Disponer de alternativas al pan blanco es una necesidad imprescindible para el consumo de los hogares: la harina refinada, que se consume en España en grandes cantidades, contiene carbohidratos de rápida asimilación en el torrente sanguíneo. Estos provocan una elevada glucemia, es decir, un rápido pico de azúcar en sangre. Y si puede parecernos adecuado para empezar con energía la mañana, en realidad es todo lo contrario.
Consumir carbohidratos complejos, más lentos de descomponer, proporciona un aporte energético para todo el día, incorpora una mayor cantidad de nutrientes imprescindibles para la salud como la fibra alimentaria, y permite una digestión más liviana, además de combatir el sobrepeso y el riesgo de diabetes. Estos carbohidratos se encuentran en el grano entero, una forma de llamar a los cereales integrales. Además, hay otras alternativas al grano tradicional a tener en cuenta.
Esto nos lleva al 'pan 100% trigo espelta' que se puede encontrar en el horno de panadería de Mercadona. A muchos les sorprenderá que aparezca en las redes como una novedad, ya que la cadena de supermercados comercializa este producto desde hace años. Un ejemplo es el excelente 'trigo espelta 100% integral' vendido embolsado. En el caso del producto que nos ocupa, se trata de una reformulación: el pan se comercializa ahora en formato de 290 gramos, a 1,50 euros la pieza.
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Otra duda que puede surgirle a los consumidores es si el 'trigo espelta' es lo mismo que la 'espelta' de toda la vida. La respuesta es que sí, puesto que estamos hablando de un ancestro del trigo común. La denominación de los productos de panadería elaborados con variedades del Triticum ha ido cambiando en los últimos años a instancia de las autoridades sanitarias. El motivo es la presencia de gluten, inevitable también en los cereales orientales emparentados con el trigo moderno.
Esto debería ayudar a las personas celíacas y con intolerancia al gluten a identificar mejor los cereales que pueden consumir con seguridad, como la avena. Sin embargo, siempre es imprescindible informarse, porque los nombres pueden conducir a confusión. El 'trigo sarraceno', por ejemplo, ni es un tipo de trigo ni contiene gluten. El centeno, por otra parte, es un cereal de una familia diferente. Pero las personas con intolerancia deben consumirlo con precaución porque sí tiene gluten, si bien en menor cantidad que el pan blanco tradicional.
Todo sumado, ¿es nutricionalmente interesante consumir pan de espelta? En 100 gramos de espelta encontraremos 338 kcal para 70 gramos de hidratos de carbono y solo 2,4 gramos de grasas, una proporción que suele corresponder a los panes que no son de bollería. Aportará 15 gramos de proteínas, y en cuanto a micronutrientes, destacan los 388 mg de potasio, 27 mg de calcio, 136 mg de magnesio y 4,4 mg de hierro. Es un cereal rico en vitaminas del grupo B y E, y contiene fitoquimicos, compuestos antioxidantes.
"Además de ser más digestivo que el trigo, también tiene más proteínas. Sus hidratos de carbono son complejos y aportan mucha fibra, por lo que presenta un índice glucémico bajo que nuestro organismo asimila progresivamente y, por eso, aporta energía de una forma más prolongada", escribíamos. "Incorporarla con regularidad a nuestra dieta nos aportará los nutrientes necesarios para prevenir los problemas cardiovasculares y el colesterol, regularidad en la coagulación sanguínea y depuración de la sangre".