La hierba saludable de España que baja el azúcar en sangre y el colesterol en infusiones y ensaladas

El cardo mariano es una de esas plantas considerada como prácticamente milagrosa por el imaginario popular, y a la que se atribuyen innumerables propiedades. Tradicionalmente, esta planta se ha usado como remedio natural para tratar una variedad de problemas para la salud. Como ocurre muchas veces, mito y realidad se entrecruzan, y no siempre es fácil discernir qué es verdad y qué parte corresponde a las creencias sin respaldo científico.

El Silybum marianum o cardo mariano es una planta con flores, emparentada con las margaritas y muy extendida por toda la cuenca mediterránea, donde se dan las condiciones ideales para su proliferación. Uno de los responsables de sus propiedades beneficiosas es un principio activo que se llama silimarina, con propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y antivirales.

Existen diferentes formatos para incluir el cardo mariano en la dieta. Tomarlo como infusión es una de las principales opciones. También se puede tomar en cápsulas o comprimidos. Incluso hay quienes directamente toman las semillas, el tallo y las hojas, añadiendolos como ingredientes a las ensaladas.

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¿Bueno para el hígado?

Una de las principales creencias es que el cardo mariano es un excelente aliado para el hígado y la vesícula biliar. De hecho, se ha usado tradicionalmente como tratamiento natural para la cirrosis, la ictericia o tipos de hepatitis.

Aunque es cierto que las investigaciones al respecto no acaban de ofrecer resultados concluyentes, algunos resultados apuntan a que, efectivamente, puede tener efectos protectores sobre el hígado y ayudar a tratar dolencias como la cirrosis y la hepatitis crónica, que pueden ser causadas por el abuso del alcohol, enfermedades autoinmunes o virus. Además, también hay indicios de que puede ayudar a las personas cuyo hígado está dañado por toxinas industriales, como el tolueno y el xileno.

Su aspecto, con un potente color violeta, resulta muy llamativo a la vista. Pixnio.

¿Propiedades contra la diabetes?

La investigación sugiere que el cardo mariano, combinado con el tratamiento tradicional, puede mejorar la diabetes. Los estudios han demostrado una disminución en los niveles de azúcar en la sangre y una mejora en el colesterol en personas con diabetes tipo 2.

Del mismo modo, los investigadores también han descubierto que el cardo mariano mejora la resistencia a la insulina, un elemento fundamental en esta enfermedad.

¿Qué aporta a la salud cardiovascular?

Una de las propiedades comprobadas del cardo mariano es la reducción de los niveles de colesterol, en concreto lo del colesterol LDL, es decir, el colesterol "malo". El colesterol alto puede provocar problemas con la salud del corazón y aumentar las probabilidades de que una persona sufra un accidente cerebrovascular.

Algunas investigaciones han encontrado que el cardo mariano puede influir en los niveles de colesterol en la sangre. Sin embargo, existen algunas dudas sobre si se trata de un beneficio general, ya que los estudios sobre estos efectos solo se han realizado en personas con diabetes que, por lo general, tienen el colesterol alto.

¿Fortalece los huesos?

Una de las posibles propiedades del cardo mariano se relaciona con la salud ósea. Un estudio de 2013, realizado con animales, encontró que el cardo mariano ayudó a prevenir la pérdida ósea y la osteoporisis.

El estudio analizó específicamente la pérdida ósea causada por una deficiencia de estrógeno en animales, siendo capaz de estimular la mineralización ósea y, por tanto, el fortalecimiento de los huesos. No obstante, todavía no existen pruebas concluyentes sobre cómo puede influir en la salud ósea en humanos.

¿Mejora el sistema inmunológico?

El cardo mariano puede ayudar a fortalecer la respuesta inmunológica de una persona. Podría ayudar al cuerpo a combatir las infecciones, así como a reducir la inflamación crónica producida por el sistema inmunitario. Esta posibilidad se apoya en estudios que sugieren que el cardo mariano tiene efectos inmunomoduladores.

Los investigadores encontraron que la silimarina estimulaba el sistema inmunológico. También suprimió un sistema inmunitario hiperactivo para controlar la inflamación crónica relacionada con afecciones como el asma y la rinitis alérgica.