Los platos combinados son una opción popular en muchos bares y restaurantes, ya que ofrecen una variedad de alimentos en un solo plato. Además de ello, suelen ser baratos y contundentes. Sin embargo, no es una opción saludable para comer regularmente, pese a la fama que tienen. Y es que ahora sabemos que muchos de los ingredientes de estos platos que se sirven tradicionalmente en los establecimientos de toda la vida pueden ser una auténtica bomba para el organismo e incluso aumentan la probabilidad de sufrir algunas enfermedades.
Los platos combinados, que suenan a ocupaciones tan dispares como camioneros, albañiles, oficinistas que tienen menos de una hora para comer y jubilados, van desde los filetes con patatas fritas hasta los huevos rotos o los san jacobos. Unas palabras que hacen la boca agua, pero saturan las arterias.
"Al estar situados en Chamberí, cada día nos llega más gente, sobre todo chavales, preguntando por opciones vegetarianas, pero aquí lo tenemos claro, cachopos y lo mejor de la gastronomía asturiana. Mi abuelo comía pote gallego casi todos los días y murió casi a los 90 años", explica un regente de un conocido restaurante asturiano del madrileño barrio Chamberí.
[Este es el peor plato combinado que puedes pedir en un bar: una bomba de calorías y grasa]
"Aunque muchos platos combinados incluyan ensalada, esta en cuanto a espacio supone casi una anécdota, consistiendo en hoja, hoja y media de lechuga —si se tiene suerte—, un trozo de tomate y varias tiras de cebolla. Por eso, aunque traten de disfrazarse de saludables por este pequeño espacio reservado a vegetales, la bomba calórica que supone un plato combinado no es nada recomendable y menos de forma habitual", destaca la dietista-nutricionista especializada en obesidad Concepción Martínez en declaraciones a EL ESPAÑOL.
Calorías, grasas y frituras
En primer lugar, los platos combinados a menudo contienen una gran cantidad de grasas y calorías. Esto se debe a que suelen incluir alimentos fritos, como patatas fritas y croquetas, así como carnes grasas y salsas. El problema es que el consumo excesivo de grasas y calorías puede aumentar el riesgo de enfermedades crónicas como la obesidad, la diabetes y las enfermedades cardíacas.
Estos preparados también suelen estar escasos de nutrientes esenciales como vitaminas y minerales, puesto que a menudo se basan en alimentos procesados y refinados, en lugar de alimentos frescos y nutritivos. El problema es que el consumo insuficiente de nutrientes esenciales puede debilitar el sistema inmunológico y aumentar el riesgo de padecer varias enfermedades.
Otro problema añadido es la carne, ya que mucho de ellos suelen constar de filetes de carne de res. La evidencia científica actual es clara al respecto: consumir este tipo de carnes aumenta el riesgo de padecer cáncer colorrectal, diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares general. Así lo señaló el presidente del Departamento de Nutrición de la Escuela de Salud Pública TH Chan de la Universidad de Harvard, Frank Hu, en una entrevista a The New York Times.
El proceso de freír un alimento como, por ejemplo, las patatas las convierte en un procesado, añadiéndole grasas saturadas. Este tipo de grasa eleva el colesterol en sangre, lo que aumenta la probabilidad de padecer enfermedades del corazón y cerebrovasculares. Otro de los problemas es que por culpa de este proceso se elevan los niveles de 'colesterol malo' (LDL) y se reducen los niveles del 'colesterol bueno' (HDL) en el organismo.
Altas cantidades de sal
Otro de los problemas de estos preparados son las altas cantidades de sal. Esto se debe a que los alimentos fritos y procesados suelen contener mucho sodio para mejorar el sabor. El consumo excesivo de sal puede aumentar la presión arterial y aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Estos problemas derivados del proceso de fritura no solo afectan a las patatas, sino a cualquier alimento empanado como las croquetas o los calamares, ya que los alimentos ricos en hidratos de carbono, al ser sometidos a altas temperaturas como cuando se fríen, generan acrilamida, un compuesto sobre el que recaen indicios de ser cancerígeno, según el Instituto Nacional del Cáncer.
En algunas investigaciones realizadas en modelos animales se ha encontrado que la exposición a este componente incrementa el riesgo de sufrir varios tipos de cáncer, pues en el cuerpo esta sustancia se convierte en un compuesto llamado glicidamida, la cual causa mutaciones y daños al ADN.
En general, los platos combinados no son una opción saludable para comer regularmente. Sin embargo, hay algunas alternativas más saludables que se pueden considerar. Por ejemplo, se puede optar por platos que incluyan una variedad de vegetales frescos y cocidos al vapor, proteínas magras como pollo y pescado, y carbohidratos complejos como arroz integral y quinoa. Estos alimentos son ricos en nutrientes esenciales y pueden ayudar a mantener un peso saludable y reducir el riesgo de enfermedades crónicas.