La popular tapa del norte de España que te protege contra la demencia y te ayuda a adelgazar

Si pasas por la calle Laurel en Logroño, no puedes irte sin probar sus famosos pintxos de champiñones. Es uno de los bocados más conocidos de los bares de España, pero este hongo está muy presente en todo el país y, sobre todo, en el norte. El champiñón siempre ha sido considerado como un alimento muy humilde, pero ¡ojo! porque resulta muy interesante para los científicos y cada vez se reivindican más sus beneficios para la dieta diaria. Además, estamos de suerte: estamos en plena temporada de champiñones. 

De todas formas, una de las características más destacadas de los champiñones es que se encuentran fácilmente en cualquier supermercado en cualquier época del año. También en cualquier tipo de formato: hay bandejas de champiñones frescos, latas de conserva y hasta congelados. No importa cuál de ellos elijas porque todos son igualmente saludables, sino que los incluyas en tu dieta. Además, tomar champiñones como tapa puede ser muy beneficioso si sustituyen a otras menos saludables, como las que llevan carne procesada.

Los champiñones, de hecho, pueden ser una de las soluciones para reducir el consumo masivo de carne: algunas recetas de hamburguesas veganas utilizan este hongo. No sólo son más saludables estas hamburguesas, sino que contribuyen a frenar la emergencia climática. Además, en los últimos años han surgido curiosas investigaciones que han tenido como sujeto de estudio a los champiñones: este estudio ha encontrado en ellos posibles tratamientos para el cáncer y este otro los ha asociado con la prevención de la depresión.

De hecho, un equipo de investigadores de Singapur publicó un artículo en la revista científica Journal of Alzheimer's Disease en el año 2018 en el que aseguraban que los champiñones estaban relacionados con un menor riesgo de padecer un deterioro cognitivo leve. Aunque Lei Feng, principal autora del estudio, admite que este efecto se debe en gran parte a llevar una dieta saludable en conjunto, aseguró que la correlación entre el consumo de champiñones y la observación de mejores habilidades cognitivas era asombrosa.

Geniales para adelgazar

Aunque todavía queda mucho por investigar en ellos, su futuro parece muy prometedor. Ahora bien, también lo es su presente: sabemos que contienen un montón de nutrientes necesarios para nuestro organismo y que promocionan la buena salud. En primer lugar, se trata de un alimento que contiene muy pocas calorías —31 kilocalorías por cada 100 gramos, en concreto—, aunque es muy nutritivo, y esto se debe a que la gran mayoría de su composición está compuesta por agua —el 91,4%—. Si los usamos como guarnición, evitamos hacer un sobreconsumo de calorías.

No sólo evitan el sobrepeso con su bajo aporte de calorías, sino también por su contenido de fibra. Los champiñones tienen un 2,5% de fibra, un componente muy importante de los alimentos vegetales que no sólo contribuye a la mejora del tránsito intestinal, sino que también permite absorber el exceso de grasas y de azúcares durante la digestión. De esta manera, la fibra también evita el riesgo cardiovasculares. En cuanto al adelgazamiento, la fibra es positiva porque es saciante y consumirla previene que hagamos un sobreconsumo de calorías. 

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De todas formas, el nutriente más abundante en los champiñones son los hidratos de carbono, que constituyen el 4% de la composición, y en tercer puesto están las proteínas, ocupando un 1,8% de la composición. Si bien estos datos ya sugieren que los champiñones son muy saludables, uno de los aspectos más atractivos de su composición es su contenido en micronutrientes: estos hongos destacan por tener un buen surtido de minerales y de vitaminas. En concreto, el contenido de vitamina D es uno de los más interesantes.

Y para los huesos

La vitamina D es conocida, en primer lugar, por ser absorbida a través de la exposición al sol y, en segundo lugar, por escasear en la mayoría de los adultos y ancianos. Además, durante el invierno exponerse al astro rey es más complicado y viene bien darle un empujón a los niveles de vitamina D a través de la dieta. Aunque la cantidad de vitamina D que se puede absorber por la dieta es menor que la que se absorbe por la exposición solar, los champiñones son un aliado perfecto para lograr este requerimiento. 

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Mantener los niveles óptimos de esta vitamina sirve para poder absorber de manera satisfactoria el calcio y, así, prevenir la osteoporosis. Es decir, que comer champiñones puede contribuir a mejorar la salud de nuestros huesos. Ahora bien, esta vitamina no es el único micronutriente que contienen estos hongos, también llevan vitamina B3, que está relacionada con los sistemas digestivo y nervioso y el buen estado de la piel, además de fósforo y potasio. Los champiñones tienen, además, sustancias antiinflamatorias.

El sabor tan especial de los champiñones se debe a la presencia en ellos de ácido glutámico, un aminoácido que en la industria alimentaria se utiliza como potenciador del sabor, pero también tiene un papel clave en el intercambio de información entre la célula y los nervios. Por último, también destaca la presencia de agaritina en estos hongos, que no es tan buena como el resto de los compuestos de este hongo. Es un metabolito que a la larga puede llegar a ser tóxico, pero no tenemos por qué preocuparnos: si cocinamos los champiñones, este componente quedará desnaturalizado y el champiñón será seguro. Sólo hay que tener cuidado con los dados de champiñón crudo en las ensaladas.