Si toca saltarse la dieta o darse un homenaje, lo que más nos apetece siempre es hacerlo con una hamburguesa: cada vez hay más restaurantes que las ofrecen, son asequibles y, encima, nos vuelven locos a todos. Pocas comidas se han convertido con tanto éxito en un icono global, y no sólo de la comida basura. En este sentido, destaca McDonald’s que ha representado durante décadas la presencia de Estados Unidos en el mundo y, en concreto, el Big Mac, su bocadillo más famoso y que protagoniza incluso teorías económicas.
El Índice Big Mac es un parámetro que utiliza el periódico The Economist desde el año 1986 y que desde entonces se ha popularizado en el mundo entero. Consiste, básicamente, en comparar el precio que tiene en cada país este menú de McDonald’s para observar el poder adquisitivo de cada región. De la misma manera, esta famosa hamburguesa puede ayudar a ejemplificar un concepto sobre la nutrición. Esto es que la cantidad de calorías de un alimento no determina que sea saludable o insano.
Según la página web de McDonald’s, un Big Mac cuenta con 232 kilocalorías por cada 100 gramos de peso. Sin embargo, esta hamburguesa pesa unos 220 gramos, por lo que metemos en nuestro cuerpo 503 kilocalorías cada vez que nos comemos una de éstas. Ahora bien, aunque pueden parecer muchas calorías, esto no tiene tanta importancia como el hecho de lo que contiene: carne procesada, panes con harinas refinadas y salsas con grasas refinadas y azúcares. Es decir, que más nos vale reservar el consumo de este alimento para ocasiones contadas.
Para demostrar que el contenido de calorías no importa tanto como la composición de un alimento, a continuación se exponen cuatro alimentos saludables con más calorías que un Big Mac:
Los garbanzos
Cuando nos ponemos a dieta tendemos a huir de los platos de cuchara y nos lanzamos en brazos de las ensaladas y de los filetes a la plancha. Sin embargo, no hay por qué temer a los guisos con legumbres: sí, contienen un alto número de calorías, pero aportan muchos nutrientes importantes y mucha fibra, que aumenta nuestra sensación de saciedad. Es decir, que al final nos quitan el hambre y evitan que comamos más alimentos.
[Este es el alimento que más engorda de todos los 'súper' de España: 1.850 calorías en un sólo bocado]
Lo único que deberíamos evitar en un guiso de legumbres son las carnes procesadas que en España solemos añadir a la receta: chorizos, morcillas o tocinos. Para que nos hagamos una idea, la Fundación Española de la Nutrición (FEN) calcula que 100 gramos de garbanzos en seco contienen algo más de 370 kilocalorías. Si usamos esta cantidad para cocer y hacer un guiso con verduras, estaremos ante una receta muy saludable.
La crema de cacahuete
Todos pensamos que los cacahuetes son frutos secos, pero en realidad son legumbres y se han puesto muy de moda en los últimos años por los nutrientes saludables que contienen. En concreto, los cacahuetes destacan por su alto contenido en proteínas: pueden llegar a tener hasta un 28% de esta sustancia. Pero también tienen un contenido muy importante de grasas insaturadas y de fibra.
Una de las formas más populares en la actualidad de tomar estos cacahuetes es en crema. Ahora bien, no en las mantequillas de cacahuete que contienen un montón de azúcares y de aceites extra. En la actualidad es fácil encontrar en los supermercados envases con cremas elaboradas con un 100% de cacahuetes, lo que las convierte en productos muy saludables. Cada 100 gramos de estas cremas tienen 600 kilocalorías.
Los pistachos
Sin duda, los pistachos son uno de los frutos secos más adictivos que existen, pero, por suerte, son saludables. Al igual que sucede con los cacahuetes, estos frutos secos están repletos de proteínas, de grasas cardiosaludables y de fibra, que no sólo es positiva para la salud intestinal, sino que también protege el corazón al reducir la absorción del exceso de grasas y azúcares perjudiciales que existen en nuestro sistema digestivo.
La clave para tomar pistachos, por lo tanto, es saber cuándo parar: estos alimentos tienen un total de 611 kilocalorías por cada 100 gramos, según recoge la FEN. Es decir, que, como pasa con el resto de alimentos de esta lista, debemos consumirlos para estar saludables, pero consumirlos en su justa medida. En este caso, deberíamos comer sólo los que nos quepan en un puñado.