Se suele pensar que tanto la leche como el yogur son superiores a las alternativas vegetales, al menos en cuanto a calidad nutricional se refiere. Esto tiende a ser cierto a nivel proteico, con permiso de la bebida de soja y sus derivados. Sin embargo, las evidencias más recientes indicarían que la leche de vaca y el yogur natural no siempre serían la mejor opción nutricionalmente hablando.
Así lo sugiere un nuevo estudio llevado a cabo por el equipo de Alissa Nolden de la Universidad de Massachusetts Amherst, y publicado recientemente en Frontiers in Nutrition. Los yogures vegetales, explican, tienen menos azúcar, menos sodio y más fibra, aunque flaquearían con la proteínas, calcio y potasio. Todo sumado, las alternativas vegetales presentarían una densidad de nutrientes mejor en general.
El yogur de leche de almendras en especial sería el de mayor densidad nutricional tendría, tanto en comparación al yogur lácteo como frente al resto de yogures de origen vegetal. Según explica la investigadora Astrid D'Andrea, "las dietas basadas en plantas ganan en popularidad, especialmente en EEUU, pero el hecho de que se basen en vegetales no las hace más nutritivas de por sí".
Así pues, D'Andrea y sus colegas recopilaron información nutricional de 612 yogures, lanzados entre 2016 y 2021, gracias a la base de datos global de nuevos productos de Mintel. Usaron el índice de alimentos ricos en nutrientes (NRF), que asigna puntuaciones en función de la densidad nutricional de los alimentos. Los investigadores eligieron este modelo basándose en los beneficios nutricionales del yogur lácteo, que proporciona una proteína completa.
Esto les permitió comparar la densidad nutricional de los yogures en función de buenos nutrientes (proteínas, fibra, calcio, hierro, potasio y vitamina D), y nutrientes a limitar (grasas saturadas, azúcar total y sodio). De los 612 yogures, 159 eran lácteos enteros, 303 lácteos desnatados o bajos en grasa, 61 de coco, 44 de almendras, 30 de anacardos y 15 de avena.
El índice NRF permitió clasificarlos de mayor a menor densidad nutricional en este orden: almendras, avena, lácteos bajos en grasa y desnatados, enteros, anacardo y coco. Los yogures de almendras y avena obtuvieron mejores puntuaciones por su bajo contenido en azúcar total, sodio y grasas saturadas. Estos hallazgos pueden ser de utilidad para la industria alimentaria con el fin de mejorar sus formulaciones y la composición nutricional de sus yogures de origen vegetal, explican.
"Yogur híbrido"
Los investigadores plantean diseñar un yogur "híbrido" vegetal y lácteo para maximizar las propiedades nutricionales de estos productos. Así podrían obtenerse proteínas de calidad, vitamina B12 y calcio, minimizando el aporte de azúcar total, sodio y grasas saturadas.
En un estudio previo realizado en el mismo laboratorio, se analizó la aceptación de los consumidores de un yogur lácteo y vegetal mezclado. Descubrieron así que los consumidores preferían este "híbrido" en comparación a un yogur de origen vegetal en cuanto a perfil sensorial se refiere.
Además, los investigadores creen que esta mezcla proporcionaría ventajas estructurales al yogur, otorgándo una proteína completa y una estructura gelificante que no es replicable con los yogures vegetales.
Aún así, los mismos investigadores sugieren que es necesario continuar investigando, con el objetivo de maximizar la densidad nutricional y las características funcionales de un posible yogur híbrido, vegetal y lácteo: más nutritivo, más deseable a nivel sensorial, y más sostenible.