La Dirección General de Salud Pública del Servicio Extremeño de Salud (SES), la autoridad autonómica responsable de la seguridad para el consumidor, ha informado de una alerta alimentaria provocada por aceite de oliva virgen mal etiquetado. Producido por empresas andaluzas, este aceite presentaba con 'características organolépticas alteradas de sabor, olor, color y consistencia' incompatibles con el procesado que da lugar al aceite de oliva de calidad 'virgen'.
Según ha informado el Gobierno regional, el departamento ha intervenido tras la denuncia de dos consumidores que han adquirido aceite de oliva virgen en localidades distintas de la provincia de Badajoz. Esto ha provocado la inmovilización de "grandes cantidades" de este producto en la región a la espera de los resultados analíticos.
Entre las marcas intervenidas hasta el momento se encuentran Acebuche, Virgen del Guadiana, Cortijo del Oro, La Campiña de Andalucía, Galiaceite 2022, La Abadía, Villa de Jerez, Don Jaén Aceite 2019 e Imperio Andaluz. El proceso tradicional por el que se obtiene el aceite de oliva virgen implica que las aceitunas no pueden deteriorarse y no se puede contaminar con aceites refinados industrialmente, más baratos de producir pero de menor calidad.
"El aceite de oliva virgen es aquel que se extrae únicamente por procedimientos mecánicos a partir de la aceituna. Además, no sufre ningún proceso de refinación y se consume casi tal y como es extraído. Es decir, podría considerarse un zumo de aceituna", explicaba Javier Sánchez Perona, científico titular del CSIC.
Entre los componentes beneficiosos del aceite de oliva virgen se cuenta el ácido oleico (55-83 % del total), los fenoles como el hidroxitirosol con actividad antioxidante; los esteroles, que reducen el colesterol plasmático; y los tocoferoles, también antioxidantes (hablamos de la vitamina E). "Además, hay otros elementos en concentraciones variables como el escualeno, el β-caroteno, los triterpenos, los pigmentos o los alcoholes grasos. Realmente, el aceite de oliva virgen es excepcional en el mundo de los aceites comestibles", desglosaba Sánchez Perona.
Los veterinarios y farmacéuticos del SES se han personado "de manera inmediata" en los establecimientos minoristas donde se adquirieron, comprobando "importantes deficiencias" en el etiquetado y trazabilidad del producto. Hay "grandes cantidades de aceite inmovilizadas" en las ocho áreas de salud procedentes de diferentes establecimientos, almacenes distribuidores, mercadillos y gasolineras, entre otros establecimientos, pendientes de resultados analíticos.
Alerta de Aesan
Además, desde la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) se ha recibido una alerta alimentaria a instancias de las autoridades sanitarias de Andalucía. En ella, se especifica que empresas sin número de registro sanitario- y por tanto fuera de control oficial- están envasando aceite y distribuyéndolo en Extremadura.
La Dirección General de Salud Pública ha procedido a informar inmediatamente a las ocho áreas de salud de Extremadura sobre esta alerta alimentaria, haciéndola extensible a cualquier aceite mal etiquetado procedente de las empresas andaluzas, para que se proceda a la inmovilización cautelar.
Salud Pública informa a la población que todo aquel que haya adquirido aceite de las marcas anteriormente reflejadas se abstenga de consumirla y se ponga en contacto con los servicios farmacéuticos y veterinarios de su centro de salud para que le informe sobre la evolución de la alerta y actuaciones a llevar a cabo.