayudaron a reducir la hinchazón en las orejas y las patas de los animales.
Refuerza la pared intestinal
Según algunos estudios, otra de las ventajas del aceite de orégano es que puede favorecer la salud intestinal. Por ejemplo, en un estudio de 2016, se hallaron indicios de que el aceite de orégano puede resultar de mucha ayuda para reducir el riesgo de sufrir el Síndrome de Intestino Permeable. Este ocurre cuando las paredes del intestino se dañan y permiten que las toxinas y las bacterias entren en el torrente sanguíneo.
Reduce el colesterol
El aceite de orégano podría ayudar a reducir el colesterol LDL (malo) y aumentar los niveles de colesterol HDL (bueno). Un estudio en 2013 puso a dos grupos de ratones en una dieta alta en grasas. Los ratones que también recibieron carvacrol tenían niveles de colesterol significativamente más bajos que los ratones que no lo recibieron.
En otro estudio, 48 personas con colesterol levemente alto siguieron una dieta y un plan de estilo de vida para ayudarlos a reducir sus niveles. Treinta y dos de los participantes también recibieron extracto de aceite de orégano después de comer. Al final de los 3 meses, las personas que lo tomaron tenían un colesterol LDL más bajo que las que no lo hicieron.