Si el pan es un complemento indisociable de la dieta, tener a nuestra disposición alternativas al pan blanco -sea fresco o de molde- también resulta fundamental para mejorar la calidad de nuestra dieta. Cereales alternativos al omnipresente trigo refinado que acaparan la producción de estos productos nos aportará nutrientes más saludables y de mejor calidad, frenando al mismo tiempo los mayores perjuicios asociados a las harinas refinadas.
Para ampliar este abanico de posibilidades, Mercadona ha lanzado las 'Tortillas 51% avena" de marca Hacendado, vendidas en paquetes de seis. Tradicionalmente la avena ha sido una de las principales recomendaciones de los nutricionistas a la hora de elegir un cereal saludable, con carbohidratos complejos y rico en fibra y calcio. Pero, ¿por qué la cifra? En este caso, la denominación de estas tortillas tiene que ver con la normativa sobre alimentos integrales.
Un producto de panadería solo puede declarar que es 'integral' si el 100% de la harina con la que está compuesto es de este tipo. De lo contrario, debe especificar el porcentaje de la mezcla. En este caso, hay un 51% de harina de avena integral y otro 49% de harina de trigo. Hay que resaltar, sin embargo, que cualquier pan declara otros ingredientes más allá de su harina. El principal es el agua, seguido de la harina de lenteja, gluten de trigo, aceite de girasol, estabilizantes y conservantes.
Atendiendo al contenido nutricional, podemos ver que estas tortillas son una alternativa interesante tanto para su versión 100% de trigo integral, considerada como la más saludable, y la convencional de trigo refinado, que habría que consumir lo menos posible. Una ventaja de las tortillas 51% avena está en las proteínas vegetales que aporta: 15 gramos por cada 100, cuando son 9,5 g en la misma cantidad de tortillas integrales y solo 7,3 g en las refinadas. Así, el aporte proteico de la avena ayudaría a alcanzar el objetivo de consumir entre 0,8 y 2,5 gramos de proteína por kilo de peso que se recomienda para adultos, en función de nuestras necesidades de desgaste físico.
La fibra alimentaria, por otra parte, es un nutriente imprescindible para el buen funcionamiento de la microbiota intestinal y la salud general. Sin embargo, solemos tomar poca debido a la abundancia de harinas refinadas y la escasez de verdura y fruta fresca que se suele dar en la denominada 'dieta occidental'. Así, las nuevas tortitas contienen 5,4 gramos por cada 100, una concentración inferior a la que se encuentra en las 100% integrales, que es de 7,1 g por la misma cantidad. Sin embargo, mejora considerablemente en comparación con las de trigo blanco, donde solo hay dos gramos por cada cien.
El consumo de fibra tiene además un beneficio adicional: ralentizar la absorción de los azúcares en el intestino, lo que se conoce como 'pico glucémico'. Los hidratos de carbono de los cereales refinados se caracterizan por atravesar rápidamente y en gran cantidad las paredes intestinales, 'inundando' de azúcar el torrente sanguíneo y elevando el riesgo tanto de sobrepeso como de obesidad. Así, si las tortillas blancas son un 55% carbohidratos, un 2,2% corresponde a azúcares. En las nuevas tortitas, la proporción es de 40% y de 1,9% respectivamente, con la ventaja añadida del efecto de la fibra para ralentizar su asimilación.
Finalmente, hay un ingrediente que sí hay que vigilar cualquiera de las variedades de tortillas, como suele ocurrir con cualquier alimento ya preparado: la sal. Todas contienen más de un gramo, cuando la Organización Mundial de la Salud recomienda no exceder los cinco gramos diarios como consumo saludable para evitar el riesgo cardiovascular. Es por lo tanto imprescindible que evitemos en la medida de lo posible añadir sal directamente a las comidas que preparamos.