Pedir la merluza en lugar de la carne cuando te preguntan en una cena es una clara señal de que te has hecho mayor. El pescado es un manjar al que uno se va acostumbrando a medida que va madurando. Los más pequeños, sin embargo, no atienden a razones: da igual que les digamos que sabe bien y que es muy saludable, la mayoría prefiere la carne. Estas características se acaban apreciando más tarde, el pescado es una fuente mejor de proteínas por su contenido en grasas cardiosaludables.
Sin embargo, pensar que todos los pescados son saludables puede suponer un problema para nuestra salud. Sin duda, el peligro del pescado sobre el que más concienciados estamos es la posible acumulación de mercurio en nuestro organismo. Los pescados grandes, como el emperador o el atún rojo, son los que más metales pesados acumulan y, por lo tanto, no deberíamos abusar de ellos. En cualquier caso, los niveles de mercurio en estos alimentos está controlado por los organismos de salud europeos y españoles.
Ahora bien, los peligros de algunos pescados no terminan aquí porque la industria alimentaria también los ha empleado para elaborar alimentos ultraprocesados. Es decir, productos con varios ingredientes que pretenden mejorar su textura, su sabor o su conservación, pero que terminan por eliminar los beneficios de los pescados. Pero no sólo destruyen sus mejores cualidades, sino que se relacionan con ciertas enfermedades, algunas tan graves como las cardiovasculares o, incluso, el cáncer.
A continuación, cuatro pescados del supermercado que consideramos saludables, pero que pueden ser malos para la salud.
El salmón ahumado
Este pescado es uno de los favoritos en España, pero esta versión en láminas es, sin duda, una de las versiones predilectas para tomarlo. Tanto gusta que incluso hay personas que lo desayunan sobre una tostada con queso, y eso que en nuestro país el pescado no se suele asociar a la primera comida del día. Sin embargo, esta forma de tomar salmón no se considera saludable, aunque a nosotros nos encanta.
[Pescado y cerebro: ésto es lo que les ocurre a las personas que lo comen cada día]
Tal y como se explica en este artículo de EL ESPAÑOL, el problema del salmón ahumado se debe a su proceso de elaboración: contiene una gran cantidad de sal, que se relaciona con la hipertensión, y además aumenta el riesgo de cáncer, sobre todo de colon, porque el humo al que se somete genera aminas. En cualquier caso, si dejamos el salmón ahumado para ocasiones especiales, no supone ningún problema.
El surimi
La publicidad se ha encargado de promocionar a esta pasta de pescado como el mejor amigo de las personas que hacen dieta y al final hemos pensado que es buena para nosotros. Sin embargo, se trata de un mejunje con un sinfín de ingredientes de relleno —como azúcares, grasas refinadas o almidones— con el que se hacen muchos productos: desde los palitos de cangrejo hasta las veneradas gulas.
Ese largo listado de ingredientes convierten al surimi en un ultraprocesado de manual y por esta razón deberíamos limitar su consumo lo máximo posible. En este artículo de EL ESPAÑOL se explica que el surimi está muy lejos de aportar lo que contiene el pescado y que se asocia con ciertas enfermedades: se han relacionado con la hipertensión, enfermedades del intestino o la diabetes.
Los palitos de merluza
La sección de ultracongelados del supermercado cuenta, sin duda, con productos muy interesantes para nuestra cesta de la compra, pero ¡ojo! porque también da cobijo a productos nada recomendables. Por ejemplo, si compramos una merluza cruda, congelada y sin más ingredientes, es una opción saludable; pero si optamos por pequeños trozos de este pescado rebozados, es mejor que lo reconsideremos porque llevan demasiados ingredientes insanos.
Este tipo de rebozados y empanados se ha promocionado durante décadas como la manera de engañar a los niños para que coman pescado y, además, a los padres les decían que tenían un gran aporte de minerales. "Los palitos de merluza son un producto ultracongelado en el que la presencia de pescado queda reducida a un mísero 35%. En el caso de las varitas, algunas marcas alcanzan el 50%", advierte este artículo de EL ESPAÑOL.
Algunos boquerones en vinagre
¡Cómo nos gusta en España un boquerón en vinagre sobre una patata frita junto con una cerveza fría! Tanto es así que este artículo de EL ESPAÑOL recoge que hasta nueve de cada diez intoxicaciones por anisakis que se producen en nuestro país tienen como responsable a esta tapa. Madrid y Andalucía son, en este sentido, las dos comunidades autónomas que se llevan la palma en cuanto a mayor consumo de este pescado.
[Estos son los dos pescados con fama de sanos que los médicos piden eliminar sin falta de la dieta]
El problema en sí no es del pescado: los boquerones son pescados pequeños, por tanto, no contienen casi mercurio, y además se considera azul, que indica que está repleto de grasas cardiosaludables. Por desgracia, si no se siguen las medidas higiénicas el anisakis puede dejar problemas estomacales, diarreas y alergias. De todas formas, el anisakis muere cuando cocinamos el pescado a más de 60 grados durante algo más de un minuto o al ser congelado durante tres o cinco días a 20 grados bajo cero. Además, pueden suponer un alto aporte de sal, que se relaciona con la hipertensión.